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La cubierta de la nave es un tejado de madera a dos aguas, de par y nudillo, revestido con teja árabe. Actualmente, desde el interior, la cubierta aparece desnuda, pero debió tener un techo de cielo raso de escayola que fue eliminado en la restauración. La galería, sin escalonamiento de volúmenes, queda incluida en la cubrición del tejado. La cabecera, como ya hemos visto, alcanza mayor altura que la nave, cubriéndose con una bóveda tardo-gótica de terceletes con campante curvo, protegiéndose al exterior con teja árabe al igual que la nave. Tenemos que decir, a pesar nuestro, que tanto el estado de conservación de la cubierta, como el del resto del edificio es lamentable, estando necesitada de una reparación inmediata la estructura de madera del tejado y el muro septentrional de la capilla mayor, ya que ambas partes del edificio amenazan ruina. 1.3 Portada y pórtico: estudio iconográfico. Ver la portada y los capiteles La parte más antigua de la iglesia es también sin duda la más importante, al menos eso es lo que deducimos tras consultar los distintos autores que han abordado el estudio del templo. De la iglesia románica que tuvo Omeñaca, sólo nos ha llegado el muro sur con la portada y la galena añadida a este muro, que se trata de una muestra de la arquitectura religiosa del Románico Rural. En palabras de Gaya Nuño, "el tipo consagrado en el camino de Soria a Ágreda de la iglesia de una nave, se pierde aquí para adoptar la galería porticada del más antiguo románico soriano que se circunscribió a la Ribera del Duero, no pasando éste más arriba de Andaluz, Barca y Villasayas. En Omeñaca la aparición súbita de esta galería porticada hay que unirla necesariamente a los motivos silenses que no pasaron de Soria más hacia el Este"(GAYA HUNO, J. A., ob. cit, pág. 250) y, es que, resulta curioso encontrar una galería porticada, elemento que se da sobre todo en la orilla derecha del Duero, en un enclave como éste donde las influencias lógicas vendrían de Ágreda y de Soria. Pero hasta Omeñaca llegó la influencia de las iglesias porticadas de la Ribera del Duero, y la de los temas silenses tan ligados a ella. Constituye Omeñaca; según Taracena y Tudela (TARACENA, B., y TUDELA, J., ob. cit., ed. Revista de Occidente, Madrid, I962, pág. I23) "la galería más oriental del grupo de Castilla la Vieja", a lo que cabría añadir que lo es también de los temas silenses que en ella se representan. (QUIÑONES COSTA, A. M., "Estudio arquitectónico e iconográfico del pórtico de la iglesia de Omeñaca", Celtiberia núm. 68, I984, pág 208).
Siguiendo con la leyenda de los Infantes de Lara, el equipo que realizó el informe de la restauración dirigido y coordinado por Fernando Cobos y José Javier De Castro, interpreta que el octavo hueco quizá sí tenga cabida aquí al omitirse que el ayo de los Infantes también quería entrar a escuchar la misa. Esta interpretación no deja de ser legendaria, pero lo que sí está claro es que la galería fue más larga. Aparte de la claridad que aportaron las excavaciones, podemos observar que la dovela de arranque o salmer del último arco está cortada de manera tal que de ella pudiera partir otro arco. Lo primero que hay que decir en este punto, es que muy poco sabemos a ciencia cierta tanto de los impulsores del edificio como de los que llevaron a cabo su construcción. Según José Mª Izquierdo Bertiz, (IZQUIERDO BERTIZ; J. M., "Arte Románico" en Historia de Soria vol. I, Soria, I985, pág. 268) el patronato de las construcciones románicas recaería principalmente, en la provincia de Soria, en la organización concejil, tanto en el medio urbano como en el rural, en la relación con la dinámica repobladora del momento y las disponibilidades económicas que surgen como consecuencia de las expediciones llevadas a cabo por estas milicias de estos concejos contra el territorio musulmán. "En relación con el papel jugado por estos concejos - dice Izquierdo Bertiz - deberíamos poner la difusión del tipo de iglesia porticada, debido a la utilidad civil que se le atribuye al pórtico de las iglesias románicas"(BANGO TORVISO, L, Atrio y pórtico en el románico español: concepto y finalidad cívico litúrgica, Valladolid, I975, pág. I76 y I77) entre otras que veremos a continuación.
Respecto a quién hizo la iglesia no se ha encontrado ninguna inscripción que nos de el nombre de un maestro. Izquierdo Bertiz (Izquierdo BERTIZ, J. M., ob. cit pág. 286), fijándose en uno de los capiteles de sirenas del pórtico, relaciona las obras de Garray, Fuensauco y Tozalmoro con el pórtico de Omeñaca, dato importante que hemos podido comprobar al acercarnos a estas iglesias. Dice además que en Omeñaca trabajó una mano mejor capacitada, haciéndose eco tanto por los temas como por la técnica, aunque desde luego en tono menor, de las realizaciones de tradición silense de San Pedro de Soria. Izquierdo Bertiz incluye al de Omeñaca dentro de los talleres de Soria que trabajaron en la segunda mitad del siglo XII, pero como veremos, no parece que en esta obra trabajase un taller unificado. Por otro lado tenemos las marcas de cantero que, en forma de flecha, aparecen en el pórtico de Omeñaca y se repiten en Tozalmoro y Fuensauco en una cadena que lleva hasta la capital, así vemos estas marcas en St° Domingo y San Pedro en sillares que ocupan lugares poco importantes y sin decoración. En Omeñaca sólo vemos marcas de este taller de canteros a diferencia del resto de las iglesias donde las marcas de este tipo son minoritarias frente a otras. Esto se debe a la escasez de sillares utilizados en un iglesia de reducidas dimensiones como ésta, pudiendo un solo cantero cubrir las necesidades de la obra. |