Fonètica


2. FONÉTICA- Historia del alfabeto. El alfabeto latino y su pronunciación.

ALFABETO LATINO:

El alfabeto latino constaba en sus orígenes de veintiuna letras:

A B C D E F G H I K L M N O P Q R S T V X

(Adviértase que faltan nuestras ch , j, ll, ñ y w)

Las vocales eran cinco: A E I O V.

Por la duración o cantidad, las vocales pueden ser largas o breves

La I y la V podían hacer función de vocal y de consonante, para cuyas funciones había un solo signo. MITTO (significa “enviar”), FUNCIÓN DE VOCAL; IANUA (“puerta”), función de consonante; MANUS (“mano”), función de vocal, y VERBUM (“palabra”), función de consonante. Las letras j y v se añadieron en el s. XVI para facilitar la lectura.

Los diptongos son AE (rosae), OE (poena), AV (taurus). Más raros son EV, EI, OI y UI. En latín vulgar y tardío los diptongos ae y oe (escritos frecuentemente æ y œ) se pronunciaban e

Dos letras se añadieron al alfabeto, la Y y la Z, para poder transcribir las palabras de origen griego.

PRONUNCIACIÓN:

- C es siempre gutural sorda: se pronuncia como [k]: CICERO se lee “kíkero”.

- G es siempre gutural sonora: se pronuncia como [gu]: GENUS se lee “guenus”.

- H ES MUDA.

- I es una semivocal o semiconsonante, que puede tener valor de vocal, y entonces se pronuncia como nuestra “i” (minus se lee “mínus”); o de consonante, y se pronuncia entonces como “y” (iam se lee “yam”; maior se lee “máyor”).

- U es una semivocal o semiconsonante, que puede tener valor de vocal, y entonces se pronuncia como nuestra “U” (durus se lee “dúrus”); o de consonante, y se pronuncia entonces como “w” (amavit se lee “amawit”)

Por tanto la i o la v funcionan como consonantes en principio de palabra seguidas de vocal, o bien en medio de palabra entre vocales. En las demás posiciones ambas funcionan como vocales.

El uso de la letra u para diferenciar el valor vocálico de v fue adoptado por los humanistas del Renacimiento.

- LL como letra no existía, ni tampoco existía el sonido que esa letra representa en castellano o catalán; en latín representa una l geminada. Así, ille se lee “il-le”.

- QU y GU: se pronuncian las dos letras: así, quis (“quién”) se lee “kwis”, y sanguis (“sangre”) se lee “sangwis”.

- CH, PH, TH : se introdujeron en la lengua latina en el s. II a. C.para representar las consonantes aspiradas griegas c f y q. Una vez que se perdió la aspiración, su pronunciación quedó como k, f y t. Así, pulcher (“bello”) se lee”púlker”, Christus se lee “Krístus”, triumphus se lee “triumfus”

- X y Z se consideraban como consonantes dobles: así, dux (“general, caudillo”) se lee “duks” y Zama se lee “Dsama”.

CAMBIOS FONÉTICOS MÁS FRECUENTES [capítulo para Segundo de Bachillerato]

Los sonidos, tanto vocálicos como consonánticos, no siempre permanecen inalterables, sino que, a veces, se modifican total o parcialmente, sobre todo cuando cambian de posición dentro de la palabra por añadidura de prefijos o sufijos. Incluso la raíz, que es la parte más estable de la palabra, puede presentar algunas variantes. A con­tinuación se estudian, de una manera elemental e incompleta, algunos de los cambios fonéticos que suelen presentarse con más frecuencia.

