ÚLTIMES NOVETATS COMENTADES
No basta con creer, pensar, filosofar, conceptualizar o teorizar sobre un determinado estado, nivel de conciencia o condición espiritual; si lo que se pretende es que ello adquiera validez y sea integrado en el Ser, será necesario tener que sentirlo, vivirlo, llevarlo a la práctica y experimentarlo en carne propia, aun cuando ello suponga un fatigoso pesar. (Ricart BARRUFET SANTOLÀRIA)
1. PROPÒSIT D'AQUEST LLOC
Contribuyendo a construir una sociedad más humana.
Hacia una relación ecologica que sea integral, el conocimiento de uno mismo, el crecimiento personal y la mejora de las relaciones humanas...
Despertar... para renacer
En la vida diaria, la mente humana es comparable a un pasajero en un barco; sólo ve el horizonte. Pero lo que hay más allá, es mucho mayor y más grandioso que lo anterior. Nuestra consciencia del yo sólo reconoce la realidad que es captada por la razón y los sentidos. La magnitud de lo que hay más allá de esa capacidad de conocimiento es inimaginable. (W. Jáger)
Sólo tomando consciencia de que estamos dormidos, tendremos la posibilidad de despertar.
«Cada uno ve el mundo según la idea que tiene de sí mismo.
Según lo que crees ser, así crees que es el mundo». (Nisargadatta)
Primum vivere, deinde philosophare (lo primero es vivir, luego filosofar), decían los antiguos. Pero hay también personas sencillas que han aprendido a vivir en profundidad, en profunda conexión con ellas mismas. ¿Cómo vivimos, conectados con lo epidérmico o enraizados en lo profundo? Podemos aproximarnos a la realidad desde perspectivas diferentes. Sin embargo, la realidad no siempre es lo que parece. Más allá de las formas que percibimos, está la otra cara de lo real, lo que permanece oculto a los sentidos y a la mente. Hay otro nivel profundo que trasciende las formas y las sostiene. La tragedia es vivir en la ignorancia de esa dimensión profunda. El gran problema de Occidente es que solamente nos hemos acostumbrado a ver la cara externa, las apariencias. Es como si viviéramos un sueño, enajenados, alienados, alejados de esa realidad profunda que es la fuente que nos da vida y nos sostiene. El camino para la liberación es el camino del autoconocimiento, la comprensión profunda de lo que somos. (E. Martínez)
Estamos soñando. Hay que despertar del sueño en el que habitamos. La mayoría de los seres humanos, aunque creen estar despiertos y ser habitantes del único mundo, en realidad están soñando, habitando en sus respectivos mundos subjetivos y particulares. El ego cae, de este modo, en una ilusión: cree ver «la realidad», pero lo que «ve», fundamentalmente, es el reflejo de sus propias creencias. Comienza a soñar. La Realidad, en toda su amplitud, riqueza y constante novedad, le es desconocida.
El ego sueña porque se mueve en el círculo cerrado de sus propias creaciones mentales. Una auto-imagen mental define al yo y, a su vez, estas ideas que tiene sobre sí condicionan su percepción del mundo, sus ideas sobre la realidad.
Cada individuo suele habitar en un universo único, particular. Lo construye con el material de sus vivencias y percepciones, las cuales han sido filtradas por sus creencias, valores e intereses, por los condicionamientos que le han impuesto su cultura y su educación, y por la particular interpretación que ha hecho de su experiencia pasada. En la medida en que el yo superficial no es consciente de la subjetividad y arbitrariedad que caracteriza a estos filtros, pues está totalmente identificado con ellos, confunde su particular interpretación de las cosas con la realidad. No advierte que sus creencias crean una realidad a su medida. Que sólo ve lo que quiere ver y lo que no contraria dichas creencias. En otras palabras, que su percepción opera siempre como un mecanismo de proyección mediante el cual superpone en el ámbito de los hechos su propio mundo mental. En resumen, el mundo es para cada persona lo que esta de hecho piensa o cree que es. Las personas que conviven con nosotros y las que nos cruzamos diarariamente por la calle están viviendo, literalmente, en universos diferentes. (M. CAVALLÉ: La sabiduría recobrada)
Conocimiento de uno mismo. Sólo el conocimiento profundo de uno mismo, arraigado en el conocimiento de nuestro lugar en el cosmos, puede ser fuente de plenitud y de verdadera y permanente transformación dentro del movimiento global de la persona hacia su completa realización. (M. CAVALLE)
Condiciones adecuadas que nos impulsen hacia el crecimiento personal. Cuando alguien planta la semilla de un árbol, no duda en ningún momento que, en el caso de que dicha semilla tenga las condiciones adecuadas, llegará a ser un árbol espléndido (siempre que se le otorguen las condiciones adecuadas).
