Edad Media 
En el siglo VIII, los árabes hacen irrupción en la Península, ocupan la ciudad y se quedan sin destruirla, durante casi 90 años.

En el 803, los francos la liberan de los árabes y colocan condes para que la gobiernen en su nombre. El más importante de ellos es Vifredo el Velloso que inicia la Casa de Barcelona.
Los condes catalanes afirman la supremacía del condado de Barcelona. En el siglo XI, Ramon Berenguer I promulga los Usatges de Barcelona, primer texto legislativo catalán.

Las iglesias románicas, emplazadas dentro o fuera de la ciudad, constituyen el arte de este momento donde la escultura se fusiona con los elementos arquitectónicos, ofreciendo escenificaciones bíblicas o de otro tipo.

La ciudad iba creciendo y le venía estrecho el anillo de la muralla romana. Fuera de ella, surgían más casas donde la iglesia o monasterio constituía el centro del nuevo arrabal. Es el caso de la villa nueva del Mar, entorno del templo de Sta.María, cerca de la playa; la de S.Pedro de las Puelas o la del Pino. En el siglo XIII, Barcelona necesita una nueva muralla que defense estos nuevos arrabales. Jaime I se la da. Por la banda oeste, a los pies de la muralla ya había la Rambla, pero en aquellos momentos no era más que un barranco que recogía las aguas de otras rieras que bajaban de la montaña.

Además de la muralla, Jaime I da a Barcelona una asamblea de ciudadanos para gobernarla: el Consejo de Ciento, formado por cuatro consejeros que pertenecen a la gente poderosa de la ciudad y cien jurados elegidos entre los ciudadanos.
Este Consejo llegó a tener sede propia dentro de la Casa de la Ciudad o ayuntamiento.

La expansión comercial y militar hacia el resto del Mediterráneo hace aumentar el comercio y la riqueza de Barcelona y la convierte en una de las primeras potencias marítimas europeas.

Con el fin de regular las relaciones marítimas entre los diversos pueblos del Mediterráneo, se redacta el Código del Consulado de Mar.

A pesar del enorme tráfico marítimo, Barcelona no tiene un puerto donde acogerlo en condiciones. Así que se inicia su construcción. Por su parte, la muralla de la Rambla acaba al llegar al mar. A su lado hay las Atarazanas, grandes cubiertas donde se construyen y reparan las embarcaciones.

A comienzos del siglo XIV, la industria de Barcelona experimenta un crecimiento, siguiendo el ritmo de la actividad mercantil y marinera. Con el fin de cubrir las necesidades de trabajo, llegan muchos hombres y mujeres entendidos en su oficio. Barcelona se abre, ya en la Edad Media, a una población trabajadora venida de todas partes.

La Barcelona próspera de ricos burgueses y mercaderes inicia una época de construcción de importantes edificios civiles y religiosos góticos, con frecuencia encima de los antiguos románicos. Es el caso de la catedral de Sta.María del Mar, del Pino, y S.Justo y Pastor; o de la Lonja en el campo civil. Esta Barcelona era también la ciudad del rey, del obispo, del gobierno de la ciudad y del Principado. El monarca residía en el Palacio Real donde destaca el Salón del Tinell, lugar de celebraciones y de recepciones oficiales, y la Capilla de Sta.Ágeda. El obispo tiene la sede en el Palacio Episcopal;  los diputados en la Casa de la Diputación del General y los consejeros en la Casa de la Ciudad.
En el lugar donde hoy hay la Plaza de S.Jaime, entonces estaba ocupado por una parroquia y otras edificaciones.

Mientras tanto, un nuevo barrio ha ido creciendo al otro lado de la Rambla: el  Arrabal. Con el fin de protegerlo, se alza una nueva muralla, la tercera. Allí se levantan nuevas construcciones muy importantes para la ciudad, como es el caso del Hospital de la Sta.Cruz.

Los gremios y corporaciones configuran las calles de la Barcelona menestral. Muchos de ellos son quienes enriquecen las iglesias con sus bellas pinturas, esculturas y obras de orfebrería.

Pero Barcelona -como el resto de Catalunya y de la Península- también conoció momentos trágicos o conflictivos. A veces, mercadear se paga: En 1348 la peste negra llega al puerto de Barcelona y una serie de epidemias posteriores se llevan a un gran número de sus habitantes, así como de todo el país.

Por otra parte, y si no había bastante con la guerra civil entre los señores feudales y los campesinos de remença por todo el Principado, en Barcelona aparecen una serie de tensiones sociales entre los consejeros y representantes del pueblo que quieren acceder al gobierno municipal. El cargo de consejero estaba tradicionalmente monopolizado por unas pocas familias ricas, siempre las mismas, que se transmiten el poder municipal como si fuesen de su propiedad, hereditariamente.  

Los barceloneses de origen y creencias hebreas habitan en su propio barrio cerca de la catedral: la Aljama. En el siglo XIV estalla una grave crisis económica. Los judíos hallan la muerte al ser considerados culpables de la situación.  

Cuando la Corona de Aragón pasa a formar parte de la nueva monarquía hispánica, la aparición de los belicosos turcos y el descubrimiento de América, desplazan el centro del comercio y de la navegación hacia el Atlántico. Barcelona pierde buena parte de su actividad marinera.

Evolución urbanística de Barcelona (años 1000, 1100, 1200 y 1280):