Llengua Llatina. Antecedents, Origens del Llatí

TEMA 1. ANTECEDENTES Y ORÍGENES DEL LATÍN.

1.1. Las lenguas del mundo.

1.2. CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE LAS LENGUAS;

1.2.1. Clasificación tipológica (

1.2.1.1. lenguas aglutinantes,

1.2.1.2. lenguas analíticas.

1.2.1.3. lenguas flexivas

1.2.2. clasificación genética ("familias" lingüísticas): concepto de familia lingüística. Principales familias lingüísticas. El Indoeuropeo.

Las lenguas se clasifican de acuerdo con dos planteamientos, tipológico y genético que pueden ser complementarios:

1.2.1. CLASIFICACIÓN TIPOLÓGICA DE LAS LENGUAS:

La clasificación tipológica analiza la similitud estructural (de sus estructuras) entre idiomas diversos: así, según este criterio, las lenguas pueden ser aglutinantes, analíticas o flexivas.

· 1.2.1.1. LENGUAS AGLUTINANTES: Son aquellas cuyas relaciones gramaticales se traban por medio de la aglutinación en una sola palabra de varios elementos, cada uno de los cuales posee una significación fija, una total individualidad. Esto les permite unirse efímeramente y separarse, en el complejo usado como palabra. Son lenguas aglutinantes el japonés, el esperanto, el coreano, las lenguas urálicas, el turco, el vasco, idiomas malayo-polinésicos, ...etc. En turco, por ejplo., sev significa "amor"; sev-mek, "amar"; sev-er "él ama"; sev-er-im "yo soy un amador, yo amo"; sev-me-mek-, "no amar"; sev-dik-mek, "provocar amor". Las palabras de este tipo de idiomas están constituidas por masas de lexemas y afijos, cada uno con un significado referencial o gramatical bien definido. Este término fue creado por Wilhelm von Humboldt en 1836 para clasificar las lenguas teniendo en cuenta su morfología. La palabra procede del verbo latino agglutinare, que significa «pegar una cosa con otra».

· 1.2.1.2. LENGUAS ANALÍTICAS : Son aquellas, como el chino, que necesitan morfemas independientes (preposiciones, conjunciones, artículos, etc.) para expresa las relaciones sintácticas.

El chino hablado es el ejemplo representativo de lengua analítica más famoso. Para ilustrarlo podemos observar el siguiente ejemplo:

"Mis amigos todos quieren comer huevos". « Todos mis amigos quieren comer huevos.».

朋友

wǒ

de

péngyou

men

dōu

yào

chī

dàn

Yo

posesivo

amigo

plural

todo

querer

comer

huevo

Fuera de China, en el Sudeste Asiático existen muchas lenguas analíticas, como por ejemplo las lenguas tai y el vietnamita.

· 1.2.1.3. LENGUAS FLEXIVAS O SINTÉTICAS: son aquellas que utilizan flexión, es decir, pueden declinarse y conjugarse, (como el latín, el alemán, las lenguas eslavas, el árabe, el hebreo, ... que son lenguas flexivas). La flexión es la capacidad que tienen determinadas palabras de variar su forma según la función sintáctica que desempeñan en la frase. En tipología lingüística, se llama lengua sintética o flexiva a una lengua que tiene una gran cantidad de morfemas por palabra. [Mientras que una lengua analítica es una lengua en que casi cada palabra es monomorfémica].

· 1.2.1.3.1. Terminología:Los lingüistas han nombrado “sintéticas” las lenguas que tienen las funciones gramaticales dentro de las palabras. Esta idea originó con el libro Language, publicado por Edward Sapir en 1921 (Schwegler, xi). Sapir llamó “analíticas” a las lenguas que usan otras palabras (preposiciones, auxiliares) para indicar las funciones gramaticales. También se refiere a las lenguas sintéticas como lenguas flexivas, lo que refiere a la inflexión requerida para distinguir entre las formas diferentes de las palabras. Además de nombrar a las lenguas analíticas propiamente dichas, se llaman a esas lenguas aislantes, lo que refiere a la idea de que cada palabra tiene sentido en si (y los elementos distintos de las palabras de una lengua sintética no necesariamente tienen sentido cuando se separan de la raíz) (Comrie, 43).

