titulo de la web

INVITACIÓN A DESCUBRIR UNA NUEVA «EDUCACIÓN»

La otra mirada sobre la «Educación»

La otra mirada sobre la «Educación»: la Educación y la Formación, algo más que estudios o formación académica.

Nos educaron para una sociedad que ya no existe.

Ahora, cuando en medio de la sociedad actual nos sobrevienen las dificultades, es cuando notamos la falta de una mejor formación para afrontar la nueva situación.

Necesitamos nuevamente aprender a «vivir», no solo a «sobrevivir», en medio de sociedades abiertas, dinámicas y complejas como las actuales.

Hoy se requiere una Educación que forme en aquello que es nuclear en la vida humana.

¿Quién no se ha encontrado alguna vez contrariado ante las dificultades de comunicación con su pareja, impotente ante la laboriosa tarea de la educación de sus hijos, abrumado por la sobreabundancia de información, la rapidez de los cambios sociales, la avalancha de ofertas, la disparidad de modelos y formas de vida entre los que escoger...?

La «Educación» y la «Formación», herramientas imprescindibles para vivir en el s. XXI.

La Educación no es sino una manera de ser, de estar en el mundo.

A más de uno le puede sorprender oír hablar de «Educación», pensando en personas adultas. Le puede incluso hacer hasta sonreír… Puede estar pensando: “eso de la educación creo que ya no es para mí”, “yo a mi edad...”. Es más, a veces oímos, entre algunos conciudadanos nuestros, el siguiente comentario:

- «Eso de la educación ya no es para mi»
- Seguro que no es para a ti?, le contesta su interlocutor.
- Sí, aunque no te lo parezca, también es para ti !!!

Si como nuestro interlocutor también tú piensas así, es quizás porque en tu mente todavía perdura un viejo concepto, ya caduco, de la «Educación» y la «Formación».

Somos herederos de una cierta concepción de la «Educación» excesivamente ligada a los estudios y al progreso académico y demasiado poco relacionada desarrollo personal y con la vida. La Educación y la Formación no solamente son una mercancía para la promoción o el ascenso social. Aquí destacamos la riqueza y el tesoro que suponen para el desarrollo personal de cada uno.

Herederos de una concepción tradicional

Hemos dedicado unos primeros años de nuestras vidas a pasar por la escuela o el instituto; y en ellos hemos invertido unas energías que transcurridos los años cada uno puede valorar hasta qué punto lo que nos transmitieron, lo que aprendimos, valió la pena o no, si le ha servido a uno posteriormente en la vida o no.

Quizás lo seas tú, lo somos en cierta manera todos, hijos, herederos, de una cierta concepción de la «Educación», transmitida por la sociedad y el propio sistema educativo tradicionales, excesivamente atada a los estudios y al progreso académico y demasiado poco relacionada con la vida. Y como consecuencia quizás perdure todavía en nuestra mente una imagen de la escuela y la Educación que hoy en día ya no se corresponde con la realidad educativa actual.

Tal vez partamos de una imagen, de una concepción de lo que es la Educación y la Formación, en definitiva la cultura, anquilosados. Quizás pensemos que eso de la Educación es para niños y jóvenes, pero no para nosotros, que nosotros, adultos hechos y derechos, por suerte ya no necesitamos de Educación,  que ya nos ha pasado el tiempo, que estamos ya fuera de edad,  que a estas alturas: qué nos van a enseñar o qué vamos a aprender.

La transformación del mundo educativo

Pero desde que dejamos la escuela, los años han ido transcurriendo y la vida y la sociedad se han ido trasformado y con ellos las concepciones sobre las cosas. También en el campo educativo se ha producido esta evolución.

Nos educaron para un tipo de sociedad que ya no existe.

Nos educaron para el tipo de sociedad en la que entonces nos encontrábamos, unas sociedades tradicionales, estáticas, muy diferentes a las actuales. En aquel entonces no nos pudimos imaginar el giro que iba a dar la vida en las siguientes décadas. Un cambio inimaginable en aquella época. Ahora, cuando en medio de la sociedad actual nos sobrevienen las dificultades, es cuando notamos la carencia educativa, la falta de una mejor preparación para afrontar la nueva situación, para afrontar tan rápida transformación que ha experimentado la vida.

