Nave de transporte de personas Soyuz

En una carta dirigida al gobierno ruso, escrita en enero de 1960, el científico y diseñador Serguei Korolev, que ya había diseñado las naves Vostok, proponía poner en marcha un ambicioso programa espacial para llegar a la luna, para lo que se habían de diseñar un cohete y un vehículo de 5 a 6 toneladas de peso, que incluyera el vehículo de regreso de 2 a 3 toneladas de peso. El resultado fue el Soyuz - A acabado de diseñar el 7 de mayo de 1963.

El Soyuz ruso se ha utilizado durante 40 años y aún se sigue utilizando en la Estación Espacial Internacional ISS. En todos estos años se han construido y utilizado en multiples misiones 230 unidades de esta nave espacial.

Cápsula Soyuz.

En su diseño se intentó reducir al máximo su peso, simplificando, en la medida de lo posible, el vehículo de regreso. Para ello se colocaron todos los sistemas, el espacio y el recubrimiento exterior no necesarios para el regreso, en el espacio habitable que se separa del módulo de retorno antes de entrar en la atmósfera. Por cada gramo ahorrado de esta forma se eliminan dos o más gramos en el peso total del vehículo. Por supuesto, en el ahorro de peso no se incluyen el escudo térmico, los paracaidas de frenado o los amortiguadores de aterrizaje. La otra solución para el ahorro de peso era utilizar, en la medida de lo posible, una forma esférica, que es la que es capaz de encerrar un mayor volumen con un mínimo peso. El problema es que para reducir la fuerza debida a la aceleración durante la entrada en la atmósfera conviene entrar con un ángulo de ataque muy pequeño y las maniobras de corrección de la trayectoria son muy difíciles con una cápsula esférica. La solución final fue un escudo térmico esférico unido a la cápsula que alberga a los tres astronautas, que comienza por una forma semiesférica y continua con una superficie cónica de muy baja conicidad (7 grados).