La dicotomía introducida por Sapir fue reformada en 1954 por Joseph Greenberg, quien introdujo la morfema como unidad para derivar el grado de sinteticidad. La fórmula que usó es la proporción de morfemas por palabra para crear una índice de sinteticidad (Schwegler, xii).

Estas distinciones todavía se usan pero con sentidos diferentes—el proceso de cambio lingüístico altera la lengua y a veces la crea como más analítica o más sintética. Si pensamos en el concepto de sinteticidad como un eje, la evolución diacrónica de la lengua va a mover la posición de la lengua en el eje de un lugar a otro (Schwegler, 47). Es decir que a lo largo del tiempo, una unidad de habla va a cambiar de la dirección analítica a la dirección sintética o viceversa.

Hay diferentes grados de sinteticidad—una lengua puede exhibir diferentes características sintéticas.

Ejemplos: Las lenguas flexivas o sintéticas son muy comunes. Entre las más conocidas están naturalmente las lenguas indoeuropeas, como el griego, el latín, el alemán, el catalán, el español, el italiano, el ruso, el polaco o el checo y otras lenguas de otros lugares, como las lenguas dravídicas, y las lenguas americanas, como el navajo, el náhuatl, el mohawk o el quechua.

1.2.1.3.2. La flexión es la alteración que experimentan las palabras mediante morfemas constituyentes según el significado gramatical o categoría para expresar sus distintas funciones dentro de la oración y sus relaciones de dependencia o de concordancia con otras palabras o elementos oracionales.

En gramática tradicional, la flexión suele recibir nombres diferentes según se aplique a diferentes clases de palabras:

· La flexión verbal suele denominarse conjugación.

· La flexión nominal suele denominarse declinación, y en las lenguas indoeuropeas se aplica normalmente a sustantivos, pronombres y adjetivos.

Cuando los morfemas se añaden directamente a la raíz se da la flexión radical y cuando son añadidos al tema se da la flexión temática.

Flexión nominal

En las lenguas flexivas, el nombre se compone de un lexema o raíz y posiblemente de otros morfemas constituyentes o gramaticales de género, número o caso gramatical. Así un nombre tiene una forma u otra en términos de su género, número y a veces caso. El conjunto de formas de una raíz entre las cuales no existen diferencias semánticas sino sólo gramaticales, todas estas variantes forman la llamada declinación.

Por otra parte, los nombres también puede recibir morfemas derivativos o morfemas libres o clíticos como el artículo, sin significado léxico. Estos otros morfemas no se consideran parte de la flexión.

Flexión verbal

El verbo se compone de un lexema y de morfemas constituyentes o gramaticales denominados desinencias que indican tiempo, modo, aspecto, voz, número y persona. Estas variaciones consituyen la llamada conjugación. También puede recibir morfemas derivativos afijales o afijos.

1.2.1.3.3. EL LATÍN Y EL GRIEGO COMO LENGUAS FLEXIVAS:

El griego y el latín son lenguas flexivas: tienen flexión (como el alemán, el ruso,…)

. Es una característica de las lenguas indoeuropeas y semíticas. La flexión es la capacidad que tienen determinadas palabras de variar su forma según la función sintáctica que desempeñan en la frase: recuérdese el ejemplo latino "puer amat puellam": "el muchacho ama a la muchacha". En cambio "puella amat puerum". "La muchacha ama al muchacho". Mediante la afijación o añadido de desinencias, las palabras pueden expresar sus distintas funciones y relaciones de dependencia, rección, concordancia, etc.

- La flexión aplicada al sistema nominal (sustantivos, adjetivos y pronombres) se llama DECLINACIÓN.

  • Y cada una de las formas que adopta la palabra para expresar una función se llama CASO.
  • La declinación expresa, además del caso, el género y número

- La flexión aplicada al sistema verbal se llama CONJUGACIÓN. La conjugación expresa los accidentes gramaticales de persona, número, voz, tiempo, modo y aspecto.

