Llengua Llatina. Antecedents, Origens del Llatí
TEMA
1. ANTECEDENTES Y ORÍGENES DEL LATÍN.
1.1.
Las lenguas del mundo.
1.2. CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE
LAS LENGUAS;
1.2.1. Clasificación tipológica (
1.2.1.1.
lenguas aglutinantes,
1.2.1.2. lenguas analíticas.
1.2.1.3.
lenguas flexivas
1.2.2. clasificación
genética ("familias" lingüísticas): concepto de familia
lingüística. Principales familias lingüísticas. El Indoeuropeo.
Las lenguas se clasifican de acuerdo con dos
planteamientos, tipológico y genético que pueden ser
complementarios:
1.2.1. CLASIFICACIÓN TIPOLÓGICA DE
LAS LENGUAS:
La clasificación tipológica analiza la
similitud estructural (de sus estructuras) entre idiomas diversos: así, según
este criterio, las lenguas pueden ser aglutinantes, analíticas o flexivas.
·
1.2.1.1. LENGUAS
AGLUTINANTES: Son aquellas
cuyas relaciones gramaticales se traban por medio de la aglutinación en una
sola palabra de varios elementos, cada uno de los cuales posee una
significación fija, una total individualidad. Esto les permite unirse
efímeramente y separarse, en el complejo usado como palabra. Son lenguas
aglutinantes el japonés, el esperanto, el coreano, las lenguas urálicas,
el turco, el vasco, idiomas
malayo-polinésicos, ...etc. En turco, por ejplo., sev significa
"amor"; sev-mek, "amar"; sev-er "él
ama"; sev-er-im "yo soy un amador, yo amo"; sev-me-mek-,
"no amar"; sev-dik-mek, "provocar amor". Las palabras de este tipo
de idiomas están constituidas por masas de lexemas y afijos, cada uno con un significado referencial o
gramatical bien definido. Este término fue creado por Wilhelm
von Humboldt en 1836 para clasificar las lenguas teniendo en cuenta
su morfología. La palabra procede del verbo latino agglutinare,
que significa «pegar una cosa con otra».
· 1.2.1.2. LENGUAS ANALÍTICAS : Son aquellas,
como el chino, que necesitan morfemas independientes (preposiciones,
conjunciones, artículos, etc.) para expresa las relaciones sintácticas.
El chino hablado es el
ejemplo representativo de lengua analítica más famoso. Para ilustrarlo
podemos observar el siguiente ejemplo:
"Mis amigos todos
quieren comer huevos". « Todos mis amigos quieren comer huevos.». |
|||||||
我 |
的 |
朋友 |
们 |
都 |
要 |
吃 |
蛋 |
wǒ |
de |
péngyou |
men |
dōu |
yào |
chī |
dàn |
Yo |
posesivo |
amigo |
plural |
todo |
querer |
comer |
huevo |
Fuera de China, en el Sudeste Asiático existen muchas lenguas
analíticas, como por ejemplo las lenguas tai y el vietnamita.
· 1.2.1.3. LENGUAS FLEXIVAS O SINTÉTICAS: son aquellas que utilizan flexión, es decir, pueden declinarse y
conjugarse, (como el latín, el alemán, las lenguas eslavas, el árabe, el
hebreo, ... que son lenguas flexivas). La flexión es la capacidad que
tienen determinadas palabras de variar su forma según la función sintáctica que
desempeñan en la frase. En tipología lingüística,
se llama lengua sintética o flexiva a una lengua que tiene una gran
cantidad de morfemas por palabra. [Mientras que una lengua analítica
es una lengua en que casi cada palabra es monomorfémica].
· 1.2.1.3.1. Terminología:Los lingüistas han nombrado “sintéticas” las lenguas que tienen las
funciones gramaticales dentro de las palabras. Esta idea originó con el libro Language,
publicado por Edward Sapir en 1921
(Schwegler, xi). Sapir llamó “analíticas” a las lenguas que usan otras palabras
(preposiciones, auxiliares) para indicar las funciones gramaticales. También se
refiere a las lenguas sintéticas como lenguas flexivas, lo que refiere a la
inflexión requerida para distinguir entre las formas diferentes de las
palabras. Además de nombrar a las lenguas analíticas propiamente dichas, se
llaman a esas lenguas aislantes, lo que refiere a la idea de que cada palabra
tiene sentido en si (y los elementos distintos de las palabras de una lengua
sintética no necesariamente tienen sentido cuando se separan de la raíz)
(Comrie, 43).
