CULIP VI

 


Foto CASC Foto CASC

 

El pecio Culip VI  se localiza en el Cabo de Creus, y fue excavado en dos campañas (primavera del 1988 y otoño del 1990). El material cerámico fecha el pecio a finales del siglo XIII, con un cargamento principal de frutos secos y cerámica procedente del Norte de África, seguramente de la actual Argelia, y que tras pasar por Mallorca, se dirigiría hacia el puerto de Cotlliure, en el Rosellón, o bien otro puerto más al norte, ya en la costa mediterránea del reino de Francia.

Debajo del lastre apareció el fondo del casco en muy buen estado de conservación (varengas, quilla, sobrequilla, tracas del forro, fragmentos de los genoles, las carlingas, etc); una vez limpiado el interior de la brea que cubría buena parte de la estructura, aparecieron los agujeros correspondientes a clavos, pernos, las mortajas para encajar los pies de los puntales en la sobrequilla (fig. 6), y lo más interesante fueron unas marcas practicadas por el carpintero de ribera durante el proceso de construcción. Estas marcas eran de tres tipos: una vertical en el centro de la varenga, justo encima de la quilla; dos marcas en los extremos de los brazos de cada varenga, las dos a la misma distancia respecto a la marca central anteriormente citada, seguramente para marcar el fin del plan; y una tercera marca de tipo numeral en cifras romanas, marcando del I a la varenga maestra, y a partir de ésta hacia proa y hacia popa correlativamente (II, III, IIII, V...).

Éstas marcas se deben a que el carpintero de ribera, una vez definidas las dimensiones principales que tendría la embarcación a construir, tenía que definir la forma, empezando por trazar la de la roda, el codaste y la cuaderna maestra. Una vez construido el eje longitudinal (roda, codaste y quilla) marcó la posición de la cuaderna maestra (en éste caso doble, llamadas por nosotros M113 y M114) y la de las cuadernas de formas o de referencia en los extremos de la quilla, uno a popa y el otro a proa (M89 y M138). Utilizó un diagrama que le permitió reducir la anchura del plan de las varengas (del M113 al M89 y al M138) y otro que le permitó calcular la perdida de horizontalidad de las varengas (en este caso del M101 al M89 y del M126 al M138). El carpintero utilizó una plantilla o gálibo maestro para dibujar sobre la madera la forma de la varenga en que se convertiría, marcando asimismo el final del plan con las marcas verticales (marca de escoa) y el centro entre las dos con otra marca (marca central) para sentarla sobre la quilla. Todas las varengas son diferentes en cuanto a forma, la más ancha de plan y de manga corresponde a la maestra, localizada aproximadamente en la mitad del casco, mientras que el resto de varengas se van estrechando de plan y de manga a medida que se acercan a los extremos de proa y de popa, como asimismo se van levantando respecto a la quilla. Utilizó dos gálibos más, uno para calcular la perdida de horizontalidad de las varengas y otro para dar forma a los genoles (fig. 7).

Culip VI demuestra como el carpintero de ribera conocía las reglas descritas en diferentes manuales de construcción naval venecianos -como el anónimo Fabrica di Galere, fechado en el 1410-1420, o bien el Libro de Giorgio Timbotta del 1445- donde mediante el uso de la media luna y del triángulo se determinaban las formas de las cuadernas, a partir de la maestra hasta completar el conjunto hacia proa y hacia popa. Aunque el uso de gálibos y de pintura para marcar las cuadernas lo documentamos por primera vez el 1318 para la construcción de galeras en Narbona, está claro que estos gálibos y las marcas pintadas también se basaban en reglas de construcción como las venecianas citadas.

Por tanto, el pecio constata la existencia y uso de algún tipo de regla utilizada para determinar la forma de las cuadernas (varenga y genoles) marcándolas y fabricándolas, lógicamente, antes de fijarlas sobre la quilla; precediendo en más de un siglo a las reglas conocidas a través de la Fabrica di Galere

Una vez dada la forma a las varengas y a los genoles, se juntaron la diferentes piezas para formar la cuaderna, numerándolas para conocer y no equivocarse al colocarlas sobre la quilla. En el caso de las cuadernas de los extremos de proa y de popa, estas se hicieron sirviéndose de un listón o gavilla que sujetaba por el exterior desde la cuaderna maestra hasta la roda y el codaste, resiguiendo a todas las cuadernas.
 
Cronológicamente debería tratarse de un barco construido a esqueleto, como así es. Lo hemos visto claramente a través del uso de las marcas que nos indican que las cuadernas determinaron las formas del barco (y no el forro como en otros procesos de construcción) y que se dibujaron, marcaron y trabajaron utilizando reglas y gálibos antes de su colocación sobre la quilla.

Además las cuadernas estaban sentadas y clavadas a la quilla, el conjunto se reforzaba mediante pernos que unían a la quilla y la sobrequilla a través de las claras, presionando entre las dos piezas a las varengas; una junta de diente existía entre varenga y genol, con doble clavazón reforzando ésta unión; se seleccionaron encinas para las varengas y los genoles, todos del mismo tipo, tamaño y cortadas en el mismo momento; y una traca dentada (o traca de escoa) reforzaba exteriormente el conjunto de la enramada, habiendo sido colocada antés que el resto de las tracas del forro, además estaba unida por el interior, mediante pernos y a través de las claras, a vagras que la seguían paralelamente desde proa hasta popa siguiendo una línea curva al final del plan.

Otro elemento importante conservado de la estructura es la carlinga, de un tipo típicamente mediterráneo, formado por una serie de elementos que forman una caja alrededor de la sobrequilla, reforzado por corbatones colocados sobre la varenga y contra la carlinga. De hecho aparecieron dos carlingas, una en la zona de la varenga M103 y otra ocupando el espacio entre las varengas M133-M136; son la evidencia de que el barco tuvo dos mástiles, que cronológicamente y por las características del barco tenían que ser latinos, identificándose la primera carlinga como la de la vela mayor y la segunda, a proa, como la del trinquete. Así es como aparece en toda la iconografía mediterránea de finales del siglo XIII e inicio del siglo XIV.

Las dimensiones corresponden a una embarcación de tipo medio que podía aparejar sin problema dos mástiles, hacía 16 m de eslora, 12,86 m de quilla, 4,17 m de manga, 1,94 m de puntal, 40 Tm de porte y con una cubierta. Comparando estos datos con lo que nos aporta la documentación escrita se trataría, sin duda, de un tipo de barco llamado “lleny cobert”.

 
 
 
 


Pàgina principal
Construcció naval - Antiguitat - Edat Mitjana - Derelictes
Iconografia  - Documentació escrita - Terminologia
Bibliografia - Vincles - Novetats