1.2.2. CLASIFICACIÓN GENÉTICA DE LAS LENGUAS:

Por la clasificación "genética" se estudian las lenguas emparentadas a partir de un antepasado común. Este estudio se realiza a través de la documentación escrita, cuando existe (por ejemplo, en el caso del latín con relación a las lenguas románicas, que derivan de él), o bien por la reconstrucción mediante hipótesis de un primer lenguaje (protolenguaje): por ejemplo el indoeuropeo con respecto a las lenguas románicas, germánicas, eslavas,...etc. De acuerdo con este criterio llamamos "familia lingüística" a grupos de lenguas que tienen un antepasado común. A su vez esas familias pueden dividirse en subfamilias, y estas en grupos, dado el parentesco existente entre aquellas que parten del mismo tronco. Así, el francés, el rumano, el portugués, el castellano, el catalán, etc. forman la familia de lenguas románicas, porque todas derivan de un antepasado común: el latín. Pero a su vez el griego, el latín, el sánscrito, el persa, el protoeslavo,...etc, forman la familia indoeuropea, porque todas estas lenguas derivan de un origen común: el indoeuropeo

La familia indoeuropea es, sin duda, la mejor estudiada de todas. El descubrimiento de las similitudes gramaticales y léxicas de las diversas ramas que la forman tuvo su origen en el contacto de los occidentales con el sánscrito, y en especial a partir de los trabajos de la lingüística comparada del siglo pasado (el XIX)

1.4. DEL LATÍN A LAS LENGUAS ROMÁNICAS,

Primera generación de lenguas indoeuropeas

Durante el segundo milenio antes del nacimiento de Cristo, la que podríamos llamar “primera generación” de las lenguas indoeuropeas aparece ya diferenciada en su mayor parte, y los pueblos que las hablaban se encuentran situados, o a punto de situarse, en sus territorios históricos. Unos pueblos lo hicieron en fecha más temprana, como los hititas de la Península de Anatolia (actual Turquía) o los aqueos, quienes protagonizaron a mediados del milenio la civilización minoica en la isla de Creta y la civilización micénica en la Grecia continental (el Peloponeso); otros pueblos lo hicieron en fecha más tardía como los portadores de la lengua latina, cuya entrada en la Península Italiana se supone no muy anterior al año 1000 a. C., coincidiendo mas o menos con la invasión de los dorios en Grecia.

Segunda generación de lenguas indoeuropeas

Ya en época histórica, la mayoría de las lenguas indoeuropeas siguieron evolucionando lenta pero imparablemente, transformándose y fragmentándose, y dando lugar a las diferentes lenguas indoeuropeas modernas, que constituyen la “segunda generación” de la familia indoeuropea. Hubo, no obstante, algunas que no dejaron “descendencia”, al ser sustituidas por otras lenguas dominantes y luego olvidadas.

En algunos casos se conoce muy bien la lengua que ha dado origen a estas lenguas modernas, al conservarse su literatura (caso del antiguo indio, del persa antiguo, del griego, del latín); en otros casos, como el de las lenguas germánicas o eslavas, no se conserva ningún testimonio escrito de la primitiva lengua “madre” común.

• Parentesco léxico de las lenguas indoeuropeas

En conclusión, nuestra “comunidad lingüística europea” tiene ya entre tres mil y cuatro mil años de historia; y su origen común, dos mil años más. El eslabón que une las lenguas románicas de España -castellano, catalán y gallego- entre sí y con el resto de esta vieja y gran comunidad es el latín.

Para apreciar los lazos de parentesco que unen a las lenguas derivadas del latín, basta hacer un muestreo con palabras de distinta clase -sustantivos, verbos, pronombres, preposiciones, etc.- y comparar los resultados en castellano o francés, junto a la forma latina de que proceden, con los de dos lenguas de otro “grupo” indoeuropeo, como son el inglés o el alemán.

