Los «paradigmas» en perspectiva histórica
Hacia nuevo mapa de la realidad. El conocimiento humano intenta indagar sobre la naturaleza última de la realidad, investigar los misterios más profundos de la realidad. El paradigma pre-moderno se fundamentaba en el mito, la relión, la teología... Nuestra época ha sufrido mucho los efectos reduccionistas y perniciosos de la ideología materialista. Estamos atrapados en la creencia de que todo y todos estamos separados, de que nuestras acciones, nuestros pensamientos, andan libremente, campan a sus anchas sin ir a ninguna parte. Se trata de ofrecer elementos que contribuyan a nuestra reflexión para cuestionarnos seriamente nuestras creencias y nuestros valores, los cuales determinan nuestra percepción y nuestro nivel de conciencia. En contraste, la visión resplandeciente del nuevo mapa de la realidad ofrece un nuevo amanecer de esperanza, significado, dirección y propósito. El nuevo paradigma emergente desafía la visión materialista, abarca problemas desconcertantes y paradojas en diversas disciplinas de la ciencia moderna empujando a la ciencia convencional a explorar más allá de sus límites tradicionales.
Necesitamos una nueva cosmología que hable a nuestro corazón y también a nuestra mente. Estamos viviendo un importante periodo de cambio y una modificación de los paradigmas, y de la idea sobre la Naturaleza inanimada y mecánica pasamos a una nueva comprensión de ella como orgánica y viva. El Dios de un mundo vivo es muy diferente del Dios de un mundo mecánico.
Al alma, al principio animante, se la sustrajo de la Naturaleza en su totalidad, y también del cuerpo humano. Se procedió a “des-animar” al mundo y efectivamente se lo consideró una máquina automática, carente de alma, de vida espontánea y de propósito propio. Los animales y las plantas pasaron a ser máquinas inanimadas, y lo mismo ocurrió con el cuerpo humano. La única parte del mundo material no enteramente mecánica era una pequeña región del cerebro humano, la glándula pineal, en la que la mente consciente y racional del hombre interactuaba de alguna manera con la maquinaria de los nervios. El viejo criterio no consistía en que el alma se hallaba en el cuerpo, sino que el cuerpo se hallaba en el alma. Ahora bien, el alma sólo sobrevivía dentro de la cabeza humana.
Esta visión de la Naturaleza, despojada de lo sagrado, inanimada y carente de alma, pasó a ser el cimiento de la ciencia moderna, y se estableció como su paradigma que predominó en la revolución científica del siglo XVII. La nueva ciencia implicaba un explícito rechazo de la idea tradicional de que la Naturaleza estuviese animada, y de que todos los seres vivientes tuvieran almas y propósitos propios. En ese entonces, se consideraba que la Madre Naturaleza era materia muerta, sujeta solamente a fuerzas mecánicas y gobernada por leyes matemáticas. (R. Sheldrake y M. Fox. Ciencia y Espiritualidad. La nueva visión)
- Metafóricamente los paradigmas serían como los anteojos, las distintas gafas, con las que a lo largo de la historia nos hemos dotado para percibir y comprender la realidad.
- La manera de interpretar o explicar la realidad ha ido cambiando a lo largo de la historia y por su naturaleza histórica y fundamentación cultural esa «explicación» será siempre transitoria, ya que cualquier aproximación a la realidad es siempre provisional.
- Nuestras verdades actuales serán sólo temporales y nunca definitivas; serán el fruto de su tiempo, de su contexto cultural e histórico, de sus valores y creencias.
- Estamos atrapados en la creencia de que todo y todos estamos separados, de que nuestras acciones, nuestros pensamientos, andan libremente, campan a sus anchas sin ir a ninguna parte.
- Con esta presentación de la cuestión se trata de ayudar a las personas a cambiar los cristales de esas gafas con las que miran la realidad, para que puedan ver qué ocurriría al hacerlo y superar así el anquilosado «sistema de creencias» en el que solemos estar instalados.
- Con ello podremos elevar nuestro «nivel de conciencia» sobre la realidad. Es decir, una apertura de nuestra mente, una ampliación de nuestra comprensión de lo que es la “realidad”, un cambio de paradigma que nos permitirá cambiar nuestra percepción de la "realidad".
