Un universo vibrante / Vibrando con el universo
En el universo todo vibra, todo está en movimiento, en constante transformación...
- Lo que piensas y sientes emite una vibración que atrae experiencias similares.
- Las tradiciones espirituales enseñan que cada emoción, pensamiento y ser tiene una frecuencia vibratoria que afecta su entorno.
¡Que frase tan poderosa…! «El universo vibra». Es una forma poética de expresar la idea de que todo en la existencia está en constante movimiento, cambio, transformación y conexión. La idea de que el universo vibra está arraigada tanto en la ciencia como en la espiritualidad, nos conecta con una visión del universo en la que todo está oscilando, resonando y entrelazado. Es una forma de ver la realidad como algo dinámico y profundamente armonioso.
Una «vibración» es un movimiento oscilatorio de un objeto alrededor de una posición de equilibrio. Como la cuerda de una guitarra vibrando después de ser pulsada. Hay quienes creen que las personas, lugares o pensamientos emiten «vibraciones» que afectan el estado emocional o espiritual.
La física cuántica y las enseñanzas espirituales convergen en una idea poderosa: todo en el universo está hecho de energía que vibra. Aunque provienen de mundos distintos —uno científico, otro espiritual—, ambos exploran la naturaleza profunda de la realidad y cómo la «Conciencia» influye en ella. Ambas perspectivas sugieren que la realidad no es fija, sino maleable, influenciada por la energía, la intención y la «conciencia». Esta conexión ha inspirado a pensadores como el Dalai Lama y Amit Goswami a buscar una visión más integrada del universo.
Desde la física cuántica, podemos hablar de que todo está compuesto por partículas que oscilan: átomos, electrones, incluso la luz misma. Cada partícula tiene una frecuencia, una vibración. Y en algunas teorías, como la de cuerdas, se propone que las partículas fundamentales son realmente diminutas cuerdas vibrando a diferentes frecuencias. En física cuántica, la idea de vibración está profundamente entrelazada con la naturaleza misma de la materia y la energía. Partículas como ondas: En el mundo cuántico, las partículas subatómicas (como electrones o protones) no son simples "bolitas". También se comportan como ondas, lo que significa que tienen una frecuencia de vibración asociada. Este fenómeno se llama dualidad onda-partícula. La energía de una partícula está relacionada con su frecuencia de vibración. A más frecuencia, más energía. Campos cuánticos: En la teoría cuántica de campos, todo lo que existe es resultado de vibraciones en campos invisibles que llenan el universo. Una partícula es vista como una excitación vibracional en su campo correspondiente (por ejemplo, el electrón es una vibración del campo de electrones).
Desde la física cuántica hasta muchas tradiciones espirituales coinciden en que todo en el universo posee una frecuencia o vibración. Los átomos, las emociones, los pensamientos… todo vibra. Algunas corrientes sostienen que al elevar nuestra vibración (mediante amor, gratitud, paz), nos alineamos con energías más armoniosas del cosmos. Muchas culturas creen también que el universo tiene una vibración energética que conecta todas las cosas:
- Hinduismo: El universo surge del sonido primordial Om, considerado la vibración original que dio origen a todo. Esta vibración está presente en cada ser y conecta con Brahman, la conciencia universal.
- Budismo: Enseña que todo está en constante cambio y movimiento. La impermanencia es vista como una forma de vibración que refleja la naturaleza dinámica de la existencia.
- Egipto antiguo: Creían que el universo estaba lleno de energía vital (ka) que fluía y vibraba en todo ser vivo. Los templos y pirámides estaban alineados con cuerpos celestes para canalizar estas energías.
- Grecia clásica: Hermes Trismegisto, en el Kybalion, enseñó que “nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra”. Este principio de vibración explicaba desde la materia hasta el espíritu.
- Culturas indígenas americanas: Usaban tambores, cantos y danzas para conectarse con las vibraciones de la Tierra y los espíritus. Creían que todo en la naturaleza tenía una frecuencia que podía armonizarse.
Lo que aquí se expone no deja de ser un compendio de filosofías, teorías, doctrinas y conceptos procedentes de muy variadas fuentes de conocimiento, pero que al ubicarlas en el lugar que les corresponde crean un bonito mosaico que muestra una clara imagen multidimensional de la existencia. Tal vez sea una percepción un tanto lineal que diste mucho de la auténtica realidad inabarcable e incognoscible que nos rodea; sin embargo, solo con que pueda entenderse como una leve aproximación a nuestra verdadera naturaleza esencial, habrá quien consiga ver en ella una verdad muy profunda que esconde cuestiones tan relevantes como el motivo de nuestra presencia en el mundo y hasta el propio significado de la Vida. (Ricard Barrufet Santolaria: Planos de Existencia, Dimensiones de Conciencia)
La nueva visión de la realidad nos indica que vivimos en un universo esencialmente inteligente, saturado de información, en el que todas las partes están interconectadas de modo que, juntas, forman un todo integrado que, integralmente, co-evoluciona. Somos parte de esta totalidad, participamos de su estructura y orden, tenemos acceso a su inteligencia intrínseca y constantemente acumulativa, y contribuimos al crecimiento de su «Conciencia». Por lo tanto, nuestra vida, nuestra existencia, no puede estar desprovista de propósito y significado.
La aguda y profunda percepción que está surgiendo actualmente es que nuestro mundo es un mundo entero inclusivo y conectado, más allá del espacio y el tiempo, la materia y la energía, por un campo primordial de información: el campo A, llamado así por el concepto sánscrito de Akasha, que significa espacio que todo lo incluye y todo lo penetra. El campo A, o campo akáshico, es el campo de información holográfica, el campo que informa el presente a través del pasado y abre el camino hacia el futuro. El campo A es un elemento del pleno cósmico (antiguamente, y erróneamente, llamado vacío cuántico), el útero del que todo emana, en el que todo se manifiesta y al que todo finalmente regresa. De Él surge todo lo que es, fue y será.
