Santiago el Mayor es el hermano mayor del apóstol Juan. Junto con éste último y con Pedro y Andrés es también uno de los primeros discípulos llamados por Jesús. Con éstos dos asiste además a la transfiguración y a la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos.
Tras la ascensión de Cristo marcha a Siria a predicar para regresar después a Jerusalén donde es decapitado por orden de Herodes Agripa. En torno a su figura surgieron numerosas leyendas. La más difundida (también en el arte) lo convierte en el apóstol que vino a evangelizar España. Según ella, después de su martirio en Jerusalén, sus discípulos se habrían embarcado con su cuerpo en una barca sin vela que, milagrosamente, los transporta a las costas de Galicia. Una vez allí piden a la reina del lugar, llamada Lupa, un medio para trasportar el cuerpo. Ella les facilita un carro tirado por toros que se paran en el lugar en que el apóstol será enterrado.
En la imagen, parte de un retablo dedicado al apóstol, vemos a éste tendido sobre el carro tirado por bueyes que, según la leyenda, conducirán su cuerpo hasta el lugar en que será enterrado. Al fondo, en la orilla, puede verse la barca en que habría arrivado a las costas gallegas.
En el siglo IX se encontraron en Galicia los supuestos restos del apóstol en lo que hoy es Santiago de Compostela. Se construyó sobre la sepultura una iglesia dedicada a él que enseguida se convertirá, junto con Roma y Jerusalén, el un lugar de peregrinación preferente. Es por ello que se hace de Santiago el patrón de los peregrinos y se le representa con frecuencia como tal.
Algunas leyendas le atribuyen apariciones milagrosas en determinadas batallas contra los musulmanes durante la Reconquista. Ello ha dado lugar al tipo iconográfico conocido como Santiago matamoros en el que se representa al apóstol a caballo combatiendo al lado de las tropas cristianas.