La dinámica histórica: vivimos inmersos en un macrocambio
Vivimos en una época crucial de inestabilidad y cambio. El futuro, sin embargo, está abierto. Estamos viviendo “momentos críticos”, cambios que abarcan muchos ámbitos y afectan a amplios segmentos de la sociedad: cambio climático, revolución tecnológica y digital, los sistemas económico y político, el desequilibrio en el reparto de la riqueza, problemática norte/sur, desarrollo/subdesarrollo, ricos y pobres, desigualdades sociales… estamos experimentando un macrocambio no sólo local o regional sino también global. Los procesos evolutivos son continuos y las dinámicas emprendidas difíciles de parar…
Nuestra concepción de la realidad, nuestra manera de ver e interpretar esa realidad también están experimentando un profundo cambio. El paradigma clásico tradicional de corte materialista, mecanicista y reduccionista se ha vuelto insuficiente para dar razón de una diversidad de fenómenos que, si encuentran una mejor explicación desde nuevas perspectivas interpretativas, desde nuevos paradigmas interpretativos (paradigmas emergentes) a los cuales ya hemos aludido en estas páginas (ver aquí)... Todas las estructuras vivas, desde la más rudimentaria hasta la más compleja, como el ser humano, plantean unos enigmas que el paradigma materialista es incapaz de resolver.
Los paradigmas evolucionan y van cambiando a lo largo de la historia, ello nos recuerda que el conocimiento y la comprensión de la realidad son cambiantes y están influenciados por el contexto cultural, histórico y social. Los paradigmas nos muestran que nuestras creencias y suposiciones pueden moldear y permear nuestra visión y concepción del mundo y de la vida y que un cambio de paradigma puede conducir a avances significativos en la comprensión y la innovación.
Hacia la racionalización del pensamiento
- Desde el principio, la humanidad se ha hecho preguntas y a través del mito, la religión, el logos/razón, la reflexión, la filosofía… el ser humano ha generado respuestas a dichas preguntas.
- Recordemos que los «paradigmas» hacen referencia a las diferentes perspectivas y metodologías empleadas para profundizar en la comprensión y explicación de la realidad. Los paradigmas tienen que ver con la curiosidad humana, con el anhelo de indagación de la mente humana. Si esa curiosidad y anhelo de saber no existiera, los paradigmas no tendrían sentido. Se trata de intentos de aproximación a la comprensión de la realidad. Cada una de las grandes aproximaciones a la realidad, cada una de las grandes teorías que hemos construido sobre la realidad, es lo que llamamos «paradigma».
- Los «paradigmas» son conjuntos de ideas que, en principio, responden a la observación de la realidad e intentan explicarla. En un sentido amplio, un «paradigma» es una teoría o conjunto de teorías que sirve de modelo a seguir para afrontar problemas o situaciones específicas. Los paradigmas son modelos que influyen en cómo vemos el mundo y cómo abordamos problemas en distintos contextos.
- Un paradigma se refiere a un conjunto de creencias, valores, prácticas y suposiciones compartidas por una comunidad o grupo en un determinado momento histórico. Estas creencias y prácticas influyen en cómo se ve el mundo, cómo se interpreta la información y se desarrollan teorías en un campo específico del conocimiento.
- Existen diversos paradigmas que varían según el campo del conocimiento. Por ejemplo, en la ciencia, hay paradigmas dominantes que influyen en la forma en que se realiza la investigación. En la filosofía, los paradigmas pueden ser diferentes sistemas de pensamiento, como el paradigma empirista o el paradigma racionalista. Existen también paradigmas en el resto de campos: Adam Smith: paradigma económico. Freud: paradigma psicológico… las ciencias naturales, en general, son mucho más propensas a constituir paradigmas, a ponerse de acuerdo en un modo determinado de entender las cosas. Los paradigmas sociales pueden incluso contradecirse entre sí, ser totalmente parejos o tener ciertos puntos comunes entre sí. A diferencia de las ciencias sociales, el campo antropológico el ser humano es más complejo e imprevisible y para una mejor comprensión del mismo el paradigma dominante actual resulta ya insuficiente.