PERIODOS DE LA HISTORIA DE LA LENGUA LITERARIA LATINA:

1º. Latín arcaico y preclásico:

Desde los orígenes hasta Cicerón (n. el 106 a. de C.). El latín arcaico es una lengua ruda de soldados y labriegos, que se extiende, convencionalmente, hasta el s. III a. de C.; de esos primeros tiempos, se conservan solamente algunas inscripciones y fragmentos de himnos religiosos, como el Canto de los Salios, el Canto de los Hermanos Arvales (sacerdotes) y la Ley de las XII Tablas. Esta lengua tosca resultaba ininteligible ya para los romanos de la época clásica. Pero el latín primitivo, al recibir el influjo de la cultura griega, tras las Guerras Púnicas, se va depurando, hasta adquirir calidades literarias. Un esclavo griego, Livio Andrónico, que en Roma enseñaba el idioma de su país, tradujo al latín la Odisea, para servirse de esta obra como auxiliar en la enseñanza del griego. Esta depuración produjo, poco a poco, una disociación, cada vez más radical, entre la lengua escrita o literaria y la hablada o popular. Plauto y Terencio recogen en sus comedias los rasgos característicos de esta lengua popular de los siglos III-II a. de C.

Entre los autores preclásicos podemos mencionar también a Catón (234-149), Lucilio (149-103), llamado "padre de la sátira romana", y, por su estilo, Varrón (pues por su biografía, 116- 27 a. de C.. es prácticamente coetáneo de Cicerón)

2º. Latín clásico ("Edad de Oro"):

Desde el nacimiento de Cicerón (106 a. de C.) hasta la muerte de Augusto (14 d. de C), o, dicho de otro modo, los tiempos finales de la República y los primeros del Imperio. Al periodo clásico todavía republicano, se lo ha denominado ciceroniano, hasta el asesinato de este gran orador y humanista, en el 43 a. de C. En este periodo florecen poetas como Lucrecio (96-55) y Catulo (87-54), y prosistas como César (100-44 a. de C.), y Salustio. Cicerón es el verdadero creador de la prosa artística latina.

La Edad de Oro Augústea cuenta con prosistas como el historiador Tito Livio (59 a. de C.-17 d. de C.) y poetas como Virgilio (70-19 a. de C.), Horacio (55-8 a. de C.), Ovidio (43 a. de C.-17 d. de C.), Tibulo y Propercio.

3º. Latín postclásico ("Edad de Plata")

Desde la muerte de Augusto hasta el año 200 d. de C.: destacan los hispanos Quintiliano, Séneca (filósofo y poeta), Lucano y Marcial; destacaremos también al historiador Tácito, Plinio el Joven, Petronio, Apuleyo, Juvenal,...

4º. Latín tardío, o Bajo Latín. Desde el 200 hasta la aparición de las lenguas romances. Conciencia de descomposición y disgregación del latín popular, contra lo que nada pueden hacer los intentos del latín culto, literario, con sus periódicos retornos a los modelos clásicos, como el caso de Lactancio (s. IV), llamado el "Cicerón cristiano", el filósofo Boecio (s. VI), el historiador Amiano Marcelino (s. IV), y el poeta Claudiano (fl. circa 400?), Ausonio,…. Hace su aparición una literatura "de combate" cristiana, en tre la que destacan autores como el africano Tertuliano (fl. c. 200), su compatriota Agustín de Hipona (354-430), Prudencio y San Jerónimo, (c. 340-420), a quien se debe la traducción latina de la Biblia, llamada "Vulgata", San Isidoro de Sevilla, …

5º.Latín medieval. En torno al año 600 el latín dejó de ser la lengua que la gente aprendía de sus padres, pero continuó siendo la principal lengua de la literatura, la ciencia, la doctrina y el pensamiento. En este periodo el latín siguen siendo la lengua empleada por Santo Tomás, por Abelardo, etcétera. En general, el nivel literario y gramatical de todo cuanto se escribe se va distanciando de los moldes clásicos desde el siglo VI hasta la reforma carolingia, en el s. VIII. Esta reforma del latín, convertido ya en patrimonio de Iglesia y de las minorías cultas, pone en evidencia que la fragmentación dialectal del latín era ya los suficientemente acentuada como para que podamos hablar ya de la existencia de lenguas diferentes, que denominamos románicas. En el Concilio de Tours del año 813 se confirma la existencia de una "rustica Romana lingua", a la que en lo sucesivo tendrán que traducir sus homilías latinas los obispos para que lleguen al pueblo.

