Vegetación de las lagunas
 
Visita

VISITA


En la urbanización Can Suquet de Les Franqueses del Vallès hay unas parcelas plantadas con cañizo que hace la función de una depuradora de las aguas residuales de la urbanización. Ésta urbanización tiene un centenar de casas unifamiliares donde se vive durante todo el año. La depuradora recoge las aguas residuales provenientes de éstas viviendas además del agua de la lluvia de la zona.
Se trata de una planta piloto construida por la Universitat Politècnica de Catalunya i el CSIC, en colaboración con el Consorci d'Aigües del Besòs. Los científicos estudian allí como mejorar tanto el diseño como la eficacia de unos equipamientos que ya funcionan en Europa desde hace más de 25 años.

Las lagunas de Les Franqueses, que funcionan des de hace más de tres años, han sido construidas en el marco de un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y han contado con la colaboración del Consorci per a la Defensa dels rius de la conca del Besòs i el ayuntamiento de Les Franqueses del Vallès.

 

El proyecto ha sido desarrollado por un equipo de investigadores integrado por Josep Maria Bayona, profesor de investigación de "l'Institut d'Investigacions Químiques i Ambientals de Barcelona", del CSCI, y Joan García y Jordi Morató, profesores de la UPC, con la finalidad de establecer cuales son los mejores criterios de diseño y construcción de los humedales artificiales.
Para precisar los datos referentes a ésta instalación, los investigadores controlan el cauce de entrada, han diseñado formas distintas para cada laguna y han puesto distintos tipos de gravas en el fondo. La construcción de Las Franqueses del Vallès tiene una extensión de 400 m2 y tiene 8 humedales de 50 m2 cada uno, distinto tamaño, profundidad y grava, para estudiar de la mejor forma posible el efecto que estas variables tienen en la calidad del agua tratada.

 

Un sistema de canalizaciones recoge el agua residual procedente de la urbanización y la distribuye a los 8 humedales. En cada humedal el flujo de agua circula a una distinta profundidad.

Recepción de aguas residuales
Arqueta de salida del agua depurada

Para comprobar la profundidad ideal, se ha analizado en muestras de agua el nivel de distintos grupos de contaminantes: tensioactivos aniónicos (alquilsulfonatos, LAS), ácidos volátiles y compuestos con azufre ( como el isovalérico y el acético) responsables del mal olor de las aguas, o bacterias de orígen fecal.
De los resultados, los investigadores concluyen que la profundidad ideal son 30 centímetros. Así, los humedales con esta profundidad eliminan hasta el 55% del DMS (dimetilsulfuro); el 70% del ácido acético y el 90% del isovalérico ( frente a los humedales de 50 centímetros que depuran el 25% del DMS, el 60% del ácido acético y el 80% del isovalérico.

Menos profundidad favorece la transferencia de oxígeno de la atmósfera al agua, la cantidad de rizomas y raíces en contacto con el agua y, en consecuencia, aumenta la eficacia del sistema. En el caso de los organismos patógenos de origen fecal (E.coli, pseudomonas, …) se consigue una reducción de entr patògens d'origen fecal (E.coli, pseudomonas...), s'aconsegueix una reducció d'entre 10 i 500 vegades, similar a la de 10 y 500 veces, similar a la que se consigue con una depuradora convencional,p pero con un coste mucho menor.
Hoy en día se está evaluando el nivel de eliminación de fármacos, Los resultados han permitido ver que estas depuradoras naturales tienen una buena capacidad en la eliminación de analgésicos como el ibuprofeno y de reguladores lipídicos como el ácido clorhídrico (ácidos para adelgazar).
En relación al diseño de estas lagunas, se concluye que los mejores resultados se obtienen cuando el humedal tiene una superficie aproximada de 5 metros cuadrados por habitante y una profundidad de unos 30 centímetros.

 

Antes de visitar la depuradora de Les Franqueses nos dirigimos a la Ingeniera de Medio Ambiente del ayuntamiento de la población, Maria Teresa Serra. Fue ella quien nos facilitó gran parte de la información que recogemos en este apartado, así como la organización de la visita a las lagunas.

Ahora hace poco que se acaban de cortar las cañas, ya han rebrotado y están verdes, pero son pequeñitas.

Una vez al mes, un técnico de la UPC acude a las lagunas para vaciar una rejilla que retiene los residuos sólidos antes de que el agua entre en ellas. Aparte de esto, el mantenimiento es mínimo, solamente hace falta cortar las cañas una vez al año.