La dicotomía introducida por Sapir fue reformada en 1954 por Joseph Greenberg, quien introdujo la morfema como
unidad para derivar el grado de sinteticidad. La fórmula que usó es la
proporción de morfemas por palabra para crear una índice de sinteticidad
(Schwegler, xii).
Estas distinciones todavía se usan pero con sentidos diferentes—el proceso
de cambio lingüístico altera la lengua y a veces la crea como más analítica o
más sintética. Si pensamos en el concepto de sinteticidad como un eje, la
evolución diacrónica de la lengua va a mover la posición de la lengua en el eje
de un lugar a otro (Schwegler, 47). Es decir que a lo largo del tiempo, una
unidad de habla va a cambiar de la dirección analítica a la dirección sintética
o viceversa.
Hay diferentes grados de sinteticidad—una lengua puede exhibir diferentes
características sintéticas.
Ejemplos: Las lenguas flexivas o sintéticas son muy comunes. Entre las más conocidas
están naturalmente las lenguas
indoeuropeas, como el griego, el latín, el alemán, el catalán, el español, el italiano, el ruso, el polaco o el checo y otras lenguas
de otros lugares, como las lenguas
dravídicas, y las lenguas americanas, como el navajo, el náhuatl, el mohawk o el quechua.
1.2.1.3.2. La flexión es la
alteración que experimentan las palabras
mediante morfemas constituyentes
según el significado gramatical o categoría
para expresar sus distintas funciones dentro de la oración
y sus relaciones de dependencia o de concordancia con otras palabras o elementos oracionales.
En gramática tradicional, la flexión suele recibir nombres diferentes según
se aplique a diferentes clases de palabras:
· La flexión verbal suele
denominarse conjugación.
· La flexión nominal suele
denominarse declinación, y en las lenguas
indoeuropeas se aplica normalmente a sustantivos, pronombres y adjetivos.
Cuando los morfemas se añaden directamente a la raíz
se da la flexión radical y cuando son añadidos al tema
se da la flexión temática.
Flexión nominal
En las lenguas
flexivas, el nombre
se compone de un lexema o raíz y
posiblemente de otros morfemas
constituyentes o gramaticales de género,
número
o caso gramatical. Así un
nombre tiene una forma u otra en términos de su género, número y a veces caso.
El conjunto de formas de una raíz entre las cuales no existen diferencias
semánticas sino sólo gramaticales, todas estas variantes forman la llamada declinación.
Por otra parte, los nombres también puede recibir morfemas derivativos o morfemas libres o clíticos como el artículo, sin
significado léxico. Estos otros morfemas no se consideran parte de la flexión.
Flexión verbal
El verbo se compone de un lexema
y de morfemas constituyentes
o gramaticales denominados desinencias
que indican tiempo, modo, aspecto, voz, número
y persona. Estas
variaciones consituyen la llamada conjugación. También
puede recibir morfemas derivativos afijales o afijos.
1.2.1.3.3. EL LATÍN Y EL GRIEGO COMO LENGUAS FLEXIVAS:
El griego y el latín son lenguas flexivas: tienen flexión (como el alemán,
el ruso,…)
. Es una
característica de las lenguas indoeuropeas y semíticas. La flexión es la
capacidad que tienen determinadas palabras de variar su forma según la función
sintáctica que desempeñan en la frase: recuérdese el ejemplo latino "puer
amat puellam": "el muchacho ama a la muchacha". En cambio
"puella amat puerum". "La muchacha ama al muchacho".
Mediante la afijación o añadido de desinencias, las palabras pueden expresar
sus distintas funciones y relaciones de dependencia, rección, concordancia,
etc.
- La flexión aplicada al sistema nominal (sustantivos,
adjetivos y pronombres) se llama DECLINACIÓN.
- Y cada una de las formas que adopta la palabra
para expresar una función se llama CASO.
- La declinación expresa, además del caso, el
género y número
- La flexión aplicada al sistema verbal se llama CONJUGACIÓN.
La conjugación expresa los accidentes gramaticales de persona, número, voz,
tiempo, modo y aspecto.