- Ejemplos de Paradigma en 5 contextos diferentes
- Ciencia: El paradigma heliocéntrico reemplazó al geocéntrico en la astronomía.
- Educación: El paradigma educativo actual se centra en el aprendizaje activo y participativo.
- Economía: El cambio de paradigma económico puede influir en las políticas gubernamentales.
- Arte: El paradigma artístico contemporáneo desafía las normas tradicionales.
- Psicología: El paradigma conductista enfatiza el papel del entorno en el comportamiento humano.
- Veamos algunos ejemplos de paradigmas en diferentes áreas:
- En filosofía, un paradigma es un conjunto de razonamientos interrelacionados que sirven como modelo para explicar el mundo. Por ejemplo, Platón describió la existencia de un paradigma o modelo divino que influyó en la creación del mundo material. Aristóteles, por otro lado, consideraba los paradigmas como pruebas que permitían inferir reglas generales a partir de casos particulares.
- En el ámbito científico, un paradigma es un principio, teoría o conocimiento originado en la investigación en un campo específico. Estos paradigmas sirven de referencia para futuras investigaciones. Por ejemplo, la teoría de la biogénesis (que afirma que todo ser vivo proviene de otro ser vivo con características similares) reemplazó la antigua idea de generación espontánea.
- Los paradigmas sociales son creencias, términos, percepciones, actitudes y prácticas que caracterizan a una comunidad. Estos moldean las normas de comportamiento y pueden variar entre diferentes grupos. Los paradigmas sociales pueden ser difíciles de cambiar y a veces generan desigualdad o prejuicios.
- La realidad es siempre interpretable e interpretada. Toda interpretación y los conceptos mentales que nos formamos sobre la realidad son provisionales por naturaleza. Ser consciente de esa limitación es una cualidad necesaria para transitar hacia la sabiduría. Un paradigma es un punto de vista, una manera de ver y afrontar la realidad, un prisma con el que intentamos aproximarnos a su conocimiento profundo. Un paradigma determina de antemano el rango de posibles experiencias o descubrimientos; es un factor sobre el que la consciencia ordinaria no tiene conocimiento. Los paradigmas son como si fueran unas “gafas” que se usan para “ver” el mundo, un paradigma es como una lente que nos hace ver la realidad en perspectivas diferentes. Ninguna es falsa en su propio marco, pero ninguna puede comprenderse cuando nos encerramos en otro paradigma diferente. Con esta presentación de la cuestión se trataría de ayudar a las personas a cambiar los cristales de esas gafas con las que miran el mundo, para que puedan ver qué ocurriría al hacerlo.
- Un paradigma es más que simplemente una colección de ideas; es un marco de referencia, marco conceptual que da forma a la manera en que los individuos y las comunidades piensan y trabajan en un campo particular. Los paradigmas influyen en la elección de problemas que se consideran importantes, en los métodos y enfoques utilizados para resolverlos, y en cómo se comunican y comparten los resultados.
- La mayoría de los seres humanos estamos “afiliados” a un paradigma determinado, y suponemos que nuestra forma de percibir y experimentar refleja la realidad objetiva. Abrirse a una nueva forma de pensar y de entender la vida supone superar nuestra zona de confort y abandonar la seguridad de lo “conocido”. Cuando el nuevo paradigma de la realidad se comprende y se verifica personalmente, puede contribuir a transformar la vida de las personas.
- Históricamente esos cambios empezaron a producirse cuando el pensamiento racional, el saber secular, se independizó del saber sagrado. En ese proceso se produce un alejamiento de las creencias religiosas y la búsqueda de explicaciones racionales y científicas para los fenómenos sociales y culturales. La “secularización” del pensamiento se refiere al alejamiento de las creencias religiosas y a la búsqueda de explicaciones racionales y científicas para los fenómenos sociales y culturales en las sociedades modernas. La secularización del conocimiento implica una transformación hacia una comprensión más racional y científica de la realidad, alejándose de las explicaciones religiosas previamente dominantes. Este fenómeno sigue siendo relevante en la sociedad actual, donde la ciencia y la razón desempeñan un papel fundamental.
