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Cronología de la vida humana en gestación

Para extender la «cultura de la vida» entre nuestros conciudadanos  no solamente se necesitan eslóganes, es necesaria una cierta pedagogía.

En España, con la llegada al gobierno del Partido Popular, se anuncia una reforma de la ley del aborto y una actitud más proactiva del Estado a favor de la vida humana en gestación. Pero la verdadera batalla por la cultura de la vida se ganará no solo con el cambio legislativo sino en la calle: con el cambio de mentalidad de los ciudadanos. Dentro de esa batalla la expansión de la cultura de la vida entre nuestros conciudadanos es una pieza fundamental. Dicha expansión pasa por difundir sus presupuestos y contribuir a transformar la extendida mentalidad abortista de nuestra época, con argumentos sólidos y razonados, comprensibles para el ciudadano de hoy. Para ello es necesaria una cierta pedagogía.

Mostrar la maravillosa realidad emergente que supone la vida humana en gestación, tal como nos lo muestra la ciencia, puede contribuir a la toma de conciencia y al cambio de actitud de cualquier mente con un mínimo de sentido común. La contemplación y el conocimiento de esa realidad favorecen la valoración positiva de los extraordinarios hitos que progresivamente se van sucediendo en ese continuum y  prodigioso proceso de despliegue de la vida humana en gestación. Y por extensión, contribuyen a la transformación de las actitudes personales en cuanto a la valoración de la vida humana en cualquier fase del proceso vital en que ésta se encuentre.

En el drama del aborto, antes de tomar cualquier decisión, ante el peligro de la venda en los ojos o de actitudes narcotizantes como si allí no pasara nada propuestas por algunos, todo aquello que contribuya a una mayor toma de conciencia por parte de la mujer de lo que se está haciendo contribuirá a su liberación y por tanto a una decisión más fundada y consecuentemente más libre.

1. El papel de la mentalidad de una época

Las sociedades están formadas por individuos, estructuras e instituciones. Pero esas estructuras e instituciones tienen su contexto psicológico y, en cierta forma, su proyección en el pensamiento de los individuos que las viven. La mentalidad colectiva es reflejo de la visión del mundo que una sociedad tiene en una determinada época.  Ese marco ideológico global condiciona la vida de los pueblos e influye sobre la conducta de los individuos. Esos constructos mentales colectivos impregnan las actitudes, valores y decisiones que se toman en el seno de aquella sociedad.

Los individuos de una sociedad comparten determinadas concepciones en relación con  la interpretación del mundo, la vida, el ser humano así como los valores imperantes en aquella época. La mentalidad dominante condiciona nuestra manera de ser, de pensar, de obrar y de interpretar el mundo. E influye en las reacciones de los individuos frente a las presiones a las que se ven sometidos.

2. Esos constructos mentales colectivos, como cualquier otra realidad, nacen, evolucionan y se transforman con el tiempo.

La mentalidad colectiva es fruto de la realidad presente pero también de la herencia del pasado. La mentalidad actual es fruto de la mentalidad propia de una época surgida del industrialismo y del capitalismo. En una época en la que prima el capital y los valores del bienestar material, la economía y el mercado,  el «factor humano» queda supeditado a esos principios. En medio de una mentalidad materialista, hedonista, utilitarista y egocéntrica como la actual, el valor de la vida humana se ve dramáticamente reducido y supeditado a la primacía de esos valores. Las políticas antinatalista y proabortistas impulsadas por grupos de presión instalados en organismos internacionales como la ONU son reflejo de la mentalidad dominante en nuestra época.

Los procesos de transformación de la mentalidad colectiva ocurren lentamente, y por lo general, de modo inconsciente. La transformación de la mentalidad colectiva es una carrera de fondo, pero a la larga verdaderamente eficaz.

En la historia de la defensa de la vida humana podemos establecer un cierto paralelismo con lo ocurrido con la esclavitud. Tuvieron que pasar varios siglos hasta que llegara su abolieron definitiva. En el contexto de aquella época, no se tenía conciencia de que se estuviera haciendo algo mal, se veía la esclavitud como una necesidad económica necesaria para el progreso. Esa era la «lógica» imperante en los países «civilizados» hasta hace 200 años.