1.2.2. CLASIFICACIÓN GENÉTICA DE
LAS LENGUAS:
Por la clasificación "genética"
se estudian las lenguas emparentadas a partir de un antepasado común. Este
estudio se realiza a través de la documentación escrita, cuando existe (por
ejemplo, en el caso del latín con relación a las lenguas románicas, que derivan
de él), o bien por la reconstrucción mediante hipótesis de un primer lenguaje (protolenguaje):
por ejemplo el indoeuropeo con respecto a las lenguas románicas, germánicas,
eslavas,...etc. De acuerdo con este criterio llamamos "familia
lingüística" a grupos de lenguas que tienen un antepasado común. A su
vez esas familias pueden dividirse en subfamilias, y estas en grupos, dado el
parentesco existente entre aquellas que parten del mismo tronco. Así, el
francés, el rumano, el portugués, el castellano, el catalán, etc. forman la
familia de lenguas románicas, porque todas derivan de un antepasado común: el
latín. Pero a su vez el griego, el latín, el sánscrito, el persa, el
protoeslavo,...etc, forman la familia indoeuropea, porque todas estas lenguas
derivan de un origen común: el indoeuropeo
La familia indoeuropea es, sin duda, la mejor
estudiada de todas. El descubrimiento de las similitudes gramaticales y léxicas
de las diversas ramas que la forman tuvo su origen en el contacto de los
occidentales con el sánscrito, y en especial a partir de los trabajos de la
lingüística comparada del siglo pasado (el XIX)
1.4. DEL LATÍN A LAS LENGUAS ROMÁNICAS,
• Primera generación de lenguas indoeuropeas
Durante el segundo milenio antes del nacimiento de
Cristo, la que podríamos llamar “primera generación” de las lenguas
indoeuropeas aparece ya diferenciada en su mayor parte, y los pueblos que las
hablaban se encuentran situados, o a punto de situarse, en sus territorios
históricos. Unos pueblos lo hicieron en fecha más temprana, como los hititas de
la Península de Anatolia (actual Turquía) o los aqueos, quienes protagonizaron
a mediados del milenio la civilización minoica en la isla de Creta y la
civilización micénica en la Grecia continental (el Peloponeso); otros pueblos
lo hicieron en fecha más tardía como los portadores de la lengua latina, cuya
entrada en la Península Italiana se supone no muy anterior al año 1000 a. C.,
coincidiendo mas o menos con la invasión de los dorios en Grecia.
• Segunda generación de lenguas indoeuropeas
Ya en época histórica, la mayoría de las lenguas indoeuropeas
siguieron evolucionando lenta pero imparablemente, transformándose y
fragmentándose, y dando lugar a las diferentes lenguas indoeuropeas modernas,
que constituyen la “segunda generación” de la familia indoeuropea. Hubo, no
obstante, algunas que no dejaron “descendencia”, al ser sustituidas por otras
lenguas dominantes y luego olvidadas.
En algunos casos se conoce muy bien la lengua que ha
dado origen a estas lenguas modernas, al conservarse su literatura (caso del
antiguo indio, del persa antiguo, del griego, del latín); en otros casos, como
el de las lenguas germánicas o eslavas, no se conserva ningún testimonio
escrito de la primitiva lengua “madre” común.
• Parentesco léxico de las lenguas indoeuropeas
En conclusión, nuestra “comunidad lingüística europea”
tiene ya entre tres mil y cuatro mil años de historia; y su origen común, dos
mil años más. El eslabón que une las lenguas románicas de España -castellano,
catalán y gallego- entre sí y con el resto de esta vieja y gran comunidad es el
latín.
Para apreciar los lazos de parentesco que unen a las
lenguas derivadas del latín, basta hacer un muestreo con palabras de distinta
clase -sustantivos, verbos, pronombres, preposiciones, etc.- y comparar los
resultados en castellano o francés, junto a la forma latina de que proceden,
con los de dos lenguas de otro “grupo” indoeuropeo, como son el inglés o el
alemán.
