Apunts Jota'O

Material de suport de l'assignatura de filosofia per alumnes de primer i segon de batxillerat

 

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Conceptes fonamentals
Biografia
Jean Charcot
Leslie Stevenson
Muy interesante: S. Freud
El cas d'Anna O.
"Esquema del Psicoanálisis"
Cincuenta años después
1939
Sueños y madurez
La lucha entre pulsiones
Los continuadores
Pere Bofill
Ha muerto Freud?
Sexualidad y agresividad
Vigencia de Freud
Levedad del Psicoanálisis
Les forces inconscients
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Malestar cultura
Marx i Freud
Exercicis

 

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INFANCIA, SUEÑOS Y MADUREZ DEL PSICOANÁLISIS


La Vanguardia (Ciencia), Domingo, 24 septiembre 1989, página C-3
Francisco Calvo
(Miembro didáctico de la Sociedad Española de Psicoanálisis)


Ya pasaron hace tiempo las épocas en que el psicoanálisis era repudiado activamente por médicos, científicos, pensadores, políticos y… doctrinarios de las más diversas orientaciones, o bien ensalzado sin medida por seguidores incondicionales. En su día el impacto ocasionado por las teorías de Freud fue duro para la mentalidad de una sociedad conservadora e hipócrita en la que las verdades más elementales eran disimuladas y la libertad de pensamiento muy restringida por la moral al uso. Ya no estamos a principios del siglo que es cuando se producía lo más fértil del pensamiento innovador del psicoanálisis y tenían lugar las grandes controversias. Hoy las cosas ya han cambiado. El psicoanálisis sigue teniendo sus detractores y sus incondicionales, investigadores serios, especuladores, aficionados y mistificadores, pero el panorama actual es muy diferente al de otros tiempos. El psicoanálisis ha sido aceptado ampliamente y sus aportes son fértiles y abundantes en todas las ramas del saber. La medicina, la psicología, la psiquiatría, la pedagogía y la sociología son ciencias que se han enriquecido considerablemente gracias a los descubrimientos del psicoanálisis.

El desarrollo del análisis, como el de toda teoría revolucionaria, ha sido diverso en los distintos espacios geográficos y culturales. La diversidad de sus desarrollos se debe a que la impronta de pensadores que han creado escuela ha sido en el psicoanálisis más marcada que en otras ciencias, debido a que en la transmisión del análisis la personalidad del psicoanalista es el factor central en todo el proceso. Actualmente, cincuenta años después de la muerte de su fundador, el psicoanálisis está en la madurez de su desarrollo.

En 1908, Freud fundó la Asociación Psicoanalítica Internacional (API), que es el organismo que, estando actualmente extendido por todo Edmundo, asegura la homologación de la formación científica de los futuros psicoanalistas, a la vez que facilita el intercambio científico entre sus miembros, a través de los múltiples congresos y reuniones y mediante la publicación de los nuevos aportes en sus órganos de difusión, principalmente en “The Internacional Journal of Psicho-Analisis” y “The Internacional Review of Psycho-Analisis”.

Pero, ¿qué es lo que sigue vigente de las enseñanzas de Freud?, y ¿cuáles son los desarrollos posteriores más significativos que han enriquecido esta ciencia?

La escasez y la inoperancia de los recursos terapéuticos en las neurosis llevaron a Freud primero a la aplicación de la hipnosis, que había estudiado con Charcot en París; y más tarde a desarrollar el método catártico, inicialmente practicado junto con Breuer, en el tratamiento de sus pacientes histéricas. La afloración de contenidos mentales inconscientes, mediante el nuevo procedimiento, que resultaban ser significativos, tanto para la comprensión de la génesis de los procesos patológicos, como para su resolución, permitió a Freud el descubrimiento del inconsciente dinámico como actividad mental continua. Este resultó ser la base y matriz de todos los procesos psicológicos, tanto los normales como los que dan lugar a la patología psíquica. Lo consciente pasó a ser sólo una parte del psiquismo humano y no su única expresión como hasta entonces se suponía. El estudio de los contenidos inconscientes y su dinámica ha sido más tarde el principal quehacer en el campo de la investigación psicoanalítica. Los descubrimientos iniciales de Freud en este terreno siguen manteniendo su vigencia, y han sido notablemente enriquecidos. Actualmente entendemos el psiquismo inconsciente como inmundo dinámico de continuas relaciones intrapsíquicas, cuya expresión en forma de fantasías inconscientes, sueños, actos fallidos, etc., estudiamos mediante el método psicoanalítico de la asociación libre, que permite la externalización en la transferencia de los antiguos conflictos y relaciones. El concepto de mundo interno y su dinamismo es actualmente uno de los pilares teóricos de nuestra comprensión del psiquismo humano.

Función dinámica

En 1901 Freud publicó su libro “La interpretación de los sueños”. Quizá fuera esta su aportación más sorprendente y celebrada de los primeros pasos del psicoanálisis. La función dinámica de los sueños, cuyo contenido se estudiaba con detalle, mostraba que el sujeto que se debate con un conflicto psicológico, evita que éste le despierte mediante su representación onírica. Con los aportes posteriores, hoy entendemos la dinámica de los sueños como un proceso muy rico y significativo. Vemos el sueño como la expresión más acabada de las fantasías inconscientes en conflicto, y gracias a su estudio podemos alcanzar los estratos más profundos de la mente. De este modo sigue siendo su estudio la vía regia de acceso a lo inconsciente.