- A lo largo del tiempo ha habido distintos tipos de intentos de aproximación, explicación a la comprensión de la realidad, entre ellos: «mitológico», «religioso», «racional», «científico» ... La ciencia y la religión influyen grandemente en nuestra forma de ver y estar en el mundo. El avance de la ciencia y de la tecnología abren a la experiencia humana perspectivas inéditas que configuran formas nuevas de percibir el mundo y la vida.
- El tránsito del «mito» al «logos», del pensamiento «mítico» al «racional», el intento de explicación racional de la realidad, supuso un gran salto en la estructuración básica de la mentalidad lógica occidental, fundamentada en el paradigma racionalista que recibimos de los griegos. En ese proceso el papel de la religión fue muy importante.
- El papel de la religión puede variar mucho según la cultura y la época: a lo largo de la historia, la religión ha cumplido varios roles fundamentales: ofrecen respuestas a las grandes preguntas de la existencia, muchas veces actúan como una vía de consuelo, ofreciendo rituales y narrativas para afrontar lo inexplicable o doloroso, establecen normas de comportamiento, promoviendo valores como la compasión, la honestidad, la justicia y el perdón, fomentan el sentido de pertenencia a una comunidad, contribuyen a transmitir tradiciones de generación en generación.
- Paradigmas científicos en la cultura occidental. Cuatro serían básicamente durante los últimos 500 años en la secuencia histórica del pensamiento occidental, las orientaciones del pensamiento que se podrían calificar como "paradigmas interpretativos o epistémicos":
- Paradigma teológico.
- Paradigma filosófico.
- Paradigma científico-positivista.
- Paradigma pospositivista.
- Durante la Edad media el conocimiento ha estado ahormado por el pensamiento teológico con una idea de Dios como vertebrador de todo cuanto existe. La ciencia empieza a secularizarse cuando Descartes sostiene que el mundo existía objetivamente, que era independientemente del observador humano y que no era necesario recurrir a la idea de Dios para explicarlo. La ciencia se ocuparía de los hechos del universo; la religión, de los valores morales y el significado último.
- La «ciencia» es una aproximación provisional a la realidad como anteriormente lo fue el «mito» o la «religión», y no debe pretender ser la única verdad, sino tan sólo un camino para conocer las cosas.
- La «ciencia» es un intento organizado, sistemático, metódico que la humanidad ha utilizado para entender cómo son las cosas. La ciencia es un método de acercamiento a la comprensión de la realidad, que dispone de una serie de herramientas para hacer inferencias, formular hipótesis, teorías, predecir resultados… La ciencia intenta «descubrir las leyes que rigen la naturaleza para dominarla».
- En la edad Moderna la ciencia ha estado sustentada por el paradigma newtoniano-cartesiano, auxiliándose en las matemáticas y en aplicándose a la resolución de problemas prácticos.
- El racionalismo es una corriente filosófica que enfatiza el papel de la razón en la adquisición del conocimiento. El racionalismo se desarrolló en Europa continental durante los siglos XVII y XVIII. Tradicionalmente, se considera que comienza con René Descartes. El racionalismo sostiene que la fuente de conocimiento es la razón dada por Dios y rechaza la idea de los sentidos, ya que nos pueden engañar; defiende las ciencias exactas, en concreto las matemáticas. Contrasta con el empirismo, que enfatiza el papel de la experiencia y la evidencia, sobre todo el sentido de la percepción.
- El empirismo es una corriente filosófica que enfatiza el papel de la experiencia y la evidencia, especialmente la percepción sensorial, en la formación de ideas y adquisición de conocimiento. Para el empirismo la experiencia es la base de todo conocimiento.
- El siglo XIX dio lugar a un genérico empirismo científico caracterizado por el rechazo de cualquier tipo de especulación metafísica a la que consideraron como el principal enemigo de la ciencia y de la filosofía.
