VIDA Y OBRA DE ERICH FROMM
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| Biografía  | |
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 Durante los años '40 Fromm desarrolló una importante labor editorial, publicando varios libros luego considerados clásicos sobre las tendencias autoritarias de la sociedad contemporánea y desviándose marcadamente de la teoría original freudiana. Desde  mediados de la década de los cincuenta estuvo fuertemente involucrado con los  movimientos pacifistas norteamericanos, y fue un destacado oponente de la guerra  de Vietnam. Se alejó de todo apoyo al socialismo de Estado, sobre todo del  modelo totalitario soviético, y criticó la sociedad de consumo capitalista,  esto y sus perspectivas sobre la libertad personal y el desarrollo de una  cultura libre lo acercó notablemente a la línea anarquista, cuestión que se  hace evidente al comparar las temáticas de sus libros con las de los autores  clásicos del anarquismo. De sí mismo se decía partidario de un socialismo  humanista y democrático. Entre 1957 y 1961 Fromm compaginó su actividad en la  UNAM con una cátedra en la Michigan State University. En 1965 se retiró. Murió  en su hogar cinco días antes de su octogésimo cumpleaños. | |
| La condición humana actual  | |
| Fromm afirma en su obra,  que el hombre actual se caracteriza por su pasividad y se identifica con los  valores del mercado porque el hombre se ha transformado a sí mismo en un bien  de consumo y siente su vida como un capital que debe ser invertido provechosamente.  El hombre se ha convertido en un consumidor eterno y el mundo para él no es más  que un objeto para calmar su apetito. Según el autor, en la  sociedad actual el éxito y el fracaso se basa en el saber invertir la vida. El  valor humano, se ha limitado a lo material, en el precio que pueda obtener por  sus servicios y no en lo espiritual (cualidades de amor, ni su razón, ni su  capacidad artística). La autoestima en el hombre depende de factores externos y  de sentirse triunfador con respecto al juicio de los demás. De ahí que vive  pendiente de los otros, y que su seguridad reside en la conformidad; en no  apartarse del rebaño. El hombre debe estar de acuerdo con la sociedad, ir por  el mismo camino y no apartarse de la opinión o de lo establecido por ésta. La sociedad de consumo  para funcionar bien necesita una clase de hombres que cooperen dócilmente en  grupos numerosos que quieren consumir más y más, cuyos gustos estén  estandarizados y que puedan ser fácilmente influidos y anticipados. Este tipo  de sociedad necesita hombres que se sientan libres o independientes, que no  estén sometidos a ninguna autoridad o principio o conciencia moral y que no  obstante estén dispuestos a ser mandados, a hacer lo previsto, a encajar sin  roces en la máquina social. Los hombres actuales son guiados sin fuerza,  conducidos sin líderes, impulsados sin ninguna meta, salvo la de continuar en  movimiento, de avanzar. Esta clase de hombre es el autómata, persona que se  deja dirigir por otra. El humano, debe trabajar para satisfacer sus deseos, los  cuales son constantemente estimulados y dirigidos por la maquinaria económica.  El sujeto automatizado se enfrenta a una situación peligrosa, ya que su razón  se deteriora y decrece su inteligencia, adquiriendo la fuerza material más  poderosa sin la sabiduría para emplearla. El peligro que el autor ve en el futuro del humano es que éstos se conviertan en robots. Verdad es que los robots no se rebelan. Pero dada la naturaleza del humano, los robots no pueden vivir y mantenerse cuerdos. Entonces buscarán destruir el mundo y destruirse a sí mismos, pues ya no serán capaces de soportar el tedio de una vida falta de sentido y carente por completo de objetivos. Para superar ese peligro el autor dice que se debe vencer la enajenación, debe vencer las actitudes pasivas y orientadas mercantilmente que ahora lo dominan y elegir en cambio una senda madura y productiva. Debe volver a adquirir el sentimiento de ser él mismo y retomar el valor de su vida interior. | |
| Pensamiento  | |
| Dos libros son  particularmente importantes para conocer el pensamiento del sabio alemán, el  primero es “El miedo a la libertad” y el segundo es “El corazón del hombre”, en  ellos propone su estructura filosófica: la del Humanismo dialéctico. A pesar de  esto, se considera que los libros "El Miedo a la libertad", "Ética  y Psicoanálisis" y "Psicoanálisis de la sociedad contemporánea"  presentan también una continuidad en lo que atañe al pensamiento psicológico de  Erich Fromm, además de que en la obra "Psicoanálisis de la sociedad contemporánea"  funda lo que él llama el psicoanálisis humanista.  