 Y es que hemos sido pacientes sufridores de una concepción y una práctica educativa tradicional, de una manera de entender la Educación, que se parecía más a “mostración”, a “enseñanza” que a auténtica «Educación», que estaba más ligada a los saberes “académicos” que a los saberes “prácticos” para la “vida”, entendida ésta en su sentido más amplio;  una educación aislada de la vida y del entorno de la persona.

Hacia una nueva Educación

Hoy en día, la Educación, como todo, ha evolucionado mucho y por tanto quizás convendría actualizarnos, renovar nuestra concepción sobre la misma, ponernos al día al respecto. Hoy está surgiendo una nueva Educación todavía no mayoritariamente extendida, pero que poco a poco se va abriendo paso entre nosotros: una Educación renovada que intenta trabajar más los aspectos formativos que los informativos o meramente instructivos.

Sin embargo, a pesar de la transformación general experimentada por el mundo educativo existen todavía ciertas inercias heredadas del pasado, rutinas y resistencias, que mantienen todavía mucha práctica docente anclada en el pasado. El profesorado encargado de llevar a cabo esa nueva Educación es una pieza fundamental. Su papel y la manera de entender su profesión son una pieza clave.

Existen muchos profesionales del sector que están bien preparados en sus  respectivas especialidades, que saben enseñar, que saben incluso pedagogía,  pero que han descuidado su labor “educativa”, y muchos se sienten incapaces de “educar”. En la actividad docente todavía se pone demasiado el acento en la enseñanza y demasiado poco todavía en los aspectos educativos y formativos de esas enseñanzas.

Hoy se entiende que no es la acumulación del saber lo que interesa, sino el desarrollo de aquellas competencias que permitan a las personas adaptarse al medio y transformarlo de acuerdo con sus necesidades. Estas competencias hacen referencia a aquello que es nuclear en la vida humana:

Nuestro propio conocimiento como seres humanos, la salud, las relaciones personales y sociales, las relaciones con nuestro entorno natural y social, la comunicación como forma de relación, la ciencia y la técnica como medios de conocimiento y transformación de nuestro entorno…

La necesidad de ponernos al día

Hoy, aunque en un principio la idea pudiera parecernos sorprendente, necesitamos nuevamente aprender a «vivir», no solo a «sobrevivir», en medio de unas sociedades abiertas y dinámicas, tan complejas como las actuales. La Educación tiene como una de sus finalidades primordiales el enseñar a «vivir»; enseñar a «vivir» en un sentido amplio y no solamente enseñar a “sobrevivir» en el ámbito y el mundo académico, sin relación posterior con la vida, sin conectar con las necesidades, preocupaciones y problemas reales de las personas. Hoy necesitamos estar preparados para desenvolvernos dignamente y “vivir” una vida de calidad en medio de la compleja sociedad actual: una sociedad mutante, llena de retos y de sorpresas.

¿Quién no se ha encontrado alguna vez contrariado ante las dificultades de comunicación con su pareja?¿Quién en ocasiones no se ha sentido impotente ante la laboriosa tarea de la educación de sus hijos ¿Quién no se ha sentido perplejo, desorientado, desbordado, ante ciertas situaciones que le han sobrevenido en su vida? ¿Quién no se ha sentido abrumado por la sobreabundancia de información, la rapidez de los cambios sociales, la avalancha de ofertas, la disparidad de modelos y formas de vida entre los que escoger?¿Quién no siente la necesidad de una mayor formación al asumir una nueva función social como la maternidad o paternidad, la representación social o comunitaria, nuevos conocimientos sobre temas de salud personal, conocimientos y actitudes respecto al medio ambiente, etc.?

Y desde esta perspectiva, en muchos aspectos nos sentimos desarmados; sentimos que necesitamos una mejor preparación, dotarnos de un mejor equipaje, de una mejor armadura para transitar por la situación actual. Precisamos una mejor formación en un amplio abanico de competencias, hoy día necesarias, que abarcan una amplia gama de aspectos que  en su conjunto constituyen la vida humana, que van desde el ámbito laboral y profesional, pasando por el social, cívico, académico, cultural, hasta el ámbito familiar y por supuesto en el terreno individual y personal; en todos los cuales una verdadera Educación de calidad debiera incidir.

Requerimos de una Educación, de la cual la mayoría en la actualidad carecemos, que nos proporcione la formación adecuada para afrontar los retos que se nos puedan plantear en la vida personal, laboral, familiar, social, cívica o comunitaria.