- Frente al predominio precedente de la teología, en los últimos siglos la ciencia se ha convertido en el paradigma dominante. El paradigma científico puede definirse como el conjunto de creencias, valores y técnicas compartidos por los miembros de una comunidad científica determinada, esenciales para la ciencia como la observación y la experimentación, la verificación, replicación como requisitos para todo proyecto científico. Una vez adoptado un determinado paradigma todos los fundamentos científicos se deben redefinir en función de esa nueva perspectiva, ya que una teoría nueva sola no basta para reinterpretar la realidad bajo el nuevo prisma, sino que se necesita una revisión completa de sus fundamentos y aplicaciones y cuando una teoría científica alcanza el nivel de paradigma, no se invalida hasta que no exista otra solución alternativa y en caso de no haberla se procede a la búsqueda de otras. El paradigma se convierte, así, en un principio rector del conocimiento y de la existencia humana. El empirismo, por ejemplo, estableció la tradición consistente en tomar la percepción sensible como paradigma fundamental, si no único, de la experiencia consciente y de la experiencia cognoscitiva…
- Los paradigma en el ámbito científico. El filósofo e historiador de la ciencia, Thomas S. Kuhn define «paradigma» como "una completa constelación de creencias, valores y técnicas, etc. compartidas por los miembros de una determinada comunidad". El paradigma científico es el conjunto de realizaciones teóricas y prácticas de una ciencia compartida por los miembros de la comunidad científica. El paradigma en un sentido amplio, incluye aspectos ontológicos y epistemológicos fundamentales, que proporcionan el horizonte desde el cual se construyen los diferentes modelos teóricos y teorías de un nivel inferior, presentando las directrices generales de agrupamiento de las diferentes teorías en los campos disciplinares de cada ciencia. El papel de la comunidad científica de cada disciplina en el desarrollo del paradigma es clave ya que la ciencia es una empresa humana colectiva y como tal las discusiones científicas son producto de la comunicación y la tarea coordinada y conjunta de los científicos que trabajan en el desarrollo de esa disciplina a través de sus diversas teorías y experimentos. El paradigma aceptado en el consenso científico imperante en una época histórica dada establece formas de ver e interpretar la realidad, también abre líneas para la creación de propuestas para la investigación futura, las teorías y prácticas derivadas del uso de un método científico y sus aplicaciones metodológicas concretas.
- El avance en la ciencia no es lineal, sino que se produce mediante cambios abruptos de paradigma, que denominamos “revoluciones” científicas. Estas revoluciones marcan un cambio en la forma en que se conciben y se abordan los problemas, lo que a menudo lleva a una reevaluación completa de las teorías y conceptos previamente aceptados.
- Cuando un paradigma se enfrenta a una contradicción importante, puede surgir una crisis en el campo de conocimiento. Esta crisis puede llevar a un reexamen y una reevaluación de las creencias y suposiciones fundamentales, y en última instancia, a un cambio de paradigma si se encuentran nuevas formas de explicar los fenómenos.
- El paradigma científico tradicional, centrado en el realismo, el empirismo y el positivismo, ha alcanzado los límites de su utilidad en la gran mayoría de las áreas del saber, y se impone la necesidad de hallar otro. No es en sus "derivados" y aplicaciones tecnológicas donde se revela su deficiencia, pues éstos a menudo ni siquiera se deducen de "la ciencia", sino que, debido a incontables factores ideológicos y metodológicos, esas nuevas perspectivas nacen y se desarrollan al margen de ella y, a veces, contra ella.
- El agotamiento del paradigma radica no sólo en su inconsistencia interna, epistemológica, sino, sobre todo, en su incapacidad para dar explicaciones adecuadas e intelectualmente satisfactorias de la realidad que nos circunda y de los fenómenos que percibimos; y esta incapacidad hace repercutir su esterilidad y pobreza, y frena el progreso y avance de los verdaderos conocimientos que necesitamos.
- Cuando un paradigma científico va agotando su capacidad de explicar la realidad, su poder de generar conocimientos útiles, en el área para la cual se creó, lo más sabio y lógico es pensar en concebir otro, cambiar el "modo de pensar" a partir de nuevos conceptos básicos, de nuevos axiomas, de nuevos postulados, de nuevos presupuestos.