PERIODOS
DE LA HISTORIA DE LA LENGUA LITERARIA LATINA:
1º. Latín arcaico y preclásico:
Desde los orígenes hasta Cicerón (n. el 106 a. de C.). El latín arcaico es
una lengua ruda de soldados y labriegos, que se extiende, convencionalmente,
hasta el s. III a. de C.; de esos primeros tiempos, se conservan solamente
algunas inscripciones y fragmentos de himnos religiosos, como el Canto de
los Salios, el Canto de los Hermanos Arvales (sacerdotes) y la Ley
de las XII Tablas. Esta lengua tosca resultaba ininteligible ya para los
romanos de la época clásica. Pero el latín primitivo, al recibir el influjo de
la cultura griega, tras las Guerras Púnicas, se va depurando, hasta adquirir
calidades literarias. Un esclavo griego, Livio Andrónico, que en Roma
enseñaba el idioma de su país, tradujo al latín la Odisea, para servirse de
esta obra como auxiliar en la enseñanza del griego. Esta depuración produjo,
poco a poco, una disociación, cada vez más radical, entre la lengua escrita o
literaria y la hablada o popular. Plauto y Terencio recogen en
sus comedias los rasgos característicos de esta lengua popular de los siglos
III-II a. de C.
Entre los autores preclásicos podemos mencionar también a Catón
(234-149), Lucilio (149-103), llamado "padre de la sátira
romana", y, por su estilo, Varrón (pues por su biografía, 116- 27
a. de C.. es prácticamente coetáneo de Cicerón)
2º. Latín clásico ("Edad de Oro"):
Desde el nacimiento de Cicerón (106 a. de C.) hasta la muerte de Augusto
(14 d. de C), o, dicho de otro modo, los tiempos finales de la República y los
primeros del Imperio. Al periodo clásico todavía republicano, se lo ha
denominado ciceroniano, hasta el asesinato de este gran orador y humanista, en
el 43 a. de C. En este periodo florecen poetas como Lucrecio (96-55) y Catulo
(87-54), y prosistas como César (100-44 a. de C.), y Salustio.
Cicerón es el verdadero creador de la prosa artística latina.
La Edad de Oro Augústea cuenta con prosistas como el historiador Tito
Livio (59 a. de C.-17 d. de C.) y poetas como Virgilio (70-19 a. de
C.), Horacio (55-8 a. de C.), Ovidio (43 a. de C.-17 d. de C.), Tibulo
y Propercio.
3º. Latín postclásico ("Edad de Plata")
Desde la muerte de Augusto hasta el año 200 d. de C.: destacan los hispanos
Quintiliano, Séneca (filósofo y
poeta), Lucano y Marcial; destacaremos también al
historiador Tácito, Plinio el Joven, Petronio, Apuleyo,
Juvenal,...
4º. Latín tardío, o Bajo Latín. Desde
el 200 hasta la aparición de las lenguas romances. Conciencia de descomposición
y disgregación del latín popular, contra lo que nada pueden hacer los intentos
del latín culto, literario, con sus periódicos retornos a los modelos clásicos,
como el caso de Lactancio (s. IV), llamado el "Cicerón
cristiano", el filósofo Boecio (s. VI), el historiador Amiano
Marcelino (s. IV), y el poeta Claudiano (fl. circa 400?), Ausonio,….
Hace su aparición una literatura "de combate" cristiana, en tre la
que destacan autores como el africano Tertuliano (fl. c. 200), su
compatriota Agustín de Hipona (354-430), Prudencio y San
Jerónimo, (c. 340-420), a quien se debe la traducción latina de la Biblia,
llamada "Vulgata", San Isidoro de Sevilla, …
5º.Latín medieval. En torno al año 600 el latín dejó de ser la lengua
que la gente aprendía de sus padres, pero continuó siendo la principal lengua
de la literatura, la ciencia, la doctrina y el pensamiento. En este periodo el
latín siguen siendo la lengua empleada por Santo Tomás, por Abelardo, etcétera. En general, el nivel literario y gramatical de todo cuanto se escribe se
va distanciando de los moldes clásicos desde el siglo VI hasta la reforma
carolingia, en el s. VIII. Esta reforma del latín, convertido ya en patrimonio
de Iglesia y de las minorías cultas, pone en evidencia que la fragmentación
dialectal del latín era ya los suficientemente acentuada como para que podamos
hablar ya de la existencia de lenguas diferentes, que denominamos románicas. En
el Concilio de Tours del año 813 se confirma la existencia de una "rustica
Romana lingua", a la que en lo sucesivo tendrán que traducir sus homilías
latinas los obispos para que lleguen al pueblo.