En la nueva visión de la naturaleza de la realidad integral, la existencia humana no es un subproducto accidental, ni el resultado del juego ciego de mutación genética y selección natural, y tampoco es el mero resultado de estrategias de autoconservación de genes egoístas. Nuestra existencia tiene sentido, y un propósito humano, planetario e incluso cósmico. Somos los co-creadores del mundo, y también su creación. Nuestra misión humana es facilitar y potenciar el viaje dinámico de exploración y evolución del universo: hacia la coherencia de cada persona con todas las cosas, y de todas las cosas con cada una. (Ervin LASZLO: Cosmos) ( - ver aquí - )
A. Un universo vibrante
- Desde la nueva concepción del Universo se postula una inteligencia «superior» que dirige toda manifestación de la Realidad. Se afirma que esa variable es la «Conciencia». Se cree que la «Conciencia» no solo percibe la realidad, sino que la crea y la transforma. Todo es causado desde “arriba” por el Absoluto, y a través de la Consciencia. El origen de la vida reside en la dimensión de lo Absoluto Inmanifestado, que contiene la información total del Universo y sus manifestaciones y procesos. Es eterno, perfecto, inmortal, inalterable. Esa esencia de Ser está presente en todo lo que existe en el Universo.
- Esta perspectiva considera el universo como una entidad unificada; una realidad constituida fundamentalmente de «Conciencia» en forma de «información». La «Conciencia» es la fuente de todas las cualidades que se manifiestan en el Universo. Es la «Conciencia» la que hace colapsar la función de onda (la transformación de la «onda» en «partícula»).
- La comprensión de la «Conciencia» revela que todo lo que existe sin excepción, físico o no físico, se dispone a lo largo de un "continuo" identificable y discernible. No hay discontinuidad porque sólo se trata de energía que se expresa a través de las características de sus diferentes rangos de frecuencia.
- El campo A o «campo akáshico». Todo lo que se manifiesta en el mundo físico emerge de niveles más profundos y más ordenados de la realidad, una realidad no física e ‘‘in-formada’’. La existencia de ese campo de la Conciencia, llamado “A-Field” por los físicos y “campo akáshico” por los místicos, (“A-Field = campo akáshico”) es la fuerza gobernante principal del reino material. Ese campo se define como las fuerzas motrices invisibles que influyen en el mundo material. El campo A, o campo akáshico, llamado así por el concepto sánscrito de Akasha, que significa espacio que todo lo incluye y todo lo penetra, es el campo de información que informa el presente a través del pasado y abre el camino hacia el futuro. El campo A es un elemento del pleno cósmico (antiguamente, y erróneamente, llamado vacío cuántico), el útero del que todo emana, en el que todo se manifiesta y al que todo finalmente regresa. De él surge todo lo que es, fue y será. Es, en otra denominación el «Uno» —la matriz de toda la “materia” y toda la “fuerza” del Universo—, la energía cósmica que da fuerza a todo.
- Tanto nuestro mundo interno como el externo son proyecciones de una única Fuente. Ambos son patrones de movimiento de la energía dentro del campo infinito de Conciencia. Aunque lo que percibimos con nuestros sentidos es materia sólida que se mueve en un espacio vacío, en realidad el universo material -incluyendo partículas, estrellas, planetas, rocas y organismos vivos- no es material: las cosas aparentemente materiales son ondas que se encuentran, propagan e interactúan en un medio subyacente.
- En ese medio subyacente el elemento más fundamental es el vacío cuántico, la energía y el pleno informado que subyace, genera e interactúa con el Universo. (para profundizar en estos aspectos - ver aquí -).
- Existe un "sótano hondo" del Universo denominado «vacío cuántico» que no es un vacío y tampoco es meramente espacio. El vacío/pleno informado, unificado y conectado —la realidad de todos los campos y fuerzas del mundo físico— es, de hecho, el elemento más fundamental y real del Universo.
- Las observaciones científicas sugieren que el universo surgió del «vacío cuántico», responsable de la estabilidad de los átomos y de los sistemas solares, e incluso del destino final del universo. Ese «vacío» en realidad es un «pleno cósmico», un “campo de energía” extraordinariamente rico y complejo. Incluso en ausencia de materia, el espacio cósmico no está vacío: una serie de «campos» lo ocupan con energía. El «vacío cuántico», en realidad un «pleno cósmico», es un medio fque subyace en el universo conocido. Ese “vacío cuántico” no está realmente vacío, sino que contiene ondas electromagnéticas fluctuantes y partículas de bajos niveles de energía. Ese «vacío/pleno» está por doquier en el interior de cada átomo, de cada porción de materia y es el soporte de todo lo que existe material. Es un «vacío/pleno» repleto de “fluctuaciones”. Ese «pleno cósmico informado» es un medio dinámico, lleno de energía en constante fluctuación
- Un pleno cósmico «informado». Se trata de un «pleno cósmico», que subyace al mundo tridimensional manifiesto repleto de energía e in-formación, la matriz de todo lo que existe y el telón de fondo de todo lo que sucede, en el espacio y el tiempo. El mundo observable y mensurable de partículas e interacciones de partículas es un subconjunto de este pleno. En su nacimiento, estas partículas universales y todo el mundo interactivo de partículas emergieron del pleno cósmico, el mismo al que regresan para perecer en la evaporación final de agujeros negros.
- Existe una realidad más profunda en el cosmos, una realidad que es un campo akáshico que conecta y crea coherencia. En la cultura sánscrita, Akasha es un medio que todo lo abarca y que a la vez subyace en todas las cosas y se convierte en ellas. Es real, pero tan sutil, fino, leve, tenue, invisible, etéreo, que no puede ser percibido hasta que se convierte en la diversidad de cosas que pueblan el mundo manifestado. El campo A o campo akáshico se convierte en materia cuando la energía cósmica, actúa sobre él. Cuando la acción cesa, la materia desaparece y vuelve al campo akáshico. Los sentidos corporales no registran Akasha, pero se puede llegar a él con la práctica espiritual y la formación.
- Este «vacío cuántico», esa energía sutil y la información que subyace a toda la “materia” en el Universo, no se originó con el Big Bang que produjo el Universo conocido, y no desaparecerá cuando las partículas creadas por la explosión vuelvan a la fuente.
- El «Cosmos» se compone de aproximadamente dos tercios de energía oscura y un tercio de materia, sobre todo en forma de materia oscura. Más o menos un 96% del universo es «materia y energía oscura» de la que sabemos muy poco. La mayor parte de la materia y la energía del Universo existen en dimensiones no explorables externamente desde nuestra dimensión.