- La crisis de los paradigmas científicos empieza a plantearse abiertamente a mediados del siglo XX. No están en crisis los paradigmas de las ciencias, sino el paradigma de la ciencia en cuanto modo de conocer. La gravedad del problema planteado nos llevará a reflexionar y a excavar más a fondo: a examinar los cambios de paradigma necesarios para abordar los nuevos y enigmáticos fenómenos que se nos presentan y a los cuales intentamos hallar una más adecuada explicación…
- Aunque los científicos convencionales dicen que muchos de estos nuevos datos son subjetivos o incluso fraudulentos, en realidad representan anomalías para el paradigma materialista, porque si esos fenómenos son reales, entonces la afirmación materialista de que “no existe nada más que la materia” está directamente refutada.
- La crisis de los paradigmas científicos en nuestros días ha estallado de manera incontenible e inocultable. Hoy, ningún pensador, medianamente responsable, puede seguir transitando, con la tranquila seguridad de otros tiempos, los caminos trillados del antiguo paradigma cartesiano-newtoniano.
- La ciencia no sólo crece por acumulaciones de nuevas ideas y conocimientos, sino también por revoluciones científicas, es decir, por cambios de paradigmas epistemológicos, que sustituyen las reglas básicas de una "racionalidad" por las de otra y que, por la inercia mental, las rutinas y los hábitos intelectuales, por un lado, y, por el otro, los intereses creados retardaron por más de un siglo su aceptación.
- En la actualidad, la «ciencia» ha reemplazado a la teología y a la filosofía como principio directivo de la existencia humana, el cual se cree que es lineal, con una acumulación gradual de conocimientos sobre el universo.
- A pesar de los progresos tecnológicos, estas disciplinas científicas, no han podido dar respuesta a la realidad, porque no puede observar todas las variantes que intervienen en un fenómeno determinado y por más que quiera no puede evitar ciertas creencias.
- El teorema de J. S. Bell, por ejemplo, un físico del Centro Europeo de Investigación Nuclear, centrado en el estudio de la estructura de la materia, y que es considerado como el trabajo más importante de la física moderna -y realizable también a escala macroscópica-, demuestra, matemáticamente, que si las predicciones estadísticas de la teoría cuántica son correctas, varias ideas del hombre acerca del mundo, fundamentadas en el "sentido común", son falsas o equívocas; y entre estas ideas está el principio de causalidad. Bell estaría demostrando la incapacidad de la racionalidad clásica para comprender la realidad, y la necesidad de un nuevo paradigma. Y sin embargo, las predicciones estadísticas de la nueva ciencia de la mecánica cuántica ¡son siempre ciertas! De ahí aparecería más clara la necesidad de un nuevo paradigma más integrador, más unificador, más totalizante y más holista.
- El escritor y presidente de la República Checa, Vaclav Havel, hablaba del "doloroso parto de una nueva era", y decía que "hay razones para creer que la edad moderna ha terminado", y que "muchos signos indican que en verdad estamos atravesando un periodo de transición en el cual algo se está yendo y otra cosa está naciendo mediante un parto doloroso".
- Necesitamos con extremada urgencia estudios integradores que estructuren un nuevo modelo de racionalidad y pongan las bases que hagan posible una síntesis coherente y lógica, donde tengan cabida todos los conocimientos existentes sólidamente fundamentados.
- El ser humano a lo largo de la historia ha empleado diversidad de formas de conocimiento, y diversas perspectivas de acercarse a la comprensión de la realidad (mitología, magia, religión, filosofía, contemplación, experiencias místicas, conocimiento científico…). El propósito del conocimiento científico es explicar la realidad y los fenómenos de la naturaleza. Existe un método científico para adentrarse en el conocimiento de la realidad objetiva. Ese conocimiento científico se obtiene a partir de la experimentación, la observación, el estudio y el análisis de los hechos o fenómenos y se debe hacer de manera ordenada, sistemática y comprobada… todo ello se hace mediante procedimientos rigurosos que garanticen la validez, objetividad y universalidad de los datos. A este conjunto de procedimientos lo llamamos método científico. El conjunto de saberes obtenidos por la ciencia constituye el conocimiento científico: se distingue del resto de los tipos de conocimiento en que este es verificable, racional, objetivo y universal.