6º. Latín humanista y neolatín. Pero el uso del latín no se acabó con la edad media,
los humanistas lo emplearon como medio de transmisión de su pensamiento –como
Erasmo de Rótterdam, Tomás Moro o Antonio de Nebrija, así como los científicos
y pensadores como Newton o Descartes. En el ámbito de la ciencia y la universidad
se empleó el latín hasta hace poco, así Gauss conocido como princeps
mathematicorum, “príncipe de los matemáticos”, muerto en 1855 escribió
parte de su obra matemática en latín. También en la diplomacia se empleaba el
latín y los principales tratados internacionales se redactaban en latín hasta
el s XVIII.
Hasta
aquí hemos hablado de la variante culta y escrita de la lengua de Roma. Pero la
lengua de la gente común no era ésta, sino una forma que se fue alejando cada
vez más de ésta que hemos descrito y que conocemos como latín vulgar. Se produce desde un periodo muy temprano una
dicotomía que se va profundizando con el tiempo entre latín clásico o literario
y latín vulgar.
7º. El latín vulgar
Es el latín “hablado”, corriente, popular. Abarca la lengua familiar, la
conversación corriente. El latín clásico quedaba reservado al Senado, a la
escuela, a la política. el latín vulgar es la lengua viva, hablada por el vulgus,
'el pueblo llano (cf. alemán Volk o inglés folck, en folcklore).
La lengua hablada cambia incesantemente. Es una lengua en continua evolución y
con diferencias dialectales entre las regiones de la misma Italia, y más aun
entre las diferentes provincias del Imperio (así, por ejemplo, puede hablarse
de la existencia de un latín “hispano”, “galo”, “africano”, etc.), hasta dar
lugar a lo que hoy llamamos lenguas romances, románicas o neolatinas.
Al descomponerse el Imperio y empezar la Edad Media, la evolución y
fragmentación de la lengua se aceleran y acentúan hasta que el latín se convirtió
en otra lengua, en parte igual y en parte distinta del latín tradicional, a la
que ya en el siglo IX empezó a llamarse lingua romana rustica, de donde procede
el nombre de lenguas románicas o romances para denominar a las diversas lenguas
nacionales a que dio lugar. No obstante, muchas de las diferencias entre éstas
y el latín literario ya se habían iniciado en el latín vulgar. Por razones
obvias, apenas disponemos de testimonios de esta lengua hablada: inscripciones
parietarias ("grafitti" de Pompeya, tabellae defixionum, epitafios
grabados en tumbas de gentes humildes...), obras de géneros populares (las
Farsas Atelanas), el tono más familiar y relajado de testimonios epistolares
(las Cartas de Cicerón), noticias de los gramáticos y autores de glosarios
(Appendix Probi; Glosas de Reichenau, de los s. VIII o IX)
• Pervivencia
del latín
A lo largo de
la Edad Media, el latín siguió siendo lengua de expresión de la cultura (Tomas
de Aquino, Dante, Petrarca...). Este latín culto, además de ser la lengua de la
literatura en sentido estricto, fue la lengua en la que se transmitió todo el
legado cultural romano: derecho, ciencia, lingüística, filosofía, etc.
Experimentó una
revitalización extraordinaria en el Renacimiento (los humanistas como Erasmo o
Luis Vives eran consumados latinistas). Como lengua de expresión culta y
científica su uso se mantuvo hasta el siglo XVIII (Descartes, Leibniz, Newton,
Linneo); y como lengua oficial de la Iglesia católica se ha mantenido en la
liturgia y en sus documentos (en las encíclicas papales, por ejemplo) hasta la
actualidad.
Ese carácter de
vehículo de expresión universal de la cultura, romana primero y europea
después, hizo que el latín estuviera presente en los estudios de los niveles
medio y superior de todos los países civilizados durante tantos siglos. La
presencia en los estudios ha sido además preeminente hasta hace no mucho.
A esta causa se
debe también que todas las lenguas europeas, no sólo las lenguas románicas,
hayan visto enriquecido su vocabulario con un gran número de palabras de raíz
latina (cultismos) Asimismo puede apreciarse en muchas de esas lenguas el
mantenimiento del uso habitual de expresiones latinas, no sólo en el nivel
culto del lenguaje sino también muchas de ellas en el nivel coloquial.