Pero frente a la «lógica»  de un mundo como el actual en el que priman los valores y las razones de tipo materialista,  economicistas o utilitaristas, existe otra «lógica» propia de quienes propugnan restablecer al «factor humano»  la primacía que le corresponde  y defienden como primer  y primordial valor entre los valores: el derecho a la vida, independientemente de la etapa de desarrollo en que ésta se encuentre y el respeto a la dignidad de todo miembro de la familia humana.

Nuestra tarea está en defender a la mujer portadora de vida que sufre. La cuestión está en si el camino más adecuado es promocionando y abocándola al drama del aborto o con políticas y programas de apoyo, alternativas al mismo. Nuestra labor consiste en promover políticas a favor de la vida y frenar con argumentos sólidos y razonados las acciones en contra de la vida. Confiamos, y para ello trabajamos, que llegará un día en que nacerá una declaración nacional o internacional en la que se dé por abolido el aborto ¿Cuántos años costará? Depende de nuestro trabajo para ayudar a transformar una mentalidad como la actual.

3. Desmontando entuertos

Priorizar unos supuestos derechos por encima de otros implica una inversión y una regresión en la escala de valores heredada de nuestra cultura civilizatoria. El mismo hecho de considerar el aborto como un derecho ya muestra que algo no funciona bien en nuestros días. El derecho primero y principal es el derecho a la vida, sin el cual ningún otro derecho es posible. Ningún otro puede pasar por delante del derecho a la vida, tampoco el de que la mujer pueda elegir.

Uno de los tópicos de los pro-abortistas consiste en difundir la idea entre la población de que lo que crece en el vientre de la mujer no es un ser humano. A lo sumo el embrión es un proyecto, una posibilidad, un dibujo remoto de una persona. Carece de identidad orgánica y genética. No es viable. Sin embargo, vamos a mostrar cuál es la realidad biológica de eso que para algunos es poco menos que un amasijo de células en el vientre de la madre?

Frente a la insignificancia que  pretende otorgar la ideología abortista  al ser humano en gestación (en el debate parlamentario de la ley Aido ni se le tenía en cuenta, ver aquí), nosotros preconizamos una apuesta por la cultura de la vida, empezando por descubrir y valorar adecuadamente el proceso emergente de la vida humana en gestación, tal como nos lo describe la ciencia. La defensa de la vida no es pues una cuestión de moral personal o de creencias religiosas, como demagógicamente pretenden argumentar los proabortistas. Más allá pues de creencias o convicciones religiosas de unos y de otros, existe una realidad objetiva en la génesis de la vida y esa es la que aquí se presenta.

4. Qué nos indica la ciencia? 

En opinión de determinados expertos los enormes avances de la embriología y la genética durante el siglo XX ya no dejan lugar a ninguna duda: desde el punto de vista científico es una verdad perfectamente demostrada que el embrión humano es un ser humano desde su concepción. Carece de todo valor científico la tesis pro-abortista de que el embrión (y luego el feto) es parte del cuerpo de la mujer embarazada. En la concepción surge un nuevo individuo de la especie humana, un ser humano distinto del padre y de la madre, único e irrepetible, dotado de la capacidad de desarrollarse de un modo gradual, continuo y autónomo. El embrión humano no es un ser humano en potencia, sino un ser humano en acto: embrionario en acto y adulto en potencia.

Quienes se empeñan en negar esta evidencia científica y proponen como comienzo de la vida humana otros momentos del desarrollo embrionario, lo hacen movidos por intereses ideológicos. Así, por ejemplo, es totalmente arbitrario fijar el comienzo de la vida humana en la anidación -que ocurre aproximadamente dos semanas después de la fecundación- y llamar “pre-embrión” al embrión antes de la anidación. Esta falsa definición procura eludir toda barrera ética contra la manipulación de embriones humanos durante ese período crucial.

No debemos dejarnos confundir por la manipulación del lenguaje, instrumento capital de la actual estrategia pro-abortista. Por ejemplo, hoy se suele determinar arbitrariamente que el embarazo comienza en la anidación. Así se puede negar con toda frescura que las píldoras o los dispositivos que impiden la anidación interrumpen un “embarazo”. Sin embargo, es científicamente innegable que cuando se impide la anidación se destruye una vida humana; y esto debe ser llamado propiamente “aborto”.


Cronología de la vida humana en gestación

Emergencia de la vida humana en gestación

Día 1: Inmediatamente  después de la fecundación comienza el desarrollo celular. Ya hay vida humana. Incluso antes de la implantación el sexo de la nueva criatura puede ya determinarse y tiene ya los 46 cromosomas del código genético que programan y dirigen el desarrollo de la nueva vida humana.