- La ENERGIA es la capacidad de realizar un trabajo o acción, producir movimiento, causar cambios o transformación. Se manifiesta de diversas formas: como energía cinética (movimiento), potencial (posición), térmica (calor), eléctrica, química... entre otras. La ENERGÍA hace que los átomos y las moléculas estén en constante movimiento, girando alrededor de sí mismas, vibrando. La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma.
- La MATERIAestá compuesta de átomos y grupos de átomos (moléculas). La materia es todo lo que tiene masa, peso y ocupa un lugar en el espacio. Lo que se considera materia no es más que una agrupación semiestable de energías que brotan de ese «vacío o pleno cósmico». Lo que llamamos materia no son más que movimientos vibratorios de energía. En última instancia, la materia es una perturbación del campo cuasi infinito de energía e información que es ese campo conectado o «pleno cósmico», en el que no hay discontinuidad, todo está conectado.
- El Universo que observamos y vivimos es un producto del mar de energía que estaba ahí antes de que hubiera cualquier cosa en absoluto. Las cosmologías antiguas siempre han sostenido que los objetos y los seres que existen en el mundo son una concretización o destilación de la energía básica del Cosmos, que descienden de su fuente original.
- El Universo se define ahora como una totalidad interactiva de miles de campos de energía de infinitas frecuencias que esperan la influencia de la intención (Conciencia) para producir su manifestación formal.
- Nicola Tesla: "Si quieres entender el Universo, piensa en términos de frecuencia, energía y vibración".
- Uno de los descubrimientos científicos más importantes y revolucionarios es la idea de que en la raíz más íntima de la realidad no existe sólo energía, sino también un factor muy sutil pero igualmente fundamental: información activa y efectiva: «in-formación» que vincula todas las cosas del universo y crea una conexión casi instantánea entre ellas.
- Tal descubrimiento transforma la concepción fragmentaria del mundo de la cultura occidental actual, en una visión del mundo holística e integral. (- ver aquí -)
- Cualquier elemento que existe en el Universo está formado por energía más información. Todo lo que existe en el Universo es energía más información. Todo lo que existe está compuesto de energía “in-formada.
- Esta información no es un artefacto humano, sino que está presente en el Universo, independientemente de la voluntad y acción del ser humano.
- La información es algo así como una conexión sutil, casi instantánea, no evanescente entre los objetos y realidades que se encuentran en diferentes lugares en el espacio y en distintos momentos. Tales conexiones se denominan “no-locales” en la ciencia natural, y “transpersonales” en la investigación de la consciencia.
- Esta información cohesiona todas las cosas en el Universo, tanto los átomos como las galaxias, los organismos y las mentes.
- Toda información se encuentra contenida en los archivos del Universo, y es allí donde hay que ir a buscarla. La mente humana puede acceder a ella a través de las líneas del pensamiento. La fuente original de la información es perfecta, pero en la medida en que se va transmitiendo, se deforma.
- Gracias a la información que el campo akáshico conserva y transmite, el Universo es de una coherencia extraordinaria. Nada es “local”, limitado a donde y cuando está sucediendo, sino que todo es "global" y se interconecta. El recuerdo de todas las cosas se extiende a todos los lugares y todos los tiempos.
- El campo de Consciencia que subyace a toda la Realidad tiene mucha más información que los seres humanos, y una frecuencia vibratoria más alta.
- En el nivel más fundamental, lo que da origen al universo manifiesto no es simplemente este campo primordial de energía, sino, esencialmente, un campo de información completamente integrado.
- El mundo está compuesto por campos de energía e información que se manifiestan a través de la infinita diversidad del Universo.
- El Universo no es un almacén de objetos separados y estáticos suspendidos en el espacio, sino un único organismo de campos de energía interconectados en un estado permanente de probabilidad de convertirse en algo; en un estado continuo de transformación.
- El átomo, que sirve de base para toda la materia, no tiene cualidades físicas, sino que se compone de patrones de energía. La diferencia entre un átomo de plomo y otro de plata no se encuentra en el nivel material —puesto que las partículas de uno y otro son las mismas—, sino que se debe a la disposición y la cantidad de los impulsos de energía e información que los componen.
- La materia subatómica está involucrada en un constante intercambio de información, causando un perfeccionamiento continuo a través de sutiles alteraciones.
- En el universo todo vibra, todo está en movimiento, en constante transformación. En el nivel subatómico, el cambio se produce por modificaciones dinámicas de energía. Esos pequeños paquetes de energía vibratoria están constantemente intercambiando energía a través de “partículas virtuales” que dan lugar a una inmensa capa energética subyacente en el Universo.
- Toda la materia del Universo está conectada en el nivel subatómico a través de una danza constante de intercambio de energía cuántica. En un Universo constituido por energía informada, nada está aislado, separado, todo está entrelazado y todo es uno.
- Todo en la existencia está en constante movimiento, transformación y conexión. Todo en el universo está hecho de energía que vibra. Todos los objetos poseen una energía que vibra. Lo que hace «vibrar» los objetos es la ENERGIA.
- Los átomos vibran porque nunca están completamente en reposo. Esta vibración es una manifestación de su energía interna. Cuando la temperatura aumenta, los átomos ganan energía cinética. La energía cinética se refiere al movimiento de las partículas de un objeto alrededor de un punto de equilibrio. Eso provoca que empiecen a oscilar o vibrar alrededor de sus posiciones de equilibrio. La energía cinética, que es la energía asociada al movimiento, se puede clasificar en dos tipos principales: energía cinética de traslación y energía cinética de rotación. En las moléculas, las fuerzas que actúan en el interior de los átomos hacen que se comporten como si estuvieran conectados por resortes que vibran constantemente. Incluso a temperaturas cercanas al cero absoluto, los átomos tienen una energía mínima (energía del punto cero) y no pueden estar completamente estáticos. Los átomos incluso con esa energía mínima, siguen vibrando ligeramente gracias a esta energía base.
- Todo lo que existe en el universo, ya sea visible o invisible (manifestado o no manifestado) consiste en energía pura (que se expresa como una frecuencia o patrón vibratorio). En el siglo pasado, Albert Einstein se dio cuenta de que los átomos presentes en los sólidos vibran debido a su energía. El científico coincidió con la Ley de la Vibración que establece que todo lo que existe en el universo, ya sea visible o invisible, cuando se descompone y es analizado en su forma más básica, consiste en energía pura y existe como una frecuencia o patrón vibratorio. Por ende, los átomos, las partículas subatómicas y las moléculas vibran. Tras analizar y ver los fundamentos de esta teoría, Einstein dijo una de sus frases más destacadas: “Todo en la vida es vibración”.