1. CAMBIOS VOCALICOS:

1.1. APOFONÍA O ALTERNANCIA VOCÁLICA .— alternancias vocálicas.— La parte verdaderamente estable de una raíz es la consonántica. La parte vocálica, en cambio, está sometida casi siempre a alternancias o modificaciones de las vocales de la raíz; estas modificaciones pueden ir desde la sustitución de una vocal por otra, hasta la desaparición de la misma. Como este cambio puede ir combinado con otros cambios fonéticos, como los anteriormente apuntados, no es fácil a veces reconocerlo. Véanse a continuación algunos ejemplos; tĕg-o, tŏg-a; pěnd-o, pŏnd-o; ēd-o, d-ēns; sĕd-eō, sēd-ēs, sŏl-ium (la d y la l se intercambian en algunas palabras), sīd-o; făc-i-o, fēci; dō-num, dătus. Estas variaciones de la raíz son herencia común de las lenguas indoeuropeas.

[Es un fenómeno fonético frecuente en la morfología de las lenguas indoeuropeas antiguas y modernas, que consiste (en definición de F. De Saussure) en la “correspondencia entre dos sonidos o grupos de sonidos determinados, que se permutan regularmente entre dos series de formas existentes”. Por ejemplo, en francés, toda ŏ en sílaba libre (abierta) pasa a ö cuando era tónica, y u (escrito ou), en posición protónica (es decir, en sílaba anterior a la acentuada): de ahí parejas como ouvrier ‘obrero’/ oeuvre ‘obra’, pouvons ‘podemos’/ peuvent ‘pueden’,… La alternancia vocálica puede ser de tres clases: A) Cuantitativa : permite distinguir morfemas según la cantidad de la vocal, que puede tener (en el ámbito de las lenguas indoeuropeas) hasta cuatro grados, según la vocal se presente con su cantidad normal (grado normal o pleno), más larga (grado alargado) , más breve (grado reducido) o haya desaparecido (grado cero). En latín la oposición normal en la alternancia cuantitativa es la de grado pleno/grado cero . B) Cualitativa: afecta al timbre de la vocal, que puede alternar para convertir una raíz en categorías gramaticales diferentes: por ejplo verbo/sustantivo, lat. tego ‘cubrir’ / toga ‘manto’, gr. l¡gv ’hablar’/lñgoû ‘palabra’, … C) Acentual: permite distinguir, por ejemplo en griego, tómos ‘corte’ de tomós ‘cortante’. En latín los fenómenos de alternancia vocálica son de tipo cuantitativo y cualitativo.

Alternancia vocálica cualitativa: cambios de timbre vocálico

1) Una vocal breve en sílaba interior abierta suele cambiarse:

a) En i, si la siguen las consonantes d, t, n, e, g o li: cado, in-cido; caput; capit-is: teneo, re-tineo; facio, con-ficio; ago, ab-igo; salio, de-silio.

b) En u ante ]os grupos la, le, lo, lu: Siculus, Sicilia; famulus, familia.

c) En i o en u ante b, p, f, m: habeo, ad-hibeo; capio, ac-cipio; manus, mani­bus; emo, redimo.

d) En e o en o ante r (procedente a veces de rotacismo[1]): onus, oneris; cinis, cineris; opus, operis; corpus, corporis; tempus, temporis.

2) Una vocal en sílaba interior cerrada suele permanecer invariable, salvo la a, que pasa a e ante dos consonantes y, a veces, la o, que pasa a u: arceo, coerceo; scando, ascendo; aptus, ineptus; montern, promunturium..

1.2. SÍNCOPA veces, la vocal breve entre dos consonantes llega incluso a perderse:

calĭdus, caldus; valĭde, valde.

1.3. CAMBIOS EN SÍLABA FINAL.-Las vocales breves en sílaba final tienden a conver­tirse en e y a veces llegan a desaparecer: mari > mare; dice> dic. La o en sílaba final cerrada tiende a convertirse en u: dominŏs> dominus; virŏm> virum; do­nŏm :> donum; consentiont > consentiunt; dederont> dederunt.