Día 8: (semana 1) Se produce la implantación:  la nueva vida está compuesta por cientos de células y ha desarrollado una hormona protectora que evita el rechazo de la nueva criatura por parte del cuerpo de la madre.

Día 17: (semana 2) A los 17 días el hígado de la nueva vida ha desarrollado sus propias células sanguíneas, la placenta es parte de la nueva vida y no de la madre. Todos los órganos se están formando: el cerebro, los riñones, los huesos...

Día 18: A los 18 días ya se pueden apreciar las contracciones en el músculo del corazón.

Día 19: A los 19 días comienza el desarrollo de los ojos.

Día 20: (semana 3) A los 20 días aparece la base completa del sistema nervioso.

Día 24: A los 24 días el corazón ya tiene sus latidos rítmicos.

Día 28: (un mes) A los 28 días, cuarenta pares de músculos se han desarrollado a lo largo del tronco de la nueva criatura. Se están formando los brazos y las piernas. Mide 6 mm. (poco más de medio centímetro) y pesa medio gramo. Ahora es cuando la madre sospecha su presencia porque no ha tenido la menstruación.

Día 30: A los 30 días la sangre fluye con regularidad por el sistema vascular. Comie nza el desarrollo de orejas y nariz.

Día 35: (semana 5) A los 35 días ya mide 1 cm. y pesa un gramo. En sus ojos ya se distinguen la retina, el cristalino y los párpados. Poco a poco las orejas y la nariz van adquiriendo forma.

Día 40: A los 40 días la energía del corazón alcanza casi el 20% de la de un adulto. Ya se le puede hacer un electrocardiograma.

Día 42: (semana 6) A los 42 días se completa esqueleto y aparecen los reflejos. Los órganos genitales están bien diferenciados.  En las manos y en los piés empiezan a distinguirse  los dedos.

Día 43: A los 43 días su cerebro ya da señales de actividad eléctrica, evidencia absoluta de que ese sistema nervioso empieza a funcionar coordinadamente.  Ya es posible registrar sus ondas cerebrales en un electroence falograma.

Día 49: (semana 7) Mide dos cm. y pesa 2 gramos, los labios se entreabren, hace pequeñas muecas y de vez en cuando saca la lengua, si le hicieran consquillas,  las sentiría. El cerebro ya está completo. Los dedos se van alargando y las huellas digitales de los piés han quedado fijadas para siempre. Se le pueden distinguir perfectamente  orejas y naríz.

Día 56: (semana 8) A los 56 días todos sus órganos -estómago, hígado, riñones, cerebro - funcionan. El desarrollo futuro  de esta vida consiste únic amente en un refinamiento y aumento de tamaño hasta aproximadamente  los 23 años de edad.

Día 60: Han terminado los sesenta días más importantes de su vida. Mide 3 cm. y pesa 3 gramos.

Días 63-70: (semana novena y décima) Todos sus órganos funcionan. Músculos y nervios van sincronizados.  Mueve los brazos y las piernas. Incluso, si quiere, puede chuparse el dedo. Dá volteretas y nada en el líquido amniótico. Puede agarrar un cabello. Si le pinchan, siente dolor. Oye ruidos y los recuerda.

Días 71-90: (semanas once y doce) Respira y exhala el fluido amniótico. Aparecen las uñas. Mide ya 8 cm. y pesa 25 gramos. Se despierta cuando su madre se despierta. Duerme cuando ella duerme. Está tranquilo cuando ella está serena. Siente que ha estado preocupada por él, con esa vaga sensación de ansiedad tan frecuente en los primeros meses de embarazo. Es el miedo a lo "desconocido",  la responsabilidad  de ser portadora de una nueva vida.

Semana 16: (cuatro meses) Los órganos genitales se aprecian con toda claridad, abre y cierra las manos, da patadas y gira sobre sí mismo (aunque aún no lo siente la madre).

Semana 18: (cuatro meses y medio) Ya funcionan las cuerdas vocales, puede llorar.

Semana 20: (cinco meses) Aparece el peso en su cabeza, pesa 520 gramos y mide 30 cm. Tiene y incluso las huellas dactilares.

Cumple 266 días: (9 meses) Sale del seno materno y continúa su desarrollo. Ha cambiado su ambiente, su forma de respirar, su sistema de alimentación, pero él sigue creciendo y su vida continúa.


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