Somos relación. Nos necesitamos unos a otros ... crecemos de una manera o de otra en función de las relaciones que tenemos o no tenemos ... Depende de la calidad de las relaciones que vivimos estamos en el mundo de una manera o de otra ... (M. del Mar ALBAJAR)
Ensanchar nuestro espacio interior para una escucha profunda. En medio del griterío externo e interno, es preciso saber distinguir nuestra verdadera voz. Ello requiere escucha y atención, es decir, silencio, y un espacio interior de soledad que nos acompañe siempre, también en nuestro trato con los demás y en el ajetreo diario. (M. CAVALLÉ)
Escuchar nuestra voz más íntima. Necesitamos detener el ritmo ... para aprender a escuchar el silencio ... y en el silencio escuchar la voz que habla silenciosa en nuestro corazón ... un oreo suave pero inolvidable ... (M. del Mar ALBAJAR)
Horizonte de sentido. ¿Sin un proyecto de sentido, sin un horizonte que dé sentido a las pequeñas cosas de cada día, la existencia no se convertiría para el hombre en un tedio insoportable? Es lo que sucede cuando el hombre ya no sabe por qué vive, en función de que actúa, y se da cuenta que se ha convertido en esclavo de un engranaje impersonal, que está condenado a producir y a consumir, sin libertad, incapaz de dar sentido a lo que elige, a su compromiso. El hombre falto de sentido se convierte en un enfermo, herido de muerte. (Cebrià PIFARRE)
El gran reto formativo
Corremos el riesgo de quedar sepultados bajo una gran cascada de datos dispersos, incluso contradictorios. ¿Cómo elegir en ese río revuelto lo que es significativo, lo que resulta clave para nuestra vida? Hoy uno de los retos formativos más importantes consiste en facilitar a los hombres y mujeres de nuestros días una visión moderna, actual, positiva sobre cuestiones relevantes que afectan nuestra vida.
Este lugar no está pensado para especialistas. No se propone la erudición como meta. Intenta más bien ofrecer a todos, pero especialmente al gran público y a quienes dispusieron de menos oportunidades para formarse, con un lenguaje sencillo, comedido, comprensible, asequible para el público en general y a partir de recursos y materiales propios y ajenos, una visión amplia, moderna, enriquecedora y crítica de cuanto puede servirnos para actuar mejor en el presente y afrontar con más seguridad el futuro, contribuyendo así a una mejor «formación» de los ciudadanos y a una mejora de nuestra «calidad» humana.
Lo propio del ser humano es vivir «ENTREVALORES» y no simplemente vegetando.
2. ÚLTIMES NOVETATS COMENTADES
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"Del mito al logos" describe el paso del pensamiento mítico al pensamiento racional en la antigua Grecia, marcando el nacimiento de la filosofía. Este concepto se refiere a una transformación intelectual que ocurrió alrededor del siglo VI a.C. en ciudades como Mileto,
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La realidad es siempre interpretable e interpretada. Todos los conceptos que construimos son siempre provisionales y sujetos a modificación. Un modelo que se centra en el propósito, la finalidad, de nuestra existencia humana: el crecimiento del alma individual mediante la vivencia de experiencias de aprendizaje en esta y a lo largo de sucesivas vidas.
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Qué es y qué no es la «conversión ecológica». ¿En qué consiste? ¿De qué va la conversión ecológica? La «conversión ecológica» es un cambio profundo de mente, corazón y estilos de vida: nos lleva a relacionarnos de manera nueva con Dios, con los demás y con la creación. No es una moda “verde” ni un apéndice snob, afecta la espiritualidad, la ética y las decisiones concretas que tomamos cada día.
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Nos hemos transformado en entidades meramente productivas, en siervos del dinero, en que las necesidades humanas de cuerpo sano y vital, emoción y sentimientos, pensar creativo y Alma, simplemente no caben. La formación del corazón constituye un reto universal para humanizar el desarrollo y el crecimiento de cada persona.
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El desafío hoy para el mundo es la creación de una nueva humanidad de justicia, diálogo, armonía y paz social, comenzando por lo más próximo que tenemos en nuestro alrededor. Este mundo necesita un profundo cambio individual y sistémico. Toda actividad social y política debe tener como objetivo global estratégico la humanización de la sociedad.
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Somos seres espirituales viviendo experiencias en un cuerpo físico, un ser espiritual que tiene una experiencia de aprendizaje en el mundo físico. El mundo que conocemos es sólo uno de los muchos «lugares» en los que existimos. Cada uno de nosotros tiene un plan designado para la vida en la Tierra, que poco a poco se va desarrollando ante nuestros ojos y del que no somos conscientes. La muerte física es simplemente la muerte del cuerpo físico.
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¿Alguna vez te has preguntado qué sucede después de la muerte? ¿La conciencia sobrevive a la muerte? El misterio de las experiencias cercanas a la muerte (ECM). La teoría cuántica de la conciencia. ¿Por qué miles de personas ven la misma "luz" al morir?. ¿Podemos permanecer conscientes después de la muerte clínica?
Per a «construir» junts...
«És detestable aquest afany que tenen els qui, sabent alguna cosa, no procuren compartir aquests coneixements».
(Miguel d'Unamuno, escriptor i filosof espanyol)
Si el que aquí se t‘ofereix ho trobes interessant…
No t’ho guardis per a tu sol…
Les teves mans també són necessàries...
comparteix-ho, passa-ho...
Junts podem contribuir a ampliar la consciència «global»
Para «construir» juntos...
«Es detestable ese afán que tienen quienes, sabiendo algo, no procuran compartir esos conocimientos».
(Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español)