1.4. CONTRACCIÓN.- Dos vocales juntas, sin formar diptongo, se contraen con frecuen­cia en una sola, evitando así el hiato o pronunciación separada de dos vocales: co-ago> cogo; de-ago> dego; rosais> rosis; dominois> dominis; coagito > cogito: mi­hi> mi; amao > amo; amaem> amem; ne-hemo> nemo.

1.5. ALARGAMIENTO.-La pérdida de una consonante puede alargar la vocal contigua por compensación: sex-decem > sēdĕcim; trans-do> trādo.

1.6. APARICIÓN DE VOCALES.--Recibe también el nombre de epéntesis o samprasárana: las consonantes m, n, l y r, es decir, las sonantes, desarrollan a veces ante ellas una voca] para facilitar su pronunciación: agr> ager; seclum> secŭlum.

1.7. VOCALES DE UNIÓN.- Cuando un tema acaba en consonante y la desinencia que le sigue empieza también en consonante, es frecuente la aparición de una vocal de unión: consul-e-m; sermon-i-bus; leg-u-nt; leg-i-t. Normalmente las vocales unitivas son la e, Ia i, y, más raramente, la u.

1.8. cambios de los diptongos.Se contraen con frecuencia en las vocales i, ū: poena, punio; caedo, oc-cīdo; claudo, in-clūdo; noutrix > nutrix; deico> dico. Este fenómeno es similar al de contracción de vocales.

2. CAMBIOS CONSONANTICOS:

2.1. rotacismo.Hacia la mitad del s. IV a. de J. C., una moda, que más tarde cayó en desuso, hizo cambiar en r la s situada entre dos vocales. Este fenómeno está atestiguado por varios escritores antiguos: Cicerón, Varrón, Quintiliano, Paulus Diacrius y otros.

He aquí algunos ejemplos: flos, flōris; opus, opĕris; est, erit; esse, frente a amare, legere, etc; cinis, cineris (este paso a r modifica la vocal precedente, cuando es breve; la cual pasa a ĕ). Pasada esta moda, las palabras de creación posterior tienen otra vez s intervocálica: de-super, re-semino; igual sucede con las palabras extranjeras adoptadas después de caer en desuso el rotacismo: basis, nausea, pausa (del griego); cisium, gaesum (del céltico); asinus (del Asia Menor); otras veces es por disimilación preventiva: miser, caesaries, o por proceder de ss: causa, casus, vasa, etc. No obstante, la influencia de la r derivada de s intervocálica fue tan grande que, por hallarse la r en los demás casos, influyó sobre el Nominativo singular: arbos, arbor; labos, labor; honos, honor; etc. Esto hace que haya muchas veces formas dobles de Nominativo en los nombres cuyo tema acaba en s.

2.2. asimilación.—La asimilación es un fenómeno fonético por el que dos consonantes en contacto se hacen iguales o semejantes. La asimilación se llama progresiva o regresiva, según se ejerza la influencia hacia el final o hacia el principio de la palabra. Puede afectar: A) A la sonoridad; B) al modo de articulación; C) al punto de articulación.

A) Una oclusiva sonora ante una oclusiva o fricativa sorda se convierte en oclusiva sorda: ag-o, ac-tus; teg-o, tec-tus; nub-o, nup-si; scrib-o, scrip-si. Una oclusiva sorda ante nasal, y también una s ante nasal, l o r, se convierte en sonora: sec-o, seg-mentum; dis-ruo, diruo (asimilación y simplificación posterior de la consonante doble resultante).

B) B1) Una oclusiva más f produce ff: ob-fero > offero; ad-fero> affero.

B2) Oclusiva dental más s, produce ss. En posición final se simplifica la doble, perdiéndose por tanto la dental ante s: milet-s> miless> miles; ped-s > pess > pes.

B3) Una oclusiva más n produce una nasal del mismo órgano más n; *scabnom (cf. scabellum) > scamnum; *sopnos (cf. sopor) > somnns; ad-nuo > annuo; *decnos (cf. decet) > dignus.