El aporte freudiano que más protestas ocasionó en su tiempo fue el descubrimiento de la sexualidad infantil y las teorías sexuales sobre la etiología de las neurosis. Hoy en día nadie por en duda la evidencia de las actividades sexuales de los niños y sólo la represión sistemática de lo observado podía determinar el desconocimiento oficial de lo que todo el mundo sabía. En realidad se ha exagerado mucho sobre el supuesto pansensualismo de las teorías freudianas. El propio Freud en un primer momento, por desconocer la importancia de la fantasía, se creyó las historias de seducción incestuosa que le relataban sus enfermas. Luego tuvo que renunciar dolorosamente a sus falsas hipótesis y dar paso al concepto de fantasía como realidad psíquica.

El núcleo de la organización de las relaciones humanas, tanto normales como patológicas, lo centró Freud en el resultado de las rivalidades, relaciones de amor y odio, que se establecen en los primeros intercambios afectivos. Amor por la madre y hostilidad por el padre rival son los elementos del Complejo de Edipo, que alcanza su pleno desarrollo entre los 3 y los 5 años. Las etapas anteriores a esta edad, llamadas pregenitales, fueron menos estudiadas entonces. En especial se consideraba que el primer año de vida era un período de paz y felicidad en la relación madre-bebé sin conflicto alguno.

Las investigaciones posteriores han puesto de manifiesto que las relaciones humanas, con toda su carga conflictual e amor y odio, deseo, frustraciones y ansiedades, se dan desde el principio. El desarrollo precoz del yo a partir del nacimiento es una teoría ampliamente aceptada en la actualidad. El conflicto de celos edípicos, por supuesto evidente a una determinada edad, se añade a otros derivados de relaciones más precoces, en las que elementos como la envidia, la agresión primaria y las ansiedades catastróficas tienen un lugar destacado.

El conocimiento cada vez más preciso de los primeros balbuceos del desarrollo psíquico, gracias en gran parte al trabajo directo con niños en análisis y al desarrollo de nuevas técnicas de observación psicoanalíticas de lactantes, nos permite acceder a la complejidad de la interrelación madre-bebé, en la que el intercambio mutuo de contenidos mentales inconscientes es tan activo como los aportes nutritivos y así el desarrollo mental resulta ser paralelo al físico. La madre elaborando las ansiedades que el bebé le proyecta está lejos de la madre incapaz de hacerlo y que por su propia ansiedad se distancia del bebé. Los círculos viciosos de ansiedad-rechazo-más ansiedad en el bebé-renuncia de la madre y abandono afectivo, so la antítesis de la relación madre-bebé en la que aquélla alivia la ansiedad de éste, y el bebé agradecido evoluciona bien con lo que su madre se autoafirma con incremente de su autoestima, lo que da lugar a un círculo benéfico de enriquecimiento mutuo.

También se han conseguido importantes avances en la comprensión de la psicología femenina. Fue éste un capítulo en el que Freud, imbuido por la cultura patriarcal y falocrática de su tiempo, se mostró al principio menos sensible. El concepto de la envidia del pene en la mujer y el supuesto de que la llegada de un bebé tuviera como consecuencia la postrera satisfacción de recuperar en la fantasía el órgano del que había sido desposeída (dejada en un segundo plano), la especificidad y creatividad de la sexualidad femenina. Más tarde inició la investigación del fenómeno negado: la envidia por parte del varón de la fertilidad y creatividad de la mujer. Para ésta lo primero es el deseo de dar vida a los bebés que lleva dentro, y lo secundario es el deseo del aporte externo para que aquello sea posible.

Las inferencias y aplicaciones de todo esto pueden (y ya lo están haciendo) iluminar muchos aspectos del desarrollo y crianza de bebés, de la pedagogía y de la comprensión de la feminidad.

La aplicación del psicoanálisis más destacada sigue siendo el tratamiento de los trastornos mentales, pero aquí también las cosas han cambiado. La idea inicial, largamente mantenida, de que sólo podían ser tratados los pacientes capaces de desarrollar una neurosis de transferencia, y que ésta sólo la manifestaban los neuróticos, dificultó la aplicación del método en otros casos. Después se ha visto que la transferencia es un fenómeno universal y que la desarrolla cualquier tipo de paciente. Otra cosa es si todos son tributarios de un psicoanálisis. Actualmente se han ampliado notablemente las indicaciones, pero éstas no sólo dependen del cuadro clínico que presente el paciente, sino que entran en juego muchos otros factores que habrán de ser considerados detenidamente en cada caso.

Otras aplicaciones de aspectos diversos, teóricos o técnicos, del psicoanálisis son frecuentes, en nuestro medio. En la clínica psiquiátrica, en todo tipo de psicoterapias, en tratamientos en grupo, en tratamientos de pareja, en análisis institucional, etcétera. Fuera de la clínica, el psicoanálisis aplicado al estudio de los mitos, la literatura, los movimientos sociales y culturales, etc., son continuos y fértiles.

En realidad en nuestra cultura actual el psicoanálisis está casi omnipresente y podemos pensar con razón que nuestra cultura sería distinta si el psicoanálisis no se hubiera desarrollado en su seno.

 

 

 

 

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