1.4.2. LAS
LENGUAS ROMÁNICAS
• Origen
El origen de
las lenguas románicas hay que buscarlo en ese latín “vulgar” tardío
transformado y fragmentado, bautizado con la denominación de lingua
romana rustica en el concilio de Tours del 813 (para diferenciarla de
las lenguas “bárbaras”, por un lado, y del latín “culto”, por otro). Las
lenguas romances "nacen" cuando acabó la fusión de los pueblos
romanizados con los invasores germanos. Cuando los documentos destinados al
pueblos se redactaron en lenguaje coloquial. En el año 842 tenemos fechado un
texto románico seguro: los Juramentos de Estrasburgo, redactados en
francés.
Fue este un proceso que podría calificarse de
“metamorfosis”. Una parte importante del sistema lingüístico latino permaneció
en todas las lenguas románicas. Pero hubo cambios (innovaciones y pérdidas) muy
sustanciales que afectaron a los distintos aspectos de la lengua:
pronunciación, morfología, sintaxis, léxico. El sistema se convirti6 en otro,
con diferencias también sustanciales entre las lenguas de los distintos reinos
medievales. Estas diferencias fueron aumentando con el paso del tiempo hasta la
fijación definitiva de las distintas lenguas románicas. Entre las muestras
escritas que nos han llegado de este latín y las primeras de las diversas
lenguas románicas (siglos VIII-X) hay todavía muy poca diferencia.
• Documentos más antiguos en lengua románica: siglos
IX-X
Para el español, el testimonio documental mas antiguo
se fecha a finales del siglo X: son las famosas Glosas Emilianenses encontradas
en el monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja. Se trata de
traducciones de palabras y frases sueltas de un texto latino culto (en
concreto, un manuscrito con sermones de san Agustín) a la lengua hablada en la
Castilla primitiva.
• Primeras obras literarias: siglos X-XIII
Las manifestaciones literarias más antiguas en las
principales lenguas románicas de la Península Ibérica son:
· Las estrofas en romance, entremezcladas con el texto
árabe o hebreo, de las “jarchas” mozárabe (siglo X).
· Las Cantigas en gallego‑portugues (siglos XII-XIII).
· Las Homilies d´Organya en catalán (siglo XII).
A lo largo de la Edad Media, la similitud que se
observa en muchos de los textos románicos primitivos, en los diferentes países
que conforman la Romania, va disminuyendo, a la vez que van remarcándose las
diferencias, hasta llegar a fijarse gramaticalmente cada una por separado a
partir del Renacimiento.
• Las lenguas románicas hoy
Las lenguas románicas se hablan en la actualidad en la
Europa romanizada y en otros países del mundo, adonde llegaron con la
colonización. Son las siguientes:
Lengua |
Zonas de
influencia |
Hablantes
nativos |
Castellano (Español) |
España,
Hispanoamérica, presencia decreciente en Filipinas y creciente en EE UU |
352.000.000 |
Portugués |
Portugal,
Brasil, Angola, Mozambique, archipiélagos de Madeira y Azores |
170.000.000 |
Francés |
Francia, sur de Bélgica, cantones occidentales de
Suiza, Antillas, Canadá (Quebec), países francófonos de Africa |
72.000.000 |
Italiano |
Italia |
40.000.000 |
Rumano |
Rumanía |
26.000.000 |
Gallego |
Galicia |
4.000.000 |
Catalán |
Cataluña,
Rosellón (Francia), Andorra, Islas Baleares, Comunidad Valenciana |
4.000.000 |
Provenzal (Occitano) |
Provenza
(sureste de Francia) |
3.000.000 |
Sardo |
Cerdeña. dos
dialectos principales: logudurés y campidanés |
1.500.000 |
Retorromano (Rético o ladino) |
Alpes: en el
cantón suizo de los Grisones, en el Tirol italiano y en la provincia italiana
de Friuli. |
40.000 |
BIBLIOGRAFÍA:
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de las instituciones indo-europeas. Ed. Taurus, Madrid-1983
P. BOSCH GIMPERA: El problema indoeuropeo. F.C.E. Mexico- ...?
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lenguaje humano de Investigación y Ciencia, Barcelona-1996
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por las lenguas indoeuropeas”, p. 64 y ss. del
monográfico Tema 5, El lenguaje humano de Investigación y
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de las lenguas indoeuropeas”, p. 56 y ss. del monográfico Tema 5,
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