Existe una conciencia social cada vez más extendida de que la Educación es un bien del que debemos hacer uso para tener una sociedad más justa, más armónica, mejor preparada para enfrentarse a los retos que se nos plantean. Por tanto si denotas que en ti todavía perdura aquella vieja mentalidad, aquella vieja concepción de la Educación anteriormente descrita es que, sin duda, necesitas de Educación, de Formación... puesto que ésta, bien entendida, como primera tarea debería ayudarte a comprender que tú también, a pesar de tus reservas, necesitas formarte, educarte, reciclarte, actualizarte, ponerte al día.

Si así lo hicieras y tuvieras la suerte, el acierto, de toparte con buenos «educadores» y no solo con buenos «enseñantes», quizás te ayudarían a explorar los saberes y las competencias necesarias para llevar hoy una vida de calidad, a descubrir la fuerza, el ímpetu, la energía, la nueva savia que late tras una actividad educativa bien llevada,  te infundirían el impulso necesario para explorar, sumergirte en nuevas perspectivas, para recorrer nuevos senderos, para abrirte a nuevos horizontes y encaminarte hacia nuevas metas; te ayudarían a descubrir la nueva mentalidad educativa, su esencia, lo que se esconde tras las prácticas docentes cotidianas.

Invitación

Empezamos una nueva temporada. Al inicio de este nuevo período, quisiera comenzar transmitiéndote una convicción personal. Me dirijo a ti, amable visitante de este lugar, para expresarte mi convencimiento de que eso de la Educación vale la pena, de que puede llegar a interesarte, a importarte, incluso a seducirte si llegas a descubrir la fuerza, la riqueza, la potencialidad que se esconde tras tan noble tarea (convicción que al final, tras haberte sumergido en este lugar y haberte convencido por ti mismo, espero compartamos).

Espero que descubras que eso de la Educación sí te concierne, que sí te afecta, que sí va contigo, que no tiene edad, que sí tiene que ver con tu percepción de las cosas, con tu mentalidad, con tu vida, que cualquier edad es buena para desarrollar las propias cualidades y capacidades, que es precisamente la herramienta, el elixir saludable que quizás nos permita empezar a tomar conciencia de nuestra situación.

Desearía que tras esa tu inmersión por este lugar te convencieras a ti mismo de que sí, de que eso de la Educación vale la pena, de que eso de la Educación no es ya una actividad, como tal vez pensabas en un principio, para otros, una actividad para ociosos, sino que en ella podemos encontrar la esencia misma que nos permita abrirnos hacia nuevos horizontes, hacia el descubrimiento de nuevos entornos, hacia nuevas e inexploradas metas, la fuerza que nos impulse a levantarnos con energía renovada de nuestra situación actual, un medio que nos ayude a encontrar mayor sentido a lo que hacemos en nuestra vida.

Herramientas para vivir en el s. XXI

Convendría, en fin, no confundir  «Educación» con: escuela, estudios, exámenes, notas… La «Educación» de la que aquí hablamos persigue penetrar en el interior del corazón del ser humano y no quedarse en la superficie: motivar, despertar nuevas actitudes, abrir nuevos horizontes...

Te animo, pues, a que te sumerjas en el contenido de este sitio creado para ti y descubras otra perspectiva de la Educación, esa fuerza escondida, desconocida,  que lleva implícita una auténtica Educación. La otra mirada sobre la Educación: el elixir que nos permita despertar del sueño en el que quizás inconscientemente estamos sumidos.

La «Educación» y la «Formación», herramientas imprescindibles para vivir en el s. XXI. Averigua hacia dónde se encamina la verdadera “Educación». Explora otra perspectiva...  Sumérgete en una nueva dimensión... Indaga en su verdadera faceta… Descubre su auténtica dimensión !!!.

Porque en el fondo la Educación, como la cultura, bien entendida no es sino una manera de ser, de afrontar los problemas, de estar en el mundo.

Elaboración propia

Ver la presentación flash: Herramientas para vivir en el S. XXI


Per a «construir» junts...
Són temps per a «construir» junts...
Tu també tens la teva tasca...
Les teves mans també són necessàries...

Si comparteixes els valors que aquí defenem...
Difon aquest lloc !!!
Contribuiràs a divulgar-los...
Para «construir» juntos...
Son tiempos para «construir» juntos...
Tú también tienes tu tarea...
Tus manos también son necesarias...

Si compartes los valores que aquí defendemos...
Difunde este sitio !!!
Contribuirás a divulgarlos...