- Es urgente someter a crítica el modelo científico-racionalista dominante en los últimos siglos, desenmascarar la ideología que subyace al mismo e impugnar radicalmente algunas de sus planteamientos.
- Con la Edad Mderna la percepción mecánica del universo llevó a parcelar la realidad en pequeños fragmentos para conocerla mejor, apoyándose en la premisa de que las máquinas que constituyen el universo –entre otras, el ser humano- no son sino trozos separados que pueden funcionar individualmente sin necesidad de los demás fragmentos. O sea, que se apoyaba en un paradigma de separación: todas las partes del universo están separadas entre sí; los seres humanos, por lo tanto, también. Así es como se pretendía que funcionaba el todo, cada uno en su burbuja. No podemos imaginar hasta qué punto esa mentalidad ha influido en nosotros esa manera de pensar, hasta qué punto ha condicionado nuestra percepción de la realidad y, en consecuencia, nuestra manera de vivir. Hasta hace poco, se creía que ésa era la óptica correcta.
- En todo caso, nuestras verdades serán siempre temporales y nunca definitivas, provisionales y modificables… el fruto de una dialéctica sujeto-objeto en la cual el sujeto es hijo de su tiempo, de su formación, de sus valores y creencias.
- En estas últimas décadas está emergiendo un nuevo paradigma, y su emergencia se observa en muy diferentes disciplinas (desde la física, la biología, la medicina... a la psicología, a la economía, etc.) cuando en estas disciplinas se han ido aceptando sus postulados básicos y renunciando a un trasnochado empirismo reduccionista cuya defensa epistemológica está llena de paradojas que chocan con la lógica más simple. Este paradigma, por otra parte, no es una utopía, pues está funcionando en la física moderna y lo tenemos en plena acción en la naturaleza del hombre mismo que, siendo de facto un ser físico-químico-biológico-psicológico-social-cultural-espiritual, no es un agregado de entidades, sino una síntesis vital y funcional, que se constituye como un "individuo" (es decir, indiviso), y lo reconocemos como una “persona”.
- En los seres vivos se da una organización de sistemas imbricados en varios niveles (físicos, químicos, neurofisiológicos, psicológicos, etc.) cuya comprensión requiere el descubrimiento de un paradigma epistemológico más adecuado que integre esa diversidad de aspectos.
- Y siguiendo las ideas de dos impotantes pensadores interesados en estas cuestiones Ken WILBER y A. GOSWAMI: Hoy en día se habla mucho de «paradigmas» especialmente de paradigmas «nuevos y superiores», una especie de «superteorías», visiones globales del mundo que no sólo abarcan todas las ciencias físicas, sino que también incorporan el conocimiento superior que nos aporta la filosofía, la psicología y la religión místico-trascendental. De alcanzar tal visión habríamos logrado, por fin, algo realmente importante, un auténtico paradigma globalizador, una verdadera «teoría de campo unificado» que englobe a la ciencia, la filosofía y la religión mística. En realidad, esto es, precisamente, lo que afirman hoy en día especialistas muy cualificados, sensatos y dotados, procedentes de muy diversos campos.
- Supongamos que tal paradigma provisional es posible y califiquémoslo de «paradigma trascendente». Así pues, el «paradigma trascendente» es un conocimiento global que no sólo incluye el «hardware » de las ciencias físicas sino también el «software» de la filosofía y de la psicología y el «trascendental ware» de la religión místico-espiritual. Si realmente está comenzando a emerger un paradigma nuevo, superior y comprehensivo, que reúne todas estas características -cosa que realmente creo- el principal problema que deberá afrontar -un problema que todavía no ha sido debidamente tratado- es el de su relación con la ciencia empírica. Cualquier paradigma «nuevo y superior» que no sea una ciencia empírica adolecerá de medios de adquirir conocimiento y, por lo tanto, no tendrá la menor validez.
