El complemento directo CD
Cuando
el verbo necesita completar su referencia puede exigir un sustantivo
o unidad sustantivada, en general pospuesto, que recibe el nombre
de complemento directo: quiere comida, quiere una paella, quiere
lo de siempre, quiere que lo inviten a comer.
Pero
no es el CD el único que puede limitar su referencia a algo
más concreto: también lo hacen el complemento de régimen
verbal y algunos de los que tradicionalmente se estudian como complementos
circunstanciales.
Cuando
esta función la desempeña un sintagma nominal, el
CD no necesita preposición. Sin embargo, si el referente
del CD es una persona, en general exige la preposición a:
Paco quiere una moto / Paco quiere a Sonia.
Pero esto no ocurre así siempre, como más abajo explicaremos.
El
CD suele aparecer pospuesto, aunque no necesariamente contiguo al
verbo. Cuando, por motivos expresivos, se antepone al verbo, o cuando
no se menciona porque la referencia es consabida, el verbo queda
incrementado con un pronombre átono, lo, la, los
o las, según el género y el número
del SN antepuesto o elidido:
Antepuesto: Ese libro no lo
he leído nunca.
Elidido: —¿Has visto a
Elvira? —No; no la he visto.
En
el primer caso, la función que desempeña el pronombre
se denomina complemento directo pleonástico.
Confusión
entre sujeto y CD
Cuando no va precedido de la preposición a o reiterado con
el pronombre átono pleonástico, el CD carece de rasgos
diferenciales respecto del sujeto. No obstante, hay procedimientos
que se pueden aplicar en caso de duda:
el significado,
la conmutación por pronombres átonos, y, sobre todo,
la concordancia entre núcleo del sujeto y núcleo del
predicado.
Cuando
el CD se refiere a seres animados, la diferenciación, con
ciertos verbos, puede resultar más difícil al hablante:
*Mató
el elefante el tigre.
*Dibujaba Luis Rocío.
Esto
también ocurre en algunos otros casos de ambigüedad
en los que el referente del CD no es animado, aunque pueda considerarse
personificado:
*Beneficia
el estudio la memoria.
Para
deshacer la ambigüedad, se antepone la preposición a
al sintagma que funciona como CD; de este modo se distingue entre
las oraciones:
Mató
el elefante al tigre.
Mató al tigre el elefante.
Dibujaba
Luis a Rocío.
Dibujaba a Luis Rocío.
Beneficia
el estudio a la memoria.
Beneficia al estudio la memoria.
Confusión
entre CD i CI
Aunque la preposición a
deshace normalmente la ambigüedad entre sujeto y CD, puede
otras veces provocarla entre CD y complemento indirecto, que va
forzosamente precedido de ella.
Así, en la oración: Juan presentó a
su novia a Martín, suele
interpretarse que el primer complemento funciona como CD y el segundo
como CI. Sin embargo, la construcción es ambigua y, para
deshacer el equívoco, se suele recurrir a la supresión
de la preposición del CD: Juan presento su novia
a Martín.
Por
último, es conveniente decir que, según afirma Emilio
Alarcos, los complementos de medida, duración, peso y precio
desempeñan la función de CD, puesto que pueden ser
conmutados por los átonos lo, la, los o las:
La
torre de la iglesia de San Ildefonso mide veintitrés
metros (=los mide).
Estuvo esperando dos horas (=las estuvo esperando).
Luis pesaba ciento cinco kilos (=los pesaba).
Los zapatos de Ana cuestan ciento diez euros (=los
cuestan).
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