- Todo está compuesto por partículas que oscilan: átomos, electrones, incluso la luz misma. Cada partícula tiene una vibración.
- La palabra «vibración», derivada de la palabra latina "vibratum", se refiere a un fenómeno natural en el que las partículas se mueven alrededor de su punto de equilibrio.
- Una vibración se puede considerar como una oscilación o movimiento repetitivo. Una «vibración» es un movimiento oscilatorio de un objeto alrededor de una posición de equilibrio. Conlleva la propagación de ondas de energía.
- Las vibraciones tienen predominantemente una ocurrencia o frecuencia periódica bien establecida.
- La frecuencia vibratoria se define, por tanto, como el ritmo al que se producen las vibraciones en una unidad de tiempo predefinida.
- Todo lo que nos rodea, la partícula más pequeña, cada ser vivo y el universo entero tienen su propia vibración y, por tanto, su propia frecuencia vibratoria.
- Todo en el universo tiene una vibración molecular, nada está en reposo, todo se mueve, vibra y circula en distintas "frecuencias" que se comunican entre sí. El Universo es un espectro de frecuencia vibratoria.
- Tanto si lo que usted ve parece estar en movimiento como si no, las partículas microscópicas que lo componen estarán en movimiento. Todo está formado por pequeñas partículas llamadas átomos, que consisten en partículas de protones, neutrones y electrones que se mueven constantemente. La frecuencia con la que estos átomos orbitan unos alrededor de otros es lo que llamamos frecuencia vibratoria. Lo fascinante es que la frecuencia de vibración de las partículas y la energía resultante pueden cambiar en cualquier momento.
- ... Y tú también VIBRAS pues estás formado por átomos y moléculas que responden a la energía.
- ... encuentros en los que vibra todo tu ser.
- La vibración es la energía que se genera desde adentro a través de los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones, esta vibración genera un campo energético alrededor nuestro que es el que influye en todo lo que sucede en nuestra vida.
- Y no solo vibras a un nivel físico pues no solo eres un cuerpo físico eres, sino un SER compuesto por diferentes dimensiones o cuerpos el Físico, el Energético, el Emocional, el Mental y el Espiritual. Todo en nosotros (pensamiento, intención, sentimiento, deseo o acto…) ¡Vibra! Las células se comunican entre ellas y esa vibración positiva se expande por todo tu ser.
- La vibración es la energía que se genera desde adentro a través de los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones, esta vibración genera un campo energético alrededor nuestro que es el que influye en todo lo que sucede en nuestra vida.
- Las partículas ligadas a un proceso concreto suelen adquirir la misma frecuencia. En lugar de moverse a un ritmo diferente, su oscilación se sincroniza y comienzan a vibrar a la misma frecuencia. El mejor ejemplo de este fenómeno es la forma en que se organizan los seres vivos. Todas las partículas de un organismo vivo están conectadas a través de un sistema complejo que intercambia información entre sus distintos elementos. Este intercambio es posible cuando todas las frecuencias vibratorias del organismo entero trabajan juntas de forma sincronizada. Un electrón en perpetuo estado de movimiento se encuentra con otro electrón que vibra al mismo ritmo. Entonces el segundo entra en contacto con el tercero, y así sucesivamente. Esto crea un cierto efecto dominó en el que los átomos pueden transferir su energía unos a otros, llevando sus efectos a través de todo el organismo.
- Esa vibración no es estática: cambia según cómo vivas, pienses y te vincules contigo y con el mundo.
- Cuanto más alta es la frecuencia vibratoria, más ondas positivas emanan de la persona, el objeto o el lugar.
- La energía que emana de todos esos cuerpos pone en movimiento determinadas vibraciones que determinan nuestra frecuencia y esa frecuencia interna "resuena"; es decir, atrae o repele frecuencias externas... así que lo que experimentamos en nuestra vida no es una casualidad sino el resultado de nuestra vibración y frecuencia vibratoria.
- ¿Qué es la frecuencia vibratoria? La frecuencia vibratoria es un concepto que se basa en la idea de que todo en el universo tiene una energía que vibra a una cierta frecuencia. Es la cantidad de ciclos de una onda que ocurren en un segundo. En términos físicos, se expresa en hercios (Hz) y representa el número de oscilaciones por segundo. La frecuencia vibratoria es «el número de oscilaciones por segundo que experimenta una señal viajando a través de una onda, moviéndose lateralmente dentro de la altura de la onda». La frecuencia vibratoria es la cantidad de veces que oscila (sube y baja) una onda de energía durante un segundo. Se mide en hercios o Hertz (Hz).
- La física cuántica demuestra que todo en el universo está compuesto por átomos y partículas subatómicas que están en constante movimiento y vibración. La frecuencia vibratoria se refiere al movimiento de la energía que emite cualquier objeto, ser vivo o entidad en el universo. Por lo tanto, todo tiene una frecuencia vibratoria, aunque esta frecuencia puede ser muy diferente dependiendo del objeto o ser vivo en cuestión.
- Todo en el universo vibra a una determinada frecuencia, desde las partículas subatómicas hasta los planetas. En el contexto del cuerpo humano, cada célula, órgano y sistema posee su propia frecuencia vibratoria natural.
- En contextos de bienestar y salud holística, se refiere a la energía sutil que emiten nuestros pensamientos, emociones y estados físicos. La frecuencia vibratoria del ser humano es un concepto que abarca varios aspectos, desde la vibración física hasta las ondas cerebrales y las emociones. Las frecuencias vibratorias no solo son emanadas del cuerpo, sino que también se encuentran dentro de él, como se observa en las ondas cerebrales.
- Las frecuencias vibratorias son esenciales para nuestra salud y bienestar. Al regular nuestra frecuencia vibratoria, podemos experimentar cambios positivos en nuestra vida y sentirnos más en paz, felices y conectados con nuestro propósito y con el mundo que nos rodea. Si bien no existe una única frecuencia "correcta", se ha asociado una gama de frecuencias con diferentes estados de salud y bienestar.