- En las últimas décadas, la ciencia ha iniciado una necesaria pero inesperada reevaluación de la sabiduría antigua. Si bien la tendencia general de la ciencia desde el siglo XVII ha sido mantener un enfoque material, en las últimas décadas del siglo XX la ciencia comenzó a explorar el ámbito espiritual previamente marginado. El recién nacido paradigma de la ciencia es muy armonioso con ideas como Dios, el alma, el cielo, el infierno, el karma y la reencarnación; en resumen, el “paquete” completo.
- Así, la vieja ciencia de estos últimos tres siglos nos ha enseñado que todos los fenómenos son fenómenos de cosas formadas por materia. Es un monismo basado en la idea de que la materia es la base de todo lo que existe. La ciencia convencional se basa en el concepto de que la materia es la piedra angular de todas las cosas. La vida, la mente y la conciencia serían, por tanto, meros epifenómenos (fenómenos secundarios) de la materia. En cambio, el nuevo paradigma postula un monismo basado en la primacía de la conciencia: que la conciencia (llamada Espíritu, Dios, Mente de Dios, Ain Sof, Tao, Brahman, etc., en las tradiciones populares y espirituales), y no la materia, es la base de todo lo que existe; un monismo basado en una conciencia unitiva y trascendente, pero que se vuelve múltiple en seres sintientes como nosotros. Nosotros somos esa conciencia. Todo el mundo de la experiencia, incluida la materia, es la manifestación material de formas trascendentales de conciencia.
- Esta visión monista de la realidad, que yo llamo idealismo monista, es bastante antigua y constituye la base de las grandes tradiciones espirituales del mundo, razón por la cual a veces se la llama filosofía perenne. En el cristianismo esotérico, la base de la existencia se llama la Mente de Dios, el mundo arquetípico trascendental es el Cielo y el mundo de la experiencia es la Tierra. En el pasado, la aceptación científica de este punto de vista era limitada, ya que los idealistas no podían explicar conceptos como la trascendencia y la autorreferencia (cómo el Uno puede dividirse en un sujeto/yo que puede referirse a sí mismo y separar objeto(s) de sí mismo), en términos científicamente accesibles. El nuevo paradigma de una ciencia dentro de la conciencia, a veces llamada ciencia idealista, comenzó cuando estos conceptos ganaron credibilidad científica.
- La ciencia empírico-analítica pertenece al ojo de la carne, la filosofía fenomenológica y la psicología al ojo de la mente y la religión/meditación al ojo de la contemplación, cualquier nuevo paradigma auténticamente trascendental deberá integrar esas diversas perspectivas… Cualquier paradigma transpersonal auténticamente comprehensivo deberá recurrir por igual al ojo de la carne, al ojo de la mente y al ojo de la contemplación. El nuevo paradigma debería integrar utilizando los tres modos de adquirir conocimiento disponibles para el alma: conocimiento trascendente, conocimiento racional y ciencia. Cualquier nuevo paradigma auténticamente trascendental deberá utilizar e integrar los tres ojos, ordinario, sutil y causal. Y puesto que, hablando en términos generales, la ciencia empírico-analítica pertenece al ojo de la carne, la filosofía fenomenológica y la psicología al ojo de la mente y la religión/meditación al ojo de la contemplación, cualquier nuevo paradigma auténticamente trascendental deberá integrar esas diversas perspectivas.
La secularización del pensamiento: del pensamiento religioso al conocimiento racional y científico
Crisis de los paradigmas
Estamos llegando al final de la ciencia convencional
Un nuevo paradigma emergente
Fuente: elaboración a partir de materiales diversos
Ver también:
Adentrándonos en una nueva visión de la realidad
Quizás sea un sueño, una ilusión… pero, ¿y si fuera realidad?
Per a «construir» junts...
«És detestable aquest afany que tenen els qui, sabent alguna cosa, no procuren compartir aquests coneixements».
(Miguel d'Unamuno, escriptor i filosof espanyol)
Si el que aquí se t‘ofereix ho trobes interessant…
No t’ho guardis per a tu sol…
Les teves mans també són necessàries...
comparteix-ho, passa-ho...
Junts podem contribuir a ampliar la consciència «global»
Para «construir» juntos...
«Es detestable ese afán que tienen quienes, sabiendo algo, no procuran compartir esos conocimientos».
(Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español)