Fromm dice en el prefacio  de “El Corazón del hombre” que “El miedo a la libertad” fue el fruto de su  experiencia clínica y de la especulación teórica para comprender tanto a la  libertad, como a la agresión y al instinto destructor. El pensador distingue  entre la agresión al servicio de la vida, biofilia, y la necrofilia o agresión  al servicio de la muerte. En un libro previo, El  arte de amar, Fromm analizó la capacidad de amar y por el contrario El corazón  del hombre tiene como eje la enunciación y caracterización de dos síndromes, el  de “crecimiento” (amor a la vida, a la independencia y la superación del  narcisismo) y el de “decadencia” (amor a la muerte, a la simbiosis incestuosa y  al narcisismo maligno) A Fromm le interesa la  visión de Hobbes en el sentido de que el hombre es lobo del hombre, pero al  mismo tiempo, destaca la inclinación humana al autosacrificio. Se pregunta  respecto de esta condición dual si es el hombre lobo o cordero de sí mismo. En  busca de una respuesta recurre al Nuevo Testamento para concluir finalmente que  este libro refleja tanto una condición como la otra, luego concluye que el  hombre es a la par lobo y cordero. Sin embargo, no todos los hombres han  desarrollado de la misma manera ambas condiciones, pues en la inmensa mayoría  predomina el cordero, en tanto una minoría es dominada por la condición de  lobo, pero esta minoría ha sabido exaltar la condición de lobo que existe en la  inmensa mayoría.  Fromm concluye que “El  hombre ordinario con poder extraordinario es el principal peligro para la  humanidad y no el malvado o el sádico” lo cual se puede concretizar cuando se  combinan en él las tres orientaciones que forman el Síndrome de decadencia y  que “mueve al hombre a destruir por el gusto a la destrucción y a odiar por el  gusto de odiar”. En contraposición describe el Síndrome de crecimiento “el amor  a la vida (en cuanto opuesto al amor a la muerte) el amor al hombre (opuesto al  narcisismo) y el amor a la independencia (opuesto a la fijación  simbiótico-incestuosa). Desde luego que una  mentalidad tan rica y creativa como la de Erich Fromm que vivió intensamente su  tiempo, que abrazó a un marxismo alejado del totalitarismo imperante y que  rechazó a un capitalismo feroz, que además fue un educador, un literato de gran  atractivo pues sus libros son de fácil lectura y que combinaba tanto su  experiencia clínica con su meditación filosófica, produjo un rico pensamiento  dotado de muchas aristas expuestas a lo largo de más de veinte libros. Son de importancia trascendental sus estudios  acerca de la relación que existe entre los sistemas políticos totalitarios y  las religiones monoteístas. Según Fromm las religiones monoteístas educan a los  individuos en la obediencia ciega a una autoridad superior, que pone las normas  por encima de cualquier razón o discusión. Así el hombre queda reducido a un  mero servidor de un Dios Todopoderoso. Esta mentalidad masoquista, adquirida  desde la infancia, sería la base psicológica que ha hecho que muchos hombres  sigan ciegamente a dictadores como Hitler. Poco antes de morir Fromm publicó un  libro que supuso un paso adelante en su pensamiento: “Anatomía de la  destructividad humana”. En este escrito planteó la idea de que el hombre se  decanta en su vida entre dos fuerzas: la biofilia y la necrofilia. La primera  es la fuerza que impulsa al ser humano a amar la vida y a crear. La segunda es  el reverso tenebroso de esta fuerza. La necrofilia surge cuando el hombre se  decanta por el egoísmo, y conlleva la soberbia, la codicia, la violencia, el  ansia de destruir y el odio a la vida.  Entre sus obras podemos destacar entre otras: ¿Podrá sobrevivir el hombre?, Del tener al ser, El arte de amar, El miedo a la libertad, La condición humana actual, El corazón del hombre: su potencia para el bien y para el mal, Grandeza y limitaciones del pensamiento de Freud, La revolución de la esperanza: hacia una tecnología humanizada, La sociedad industrial contemporánea. | |
| Adaptación a partir de Wikipedia, la enciclopedia libre | 
Per a «construir» junts...
«És detestable aquest afany que tenen els qui, sabent alguna cosa, no procuren compartir aquests coneixements». 
 (Miguel d'Unamuno, escriptor i filosof espanyol)
 Si el que aquí se t‘ofereix ho trobes interessant… 
 No t’ho guardis per a tu sol… 
 Les teves mans també són necessàries... 
 comparteix-ho, passa-ho... 
 Junts podem contribuir a ampliar la consciència «global» 
 Para «construir» juntos...
«Es detestable ese afán que tienen quienes, sabiendo algo, no procuran compartir esos conocimientos». 
 (Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español)

 Fromm, natural de  Frankfurt, comenzó estudios de derecho, pero en 1919 empezó a estudiar  sociología bajo la dirección de Alfred Weber; se casó con la psicoanalista  Frieda Fromm-Reichmann, judía ortodoxa como él, con quien se casó en 1926. Tras  su matrimonio comenzó el estudio de la doctrina freudiana, y en 1929 comenzó su  carrera como psicoanalista en Berlín. El 25 de mayo de 1934, tras la toma del  poder por el partido Nazi, emigró a los Estados Unidos.
Fromm, natural de  Frankfurt, comenzó estudios de derecho, pero en 1919 empezó a estudiar  sociología bajo la dirección de Alfred Weber; se casó con la psicoanalista  Frieda Fromm-Reichmann, judía ortodoxa como él, con quien se casó en 1926. Tras  su matrimonio comenzó el estudio de la doctrina freudiana, y en 1929 comenzó su  carrera como psicoanalista en Berlín. El 25 de mayo de 1934, tras la toma del  poder por el partido Nazi, emigró a los Estados Unidos.  
 