B4) dr > rr: ad-rapio > arripio.

dl > ll: ad-loquor > alloquor; *sed-la (de sed-eo) > sella.

nr > rr: in-rigo > irrigo.

nl > ll: con-loquor > colloqnor.

rl > ll: per-lacio > pellicio.

rs > rr-: fer-se > ferre.

ls > ll: vel-se> velle.

C) Es siempre regresiva:

C1)Toda oclusiva labial o dental, ante una gutural, se convierte en gutural: ob-gero> og-gero; ad-gero> ag-gero; *sitĭcus (ctr. sitis ‘sed’) > *sitcus > siccus.

C2) s+f > ff: *dis-fero > dif-fero; dis-facili» > dif-fícilis.

C3) Ninguna oclusiva tolera ante ella otra nasal que no sea de su mismo órgano (entiéndase, del mismo punto de articulación: labial o dental): com-pono, im-belli» (de in-), indico; eorumdem > eorundem; septem + decem > septendecim; cum-cor» > concors; tam-quam, tanquam.

C4) ms > ns (menos en hiems ‘invierno’): cum+servus > conservus; cum+sisto >consisto.

C5) nm>mm: in + mineo :> immineo; in+memor > immemor.

C6) Oclusiva dental más t produce ss: cad-tus (de cad-o) > cas-sus; *plaud-tos (de plaudo ‘aplaudir’) > plaus-sus; quat-tus (de quat-io) > quassus. Pero produce tt cuando se trata del prefijo ad- más un verbo que comienza por t: ad-tenuo > attenuo; ad-tero > at-tero.

2.3. epéntesis.—Entre una m y una s o t se desarrolla a veces una p: como, com-p-si, com-p-tus; promo, prom-p-si, prom-p-tus; sumo, sum-p-si, sum-p-tus; contemno, comtem-p-si, contem-p-tum.

2.4. consonantes finales.—a) Dos consonantes iguales se reducen a una sola: os, oss-is; fel, fell-is, mel, mell-is.

b) Dos consonantes desiguales pero equivalentes a una consonante doble son sustituidas por ésta: dux (=c-s), duc-is; lex (=g-s), leg-is.

c) Si la palabra acaba en un grupo de oclusiva (o f) y líquida, aparece entre ambas una e (vid. supra "aparición de vocales'* § ¿?): pater, patr-i»; frater, fratr-is; venter, ventr-is; ager, agr-i.

d) Si acaba en dos consonantes desiguales, que no equivalen a dobles ni forman grupo de oclusiva y líquida, se pierde la última: cor, cord-is ‘corazón’; lac, lact-is ‘leche’.

e) La s del nominativo de los temas en sibilante puede convertirse en r, por influencia de la r, procedente de rotacismo, en los demás casos (v. § 25).

f) La d final se conservó tras vocal breve, pero se perdió tras vocal larga en los ablativos de singular de la 1.a y 2.* declinación: praeda (d), mérito(d), etc.. en los imperativos en to: dato (d), sunto (d), etc.

g) La n final se perdió en el nominativo de singular de los temas acabados en -on-: homo, homin-is; praedo, praedon-is; sermo, sermon-is.

h) El grupo final del nominativo sing. de la 3.a declinación -ct-s >x: nox, noctis; los grupos 'nt-s y nd-s > ns: videns, vident-is; amans, amant-is; frons, frond-is; -rt-s, rds >rs: ars, art-is; concors, concord-is; -lt-s>ls: puls, pult-is.

nota. —Dado el carácter elemental de los estudios de latín en el Bachillerato, los cambios fonéticos aquí apuntados no deben ser estudiados por el alumno sino a medida que vayan presentándose en las declinaciones y conjugaciones, especialmente a partir de Segundo de Bachillerato. Las reglas anteriores son simples auxiliares del estudio de la Morfología, pero, por razone» de unidad, han sido agrupadas en estas lecciones preliminares.



[1] Rotacismo: fenómeno fonético por el que una s intervocálica se convierte en r