- La ciencia detrás de la frecuencia vibratoria. La idea de que todo vibra a una determinada frecuencia es consistente con los principios de la física moderna. La materia, la energía e incluso nuestros pensamientos y emociones están formados por campos vibratorios que se manifiestan en distintos niveles de densidad y movimiento. Todo en el universo, incluidos nuestros pensamientos y emociones, tiene una frecuencia vibracional que influye en cómo nos sentimos, actuamos y nos relacionamos con los demás. Cuanto más elevada es la frecuencia, más sutil y expansiva es su manifestación.
- Una «onda» es un fenómeno físico caracterizado por la propagación de una perturbación que se propaga a través de un medio o el espacio, llevando energía de un lugar a otro sin un transporte neto de materia. Se trata de una forma de transferencia de energía que puede ocurrir en diversos medios, como el agua, el aire, o incluso en el vacío (ondas electromagnéticas). Las «ondas» se caracterizan por su desplazamiento y por la transferencia de energía, no de materia.
- Las «ondas» se manifiestan a causa de la propagación de una alteración inicial. Esta alteración se mueve a través del medio (o el vacío, en el caso de las ondas electromagnéticas), transmitiendo energía de un punto a otro. Las ondas son perturbaciones que transportan energía. La energía se transmite a través de la vibración o el movimiento de las partículas del medio. Las ondas transportan también información. Las ondas a veces se cruzan, deformando o no las informaciones iniciales.
- Hay diversos tipos de ondas, entre otras: mecánicas (requieren un medio, como el sonido) y electromagnéticas (pueden propagarse en el vacío, como la luz). Las ondas mecánicas requieren un medio material para propagarse, como el sonido (en el aire, agua, etc.). Las ondas electromagnéticas: pueden viajar a través del vacío, como la luz, las ondas de radio, los rayos X, etc.
- Propagación: las ondas mecánicas, como el sonido o las ondas en el agua, requieren un medio material (sólido, líquido o gaseoso) para su propagación. Las ondas electromagnéticas no necesitan un medio material y pueden propagarse en el vacío. Este tipo de ondas se generan por la oscilación de campos eléctricos y magnéticos y se extienden a través del espacio a la velocidad de la luz.
- Los objetos emiten ondas que se transmiten o propagan por el espacio o por el vacío. Por ejemplo, el sonido como la luz se transmiten por el espacio a través de lo que la ciencia llama “ondas sonoras” y “ondas lumínicas o electromagnéticas” (ondas de transmisión). Las ondas de transmisión poseen tres características específicas que las definen: velocidad de propagación, longitud de onda y frecuencia vibratoria.
- Para ilustrar estos conceptos se presenta el ejemplo de una onda sonora y sus ciclos por segundo: Siendo la longitud de onda (distancia de una cresta a otra) de 34 m:
- La velocidad de propagación se refiere a «la velocidad con la que las ondas transmiten la información del Universo».
- La longitud de onda se corresponde con «la distancia entre la cresta de una onda y la cresta de la siguiente».
- Frecuencia: el número de veces que se repite un fenómeno por unidad de tiempo. En unidades del Sistema Internacional, el resultado se mide en Hertzios (Hz), 1 Hz significa un ciclo (u onda) por segundo.
- La frecuencia vibratoria es «el número de oscilaciones por segundo que experimenta una señal viajando a través de una onda, moviéndose lateralmente dentro de la altura de la onda».
- Las ondas de transmisión viajan por el Universo adaptando su velocidad de propagación y variando en proporción inversa sus longitudes de onda y sus frecuencias vibratorias, de acuerdo con los diferentes emisores, los diferentes estados de la materia y los espacios dimensionales que encuentran a su paso.
- Cuando la frecuencia vibratoria llega a ser infinitamente rápida, la longitud de onda se reduce a cero, alcanzando en este momento la Dimensión inmanifestada del Ser.
- Cuando la velocidad es infinita, cualquier distancia, por grande que sea, tiene un valor igual a cero, y la frecuencia se eleva al infinito, por ser proporcionalmente inversa a la longitud de onda.
- La onda de transmisión del pensamiento tiene un alcance ilimitado, porque la longitud de onda puede reducirse hasta cero, aumentando su frecuencia vibratoria hasta el infinito.
- Cuando las ondas se propagan a una velocidad mayor que la de la luz, entran en planos dimensionales donde el tiempo y el espacio comienzan a contraerse de acuerdo con el aceleramiento, el acortamiento de las longitudes de onda y el aumento de las frecuencias vibratorias. A estos cambios se los llama variable dimensional.
- Principio de Multidimensionalidad. Lo que habitualmente la mayoría de las personas percibimos como real a través de los sentidos, es tan solo una pequeña parte de la verdadera realidad multidimensional que coexiste con nosotros en todo momento y que es inmensamente mayor. Este principio hace referencia por tanto a los diferentes planos de existencia en los que habita simultáneamente el Ser. Además de la dimensión correspondiente al plano físico que podemos ver y tocar, existen otras zonas dimensionales en las que residen nuestros aspectos emocionales, mentales, intelectuales, creativos, afectivos y espirituales, por mencionar solo algunos. Todos estos aspectos, a pesar de ubicarse en diferentes espacios dimensionales, mantienen siempre una estrecha interrelación entre ellos, que hace posible que su manifestación en el plano terrestre llegue de manera unificada.