6º. Latín humanista y neolatín. Pero el uso del latín no se acabó con la edad media, los humanistas lo emplearon como medio de transmisión de su pensamiento –como Erasmo de Rótterdam, Tomás Moro o Antonio de Nebrija, así como los científicos y pensadores como Newton o Descartes. En el ámbito de la ciencia y la universidad se empleó el latín hasta hace poco, así Gauss conocido como princeps mathematicorum, “príncipe de los matemáticos”, muerto en 1855 escribió parte de su obra matemática en latín. También en la diplomacia se empleaba el latín y los principales tratados internacionales se redactaban en latín hasta el s XVIII.

Hasta aquí hemos hablado de la variante culta y escrita de la lengua de Roma. Pero la lengua de la gente común no era ésta, sino una forma que se fue alejando cada vez más de ésta que hemos descrito y que conocemos como latín vulgar. Se produce desde un periodo muy temprano una dicotomía que se va profundizando con el tiempo entre latín clásico o literario y latín vulgar.

7º. El latín vulgar

Es el latín “hablado”, corriente, popular. Abarca la lengua familiar, la conversación corriente. El latín clásico quedaba reservado al Senado, a la escuela, a la política. el latín vulgar es la lengua viva, hablada por el vulgus, 'el pueblo llano (cf. alemán Volk o inglés folck, en folcklore). La lengua hablada cambia incesantemente. Es una lengua en continua evolución y con diferencias dialectales entre las regiones de la misma Italia, y más aun entre las diferentes provincias del Imperio (así, por ejemplo, puede hablarse de la existencia de un latín “hispano”, “galo”, “africano”, etc.), hasta dar lugar a lo que hoy llamamos lenguas romances, románicas o neolatinas.

Al descomponerse el Imperio y empezar la Edad Media, la evolución y fragmentación de la lengua se aceleran y acentúan hasta que el latín se convirtió en otra lengua, en parte igual y en parte distinta del latín tradicional, a la que ya en el siglo IX empezó a llamarse lingua romana rustica, de donde procede el nombre de lenguas románicas o romances para denominar a las diversas lenguas nacionales a que dio lugar. No obstante, muchas de las diferencias entre éstas y el latín literario ya se habían iniciado en el latín vulgar. Por razones obvias, apenas disponemos de testimonios de esta lengua hablada: inscripciones parietarias ("grafitti" de Pompeya, tabellae defixionum, epitafios grabados en tumbas de gentes humildes...), obras de géneros populares (las Farsas Atelanas), el tono más familiar y relajado de testimonios epistolares (las Cartas de Cicerón), noticias de los gramáticos y autores de glosarios (Appendix Probi; Glosas de Reichenau, de los s. VIII o IX)

• Pervivencia del latín

A lo largo de la Edad Media, el latín siguió siendo lengua de expresión de la cultura (Tomas de Aquino, Dante, Petrarca...). Este latín culto, además de ser la lengua de la literatura en sentido estricto, fue la lengua en la que se transmitió todo el legado cultural romano: derecho, ciencia, lingüística, filosofía, etc.

Experimentó una revitalización extraordinaria en el Renacimiento (los humanistas como Erasmo o Luis Vives eran consumados latinistas). Como lengua de expresión culta y científica su uso se mantuvo hasta el siglo XVIII (Descartes, Leibniz, Newton, Linneo); y como lengua oficial de la Iglesia católica se ha mantenido en la liturgia y en sus documentos (en las encíclicas papales, por ejemplo) hasta la actualidad.

Ese carácter de vehículo de expresión universal de la cultura, romana primero y europea después, hizo que el latín estuviera presente en los estudios de los niveles medio y superior de todos los países civilizados durante tantos siglos. La presencia en los estudios ha sido además preeminente hasta hace no mucho.