- Atada a la materia, la ciencia tradicional asume que cualquier cosa que no pueda ser medida, examinada en un laboratorio o comprobada por los cinco sentidos y sus extensiones tecnológicas, simplemente no existe. Es "irreal". La consecuencia: toda la realidad se ha reducido a la realidad física. La «dimensión espiritual», o lo que podríamos llamar dimensiones no físicas de la realidad han sido desterradas. Esto choca con la "filosofía perenne" que describe dimensiones de la realidad diferentes, pero continuas. Estas van de las más densas y menos conscientes —lo que llamaríamos «materia»— a las menos densas y más conscientes —que llamaríamos dimensiones «espirituales»—Como seres humanos, aunque no hemos alcanzado el pináculo del desarrollo humano, estamos conectados, más que separados, con el resto de la vida y el espectro completo de la «Conciencia» comprende tanto la dimensión física como una multitud de dimensiones no físicas de la realidad. Veamos que nos indican al respecto algunos estudiosos de estas cuestiones:
- Eben Alexander en “La conciencia infinita” describe así su propia experiencia al respecto: Según la neurociencia convencional, debido al grave daño sufrido por mi cerebro a causa de una aplastante meningoencefalitis bacteriana, no tendría que haber experimentado nada –¡absolutamente nada! –. Pero mientras mi cerebro se veía asediado e inflamado por la infección, disfruté de una fantástica odisea durante la que no recordé nada de mi vida en la Tierra. Esta odisea pareció durar meses o años; fue un viaje elaborado en muchos niveles de las dimensiones superiores, a veces vistas desde la perspectiva de la infinitud y la eternidad, fuera del espacio y el tiempo. Le expliqué a mi médico que había estado en un paraíso idílico con muchos rasgos terrestres –un valle fértil, de un verde exuberante, lleno de vida y creación, con plantas creciendo, yemas brotando y capullos floreciendo, todo ello en un mundo similar al mundo de las formas de Platón, en el cual los contenidos son más ideales de lo que representan en el ámbito terrestre–. Lo que llamé el Valle de Entrada era solo un pasaje hacia el Núcleo central, que encontré ascendiendo por elevadas dimensiones del espacio y el tiempo. El propio Núcleo era la fuente de todas las cosas, la no dualidad última, pura unidad. Era consciente de todo el universo de dimensiones superiores como algo indescriptiblemente complejo y que sostenía toda la existencia, como un modelo de todo el constructo –todo espacio, tiempo, masa, energía, interrelaciones, causalidad y mucho más para lo que no tengo palabras–. Justo más allá de todo eso, encontré el poder del amor incondicional infinito, el sentimiento y la sensación de ese amor inefable. Me sentí bañado en la fuente de todo lo que es. Ese sentimiento está más allá de toda descripción, y sin embargo es tan impactantemente concreto y real que nunca he perdido la memoria de ello. Las palabras humanas, desarrolladas para ayudarnos a describir los sucesos terrestres, obviamente se quedan cortas a la hora de transmitir la sorprendente majestuosidad de la aceptación total de ese amor carente de juicios y expectativas.
- Ken Wilber: Desde el punto de vista de la filosofía perenne, la realidad no es unidimensional, no es una substancia chata y uniforme que se extienda de un modo monótono ante nuestros ojos, sino que, por el contrario, se halla estructurada en dimensiones diferentes pero continuas. La realidad manifiesta está compuesta de niveles o grados diferentes, desde los más bajos, densos e inconscientes hasta los más elevados, sutiles y conscientes. En uno de los extremos de este continuo del ser –o espectro de conciencia–, se halla lo que Occidente denomina «la materia», lo insensible o lo inconsciente y, en el otro, «el Espíritu», «la Divinidad» o lo «Supraconsciente» (el Fundamento que impregna la totalidad del proceso). Entre esos dos extremos, se extienden las otras dimensiones del ser. Algunas de las descripciones de la Gran Cadena nos hablan de tres grandes niveles (materia, mente y Espíritu); otras, de cinco (materia, cuerpo, mente, alma y Espíritu); otras nos brindan clasificaciones más exhaustivas, y otras, por último –como ocurre con ciertos sistemas yóguicos, por ejemplo–, se refieren literalmente a decenas de dimensiones discretas pero continuas. Por el momento, sin embargo, bastará con una disposición jerárquica simple que abarque la materia, el cuerpo, la mente, el alma y el Espíritu.
- Las tradiciones de sabiduría suscriben la noción de que la realidad se manifiesta en niveles o dimensiones y que cada dimensión superior es más inclusiva y, en consecuencia, está más «próxima» a la Divinidad, es decir, al Espíritu. En este sentido, el Espíritu es la cúspide, el peldaño superior de la escalera de la evolución, pero también –y al mismo tiempo– la substancia de la que está hecha la escalera y cada uno de sus peldaños. El Espíritu es la «talidad», la «esidad», la esencia de todas y cada una de las cosas que existen.
- Se está empezando, pues, a concebir un Universo multidimensional. Muchos científicos conciben en la actualidad un Universo multidimensional, en el que cada dimensión representa una frecuencia vibratoria diferente y, seguramente, también un mundo diferente, no susceptible de ser percibido por nuestros sentidos.
- Físicamente, entendemos que el universo tiene cuatro dimensiones: tres espaciales (ancho, alto y profundidad) y una temporal (tiempo). Los investigadores están cambiando las ideas de espacio y tiempo por la idea de la existencia de nuevas dimensiones. Algunas teorías, como la teoría de cuerdas, sugieren que podría haber hasta 10 u 11 dimensiones. Aunque experimentamos el universo en cuatro dimensiones, la ciencia no descarta la posibilidad de que existan dimensiones adicionales, como sugiere la teoría de cuerdas.
- La teoría de cuerdas es la primera teoría con capacidad para integrar la física cuántica con la teoría de la relatividad. Pero para que las ecuaciones de la teoría de las supercuerdas funcionen, hay que aceptar otra gran revolución en la percepción humana. En vez de tres dimensiones espaciales y una temporal, la teoría de cuerdas requiere considerar al menos nueve o más dimensiones espaciales y una temporal. En una nueva revisión de esta la teoría, llamada “teoría M”, la unificación necesita al menos diez dimensiones espaciales. Como esas otras dimensiones no son observables, la teoría de cuerdas implica que sólo una pequeña parte de la realidad del Universo es accesible a la percepción humana. «La idea de más dimensiones espaciales nos permite atisbar algo mucho más dramático: la existencia de otros mundos en el Universo, no en el espacio ordinario, sino en esas otras dimensiones de las que hasta ahora no hemos sido conscientes». La teoría de cuerdas puede ofrecer al mundo la primera evidencia racional, no subjetiva, de las dimensiones “no visibles”, y obliga a aceptar el hecho de que hasta ahora los seres humanos sólo hemos sido conscientes (al menos a través de la consciencia ordinaria) de una parte minúscula de la completa realidad universal.
- Las «dimensiones» son mundos energéticos de diferente frecuencia vibratoria. Cada dimensión tiene una frecuencia vibratoria diferente, que es lo que la caracteriza. Existen unas Dimensiones propias de la materia física. La materia física se corresponde con lo que se denomina el “Plano Físico o de las tres dimensiones” —largo, ancho y alto—, más la dimensión temporal y desde una perspectiva espiritual o metafísica, se habla de Dimensiones No Físicas: (Dimensiones Mentales: plano mental. Dimensiones Espirituales: plano espiritual y Dimensión Absoluta: plano inmanifestado o dimensión del Ser). Hay modelos teóricos que hablan de hasta 40 dimensiones distintas en el Universo.
- Recordemos que todo en el Universo consta de energía más información. La energía de una partícula está relacionada con su frecuencia de vibración. A más frecuencia, más energía y cuanto mayor es la vibración energética, más información se puede contener.
- Materia: es una emergencia eterna de partículas organizables y desorganizables. Está formada por partículas elementales; es energía que se vuelve un poco más densa. Cuando la energía entra en frecuencias vibratorias superiores, ya no se la llama «materia», sino simplemente «energía». Los cuerpos energéticos —el espíritu— no son cuerpos de materia, pero sí tienen vida. La materia contiene la vida; la energía se transforma en materia y viceversa, puesto que la materia no es más que energía densa. La materia y la energía del Universo no aumentan ni disminuyen; son una constante siempre presente, que adopta todas las formas. De acuerdo con los nuevos descubrimientos de la ciencia, todos los organismos vivos emiten continuamente radiaciones de luz que forman un campo de coherencia y comunicación. La parte visible del cuerpo simplemente se encuentra —o es observable— en aquel lugar donde la actividad de la onda es más densa.
- El mundo físico es un reflejo de las vibraciones de energía de los mundos más sutiles —aquellos que cuentan con mayor frecuencia vibratoria—. A su vez, esos son el reflejo de los campos de energía aún más sutiles que existen en una realidad multidimensional. La causa de todo lo que se manifiesta recae en las dimensiones no visibles de la Realidad que tienen mayor frecuencia vibratoria y, por tanto, pueden contener más información.
- Los mundos más sutiles son aquellos con mayor frecuencia vibratoria y por lo tanto con más información.
- Las dimensiones de más alta vibración —las más sutiles, que no se perciben a través de los sentidos— ejercen una influencia total y un enorme poder causativo sobre las más densas —que se corresponden con la tercera dimensión que sí es posible percibir a través de los sentidos—.
- El mundo psíquico, a diferencia del que tiene que ver con el cuerpo y la personalidad, existe en otra dimensión, de más alta frecuencia vibratoria, que no puede ser captada por los sentidos. El mundo mental: la mente no es física. La filosofía investiga el comportamiento mental ante las experiencias a través de la materia. Es decir, examina la experiencia que vive la mente por medio de la materia. La mente sola, sin materia, no podría vivir experiencia alguna, porque no dispondría de recipiente que la contuviese. La mente no es física, no es de la tercera dimensión, sino que existe en dimensiones de más alta vibración; por tanto, para vivir una experiencia en el mundo físico necesita hacerlo a través de la materia.
- El alma es como una pequeña partícula dentro de un campo electromagnético. Es una concepción errónea el pensar que el alma del ser humano reside en el cuerpo físico. No es así; está fuera del espacio-tiempo, aunque se proyecta en él a través de un cuerpo y una mente. Sólo lo físico ocupa un lugar en el espacio-tiempo, por lo tanto, sólo la mente y el cuerpo ocupan un lugar concreto en el espacio. No es correcto preguntar “dónde” se encuentra el alma, porque la palabra “dónde” implica un lugar en el espacio-tiempo, y el alma está en todos los sitios y en ninguno a la vez, porque es no-local (supraconsciencia). El alma vibra, y a través de esa vibración utiliza el cuerpo y la mente para poder expresarse en el mundo físico. Sus atracciones y repulsiones dependen de su carga y polaridad dentro de un campo mayor que tiene gradaciones de frecuencia energética y de poder.
- En este modelo se puede imaginar que el Universo multidimensional vaya aumentando progresivamente su frecuencia de dimensión a dimensión, hasta llegar a la última, que es el Absoluto. Como las dimensiones por debajo del Absoluto reducen su frecuencia vibratoria, es de suponer que también falta algo de información en ellas, y que existe alguna sensación del transcurrir del tiempo. En el Absoluto la frecuencia vibratoria es infinitamente rápida, y por tanto el tiempo es cero y puede contener toda la información del Universo. El Absoluto incluye todo, incluso las frecuencias más bajas de manifestación.
- Causalidad descendente. El Universo parece ser multidimensional. Una dimensión superior abarca otras inferiores pero no al contrario, de modo que la dimensión superior es más integral y abarcadora. Las dimensiones de más alta vibración —las más sutiles, que no se perciben a través de los sentidos o sus extensiones— ejercen una influencia total y un enorme poder causativo sobre las más densas —que se corresponden con la tercera dimensión que sí es posible percibir a través de los sentidos—.
- A diferencia de lo que enseña la cultura, la relación causa-efecto en el Universo no es ascendente, sino descendente. La causalidad ascendente depende de las leyes de la naturaleza y la llamada causalidad descendente, representa las distintas formas de acción divina sobre el mundo. Esta última desarrolla la idea clásica de «creaciòm continua» al presentar un Dios que actúa en el mundo físico como principio de su organización. La causalidad descendente va de las dimensiones de más alta vibración a las más bajas. Así, por ejemplo, los pensamientos vibran a mayor altura que el cerebro, por lo que resulta fundamental comprender que aquéllos tienen el poder de influir en la propia estructura física de éste.
- La causalidad descendente significa que todo lo que sucede es “perfecto y necesario”, porque el campo de Consciencia tiene mucha más información que los seres humanos, y una frecuencia vibratoria más alta. Todo es causado desde “arriba” por el Absoluto, y a través de la «Consciencia».
- De igual manera que la única forma de medir cualquier objeto es por el peso, la densidad o el tamaño, la única forma de medir la energía es mediante la frecuencia vibratoria.
- Las frecuencias se miden en hercios o Hertz (Hz), un Hercio es una unidad física usada para medir la frecuencia de ondas y vibraciones y equivale a un ciclo por segundo, un Mega Hercio (MHz) es igual a un millón de hercios. La frecuencia vibratoria es un concepto complejo y que no solo se refiere a una medida numérica, sino que también incluye aspectos como la calidad y la intensidad de la energía emitida.