A esta causa se debe también que todas las lenguas europeas, no sólo las lenguas románicas, hayan visto enriquecido su vocabulario con un gran número de palabras de raíz latina (cultismos) Asimismo puede apreciarse en muchas de esas lenguas el mantenimiento del uso habitual de expresiones latinas, no sólo en el nivel culto del lenguaje sino también muchas de ellas en el nivel coloquial.

1.4.2. LAS LENGUAS ROMÁNICAS

• Origen

El origen de las lenguas románicas hay que buscarlo en ese latín “vulgar” tardío transformado y fragmentado, bautizado con la denominación de lingua romana rustica en el concilio de Tours del 813 (para diferenciarla de las lenguas “bárbaras”, por un lado, y del latín “culto”, por otro). Las lenguas romances "nacen" cuando acabó la fusión de los pueblos romanizados con los invasores germanos. Cuando los documentos destinados al pueblos se redactaron en lenguaje coloquial. En el año 842 tenemos fechado un texto románico seguro: los Juramentos de Estrasburgo, redactados en francés.

Fue este un proceso que podría calificarse de “metamorfosis”. Una parte importante del sistema lingüístico latino permaneció en todas las lenguas románicas. Pero hubo cambios (innovaciones y pérdidas) muy sustanciales que afectaron a los distintos aspectos de la lengua: pronunciación, morfología, sintaxis, léxico. El sistema se convirti6 en otro, con diferencias también sustanciales entre las lenguas de los distintos reinos medievales. Estas diferencias fueron aumentando con el paso del tiempo hasta la fijación definitiva de las distintas lenguas románicas. Entre las muestras escritas que nos han llegado de este latín y las primeras de las diversas lenguas románicas (siglos VIII-X) hay todavía muy poca diferencia.

• Documentos más antiguos en lengua románica: siglos IX-X

Para el español, el testimonio documental mas antiguo se fecha a finales del siglo X: son las famosas Glosas Emilianenses encontradas en el monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja. Se trata de traducciones de palabras y frases sueltas de un texto latino culto (en concreto, un manuscrito con sermones de san Agustín) a la lengua hablada en la Castilla primitiva.

• Primeras obras literarias: siglos X-XIII

Las manifestaciones literarias más antiguas en las principales lenguas románicas de la Península Ibérica son:

· Las estrofas en romance, entremezcladas con el texto árabe o hebreo, de las “jarchas” mozárabe (siglo X).

· Las Cantigas en gallego‑portugues (siglos XII-XIII).

· Las Homilies d´Organya en catalán (siglo XII).

A lo largo de la Edad Media, la similitud que se observa en muchos de los textos románicos primitivos, en los diferentes países que conforman la Romania, va disminuyendo, a la vez que van remarcándose las diferencias, hasta llegar a fijarse gramaticalmente cada una por separado a partir del Renacimiento.


• Las lenguas románicas hoy

Las lenguas románicas se hablan en la actualidad en la Europa romanizada y en otros países del mundo, adonde llegaron con la colonización. Son las siguientes:

Lengua

Zonas de influencia

Hablantes nativos

Castellano (Español)

España, Hispanoamérica, presencia decreciente en Filipinas y creciente en EE UU

352.000.000

Portugués

Portugal, Brasil, Angola, Mozambique, archipiélagos de Madeira y Azores

170.000.000

Francés

Francia, sur de Bélgica, cantones occidentales de Suiza, Antillas, Canadá (Quebec), países francófonos de Africa

72.000.000

Italiano

Italia

40.000.000

Rumano

Rumanía

26.000.000

Gallego

Galicia

4.000.000

Catalán

Cataluña, Rosellón (Francia), Andorra, Islas Baleares, Comunidad Valenciana

4.000.000

Provenzal (Occitano)

Provenza (sureste de Francia)

3.000.000

Sardo

Cerdeña. dos dialectos principales: logudurés y campidanés

1.500.000

Retorromano (Rético o ladino)

Alpes: en el cantón suizo de los Grisones, en el Tirol italiano y en la provincia italiana de Friuli.

40.000

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