- Para medir esas frecuencias vibracionales se han creado unas escalas. Existen diversas tablas que se utilizan para representar las frecuencias vibratorias de diferentes objetos, seres vivos y emociones. Estas escalas no son una medida exacta de la frecuencia vibratoria de cada elemento, ya que las mediciones pueden variar dependiendo del instrumento utilizado y de la interpretación de los resultados. Vamos a introducirnos en una de esas escalas: la escala de Hawkins.
- En el 1996 el Dr. David R. Hawkins (reconocido Psiquiatra, Escritor e Investigador) publicó un libro llamado “El poder contra la fuerza” en el cual nos ofrece un mapa de los campos de energía conocido como el “Mapa de la Conciencia”.
- En este mapa Hawkins nos explica como los diferentes niveles de consciencia (visión) corresponden con ciertas emociones, ciertos filtros de percepción y ciertos niveles de energía.
- Existen energías de baja frecuencia vibratoria y otras de altísima frecuencia vibratoria. Hay un principio que dice que cuanto mayor es la frecuencia vibratoria, más información puede contener. Cuanto más alta es la frecuencia más rápido vibra la onda, pero cuando la frecuencia es baja la vibración es más lenta.
- Hawkins nos ofrece una escala que va del 0 (muerte) al 1000 (iluminación) en base a la cual podemos calibrar nuestra frecuencia vibracional, es decir medirla en comparación con este patrón de referencias.
- En el estado más alto de la escala (1000) se encuentra la iluminación, un estado de unión o conexión con ese “algo” indestructible y conectado a todo (incluyéndote a ti mismo) (que solemos denominar como Uno, Absoluto, Dios, espíritu, energía creadora, el poder de la energía...)
- En el estado más bajo (0) se encuentra la muerte.
- En la escala de Hawkins se puede observar, por ejemplo, que las emociones duras como la tristeza, la culpa o la humillación vibran a frecuencias bajas, mientras que los sentimientos como el amor, la felicidad y la iluminación vibran a frecuencias más altas y edificantes.
- Hawkins pudo determinar mediante pruebas que el cuerpo físico se fortalece o debilita dependiendo del nivel en el cual nos encontremos, así que cuanto más bajo estemos en la escala menos energía tendremos (estaremos en una frecuencia más baja); así que experimentaremos más pensamientos, más emociones negativas, más enfermedad y carencia.
- Cuando generas una vibración alta, por encima de los 400 hertzios, todas las emociones y sentimientos que generas están en armonía con el universo. Cuando estamos en la vibración baja, por debajo de los 400 hertzios, generamos improntas energéticas (emociones toxicas) y pensamientos negativos, es cuando lo vemos todo negro, cuando parece que nada tiene solución y nos vamos de excursión a victimilandia.
- El Dr. Hawkins nos dice que: “Todos los niveles bajo 200 a la larga destruyen la vida en el individuo y en la sociedad y todos los niveles sobre 200 son expresiones constructivas de poder. El nivel decisivo de 200 es el umbral que divide las áreas generales entre fuerza y poder”.
- Usualmente el ser humano solamente llega al 200, porque establecemos ciertos bloqueos. Los bloqueos pueden ser: autoestima baja, dudas de ti mismo, sufrimiento, sentimiento reprimido por algo que te sucedió en una determinada etapa de la vida (en este caso necesitas perdonar y liberar este sentimiento dañino).
- Si nos manejamos por debajo de 200, nuestra consciencia es destructiva, negativa y no íntegra (no está completa). Hawkins llama estos niveles de consciencia “grados de falsedad” (fuerza) en contraste con los “grados de verdad” (poder) que son los que están por encima de los 200.
- Cualquier valor por debajo de 200 nos debilita para actuar, así que se tiene que recurrir a la fuerza por lo cual nuestro cuerpo es más susceptible a enfermedades, en cambio valores mayores a 200 nos empoderan y nos permiten ser dueños de nuestro destino.
- Se ha estudiado que el promedio vibracional de una persona normal es de 207 en esta escala. Por encima de ese umbral vibrarás tan alto que te llevará a la autosanación y plenitud en todos los sentidos de tu vida, tanto espiritual como material.
- Según el Dr. Hawkins el 85% de la gente en la Tierra vive por debajo del nivel de coraje (o valor).
- No se deben confundir los niveles de consciencia con las distintas dimensiones del Universo. Las dimensiones son mundos energéticos de diferente frecuencia vibratoria, mientras que los niveles de consciencia son niveles de evolución de la consciencia en el reino humano. Cuanto más bajo sea tu nivel de consciencia más pensamientos y emociones negativas tendrás por lo que te llevará a la destrucción total de tu ser.
- De abajo para arriba, los niveles de conciencia son: vergüenza, culpa, apatía, dolor, miedo, deseo, ira, orgullo, valentía, neutralidad, voluntad, aceptación, razón, amor, felicidad, paz e iluminación.
- Si las personas quieren aumentar su capacidad para almacenar más información para mejor alinearse con la Verdad, deben incrementar su frecuencia vibratoria. El crecimiento de la vibración hay que conseguirlo a través del incremento del nivel de consciencia, que es su causa. Un mayor nivel de consciencia vendrá siempre acompañado por una mayor vibración, como efecto inseparable.
Composición del Universo
Todo lo que existe está formado por energía + información
En el Universo todo «vibra»
Frecuencia vibratoria
Los objetos al vibrar emiten ondas

Universo multidimensional: la realidad es multidimensional. Dimensiones del Universo.
Medida y escalas
Escala de Hawkins

"2ona part:
B. Vibrando con el Universo
- La información en el ser humano
- La multidimensionalidad del ser humano
- Los archivos de información
- El cuerpo humano como «sistema vibratorio»
- Resonancia humana
Ver también:
La novedosa imagen del universo
Algunos aspectos de la realidad des-velados por la Física cuántica
Per a «construir» junts...
«És detestable aquest afany que tenen els qui, sabent alguna cosa, no procuren compartir aquests coneixements».
(Miguel d'Unamuno, escriptor i filosof espanyol)
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Junts podem contribuir a ampliar la consciència «global»
Para «construir» juntos...
«Es detestable ese afán que tienen quienes, sabiendo algo, no procuran compartir esos conocimientos».
(Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español)