presentació

LA ZORRA Y LAS UVAS
CANCIÓN DEL PIRATA


CUMPLIR LOS DESEOS

2. ¿Qué debo hacer?

 

Actividad de motivación

¿Querer es poder o uno hace lo que puede? ¿Cómo reaccionas ante un desafío?

 

Actividad introductoria: Caspar David Friedrich

21)   Reflexiona sobre los dos espacios que aparecen en el dibujo de Caspar David Friedrich y clasifica en dos columnas opuestas los conceptos

22)   ¿Qué te sugiere este cuadro de Edward Hooper?

 

 

Contexto filosófico

Mirar a través de una ventana pone en juego varias dimensiones del ser humano: la moral (el mundo de un alma sola), la estética (lo bello), la racional (soledad consciente, ojos que comprenden) y la emocional o empática (el dolor, el amor):

 

 

La ventana separa
al mundo de los trenes,
de los grandes vapores,
de los hombres a pie,
del mundo quieto
de un alma sola.

[…]

Mi soledad consciente
mira las hermosuras
inútiles del mundo.

Lo bello y el dolor
es de las almas solas.

 

Manuel Altolaguirre, “La ventana”, en Poesía

La mirada es quien crea,

Por el amor, el mundo,

Y el amor quien percibe,

Dentro del hombre oscuro, el ser divino,

Criatura de luz entonces viva

En los ojos que ven y que comprenden

 

Luis Cernuda, “La ventana”, en Vivir sin estar viviendo

 

 

Por eso dicha mirada no es neutra ni pasiva, sino que juzga (mira las hermosuras / inútiles del mundo) e inventa (es quien crea, / por el amor, el mundo)

23)   ¿El planteamiento de ambos poetas concuerda con los postulados filosóficos expuestos en la presentación? ¿Con cuáles?

24)   ¿A qué tipo de conocimiento se refiere Cernuda en el último verso: es una confirmación, una demostración, es decir, un conocimiento intrumental o, por el contrario, tiene que ver con el sentido que damos a las cosas? ¿Qué es lo que comprende Josep Pla mirando por la ventana?

 

No puc separar els ulls de la finestra. La brutalitat del vent del mar és fascinant. Les escates lluents de l’aigua m’arriben a enlluernar. M’acosto, abrigat, a la finestra. La platja és deserta […] Penso que es deu estar bé a redós del vent, al sol. És el temps que es dauren les taronges i els ametllers treuen els primers rosats de coral […] El vent i la mar tenen una fúria inútil, delirant. Tot és indiferent i igual, àdhuc el coral dels ametllers […] Sobre la llum de la finestra passen les cosas d’aquest mon ―aigua i vent i polsim de diamant― cap a l’horitzó cru, amoratat.

Josep Pla, El quadern gris, 3 de gener de 1919

 

No puedo quitar los ojos de la ventana. La brutalidad del viento del mar es fascinante. Las escamas brillantes del agua llegan a deslumbrarme. Me acerco, abrigado, a la ventana. La playa está desierta […] Pienso en lo bien que se debe de estar a socaire del viento, al sol. Es la época en que se doran las naranjas y los almendros echan los primeros  brotes de coral […] El viento y la mar tienen una furia inútil, delirante. Todo es indiferente e igual, hasta el coral de los almendros […] Sobre la luz de la ventana pasan las cosas de este mundo ―agua y viento y polvo de diamante― hacia el horizonte crudo, amoratado.

Josep Pla, El cuaderno gris, 3 de enero de 1919

 

Contexto literario

 

El 14 de julio, toma de la Bastilla. Yo asistí en calidad de simple espectador a este asalto, al que se opusieron únicamente algunos inválidos y un gobernador timorato. Si se hubieran mantenido las puertas cerradas, el pueblo nunca habría entrado en la fortaleza. […] ¡Cuántas veces he dejado escapar la fortuna! Si yo, mero espectador, me hubiera inscrito en el registro de los vencedores, hoy tendría una pensión.

Chateubriand, Memoriasde ultratumba V, 8

 

 

fue el olor de la casa lo primero que le impresionó: olor a cera del piso con reminiscencias de trementina y caoba; lo  que unido a las hojas lavadas de las plantas, le producían una sensación de limpieza, esmero, exactitud, cumplimento del deber y devoción por los detalles, de civilidad, orden, apego a los pequeños hábitos y deberes, domesticidad; en una palabra, a burguesía.

 

Pero a diferencia de los filisteos que “tienen en su casa un pobre altar doméstico con ídolos de buen conformar”, Haller se mezcla en cafetines sencillos y silenciosos con los “tranquilos y meditabundos bebedores”, “mozos descarrilados como yo, de quebrados ideales, lobos de la estepa y pobres diablos”.

 

 

My tendency is to philosophize

On most things from a tyrant to a tree,

But still the spouseless virgin Knowledge flies.

What are we and whence came we, what shall be

Our ultimate existence, what’s our present

Are questions answerless and yet incessant.

Tengo la tendencia a filosofar sobre cualquier cosa,

Desde un árbol hasta un tirano,

Mas se me escapa la virginal e indesposada Sabiduría.

Qué somos y adónde vamos, cuál será nuestra

Existencia postrera o qué es el presente

Son preguntas sin respuesta y, con todo, incesantes.

Byron, Don Juan VI, 63

 

El bien no está en la Naturaleza, tampoco en los sermones de los maestros religiosos ni de los profetas, no está en las doctrinas de los grandes sociólogos y líderes populares, no está en la ética de los filósofos. […] Además de ese bien grande y amenazador, existe también la bondad cotidiana de los hombres. […] La bondad particular de un individuo hacia otro es una bondad sin testigos, pequeña, sin ideología. Podríamos denominarla bondad sin sentido. La bondad de los hombres al margen del bien religioso y social.

Vasili Grossman, Vida y destino II, 16

 

25)   ¿Podrías poner algún ejemplo de “ídolos de buen conformar” y de “bien grande y amenazador”? Explica por qué

 

Relación con los conocimientos previos: el Arcipreste de Hita y Don Juan Manuel

1412



 

1413

 

 

 

 

1414

 

 

 

 

1415

 

 

 

 

1416

 

 

 

 

1417

 

 

 

 

1418

 

 

 

 

1419

 

 

 

 

1420

 

 

 

 

1421

Pasó que en una aldea, de muro bien cercada,
la ligera raposa estaba acostumbrada
a penetrar de noche, la puerta ya cerrada,
y comer las gallinas de posada en posada.

 

Viéndose los del pueblo por ella así burlados,

le cerraron portillos, ventanas y forados.

Dijo al verse encerrada: «Estos gallos hurtados

creo que van a ser a escote bien pagados.»

 

Tendióse allí a la puerta de la aldea nombrada,

fingiéndose la muerta, con la boca crispada,

encogidas las patas, yerta, desfigurada;

decía el que pasaba: «¡Miren la trasnochada!»

 

Pasaba muy temprano por allí un zapatero,

Dijo: «¡Qué buena cola! ¡Vale mucho dinero!

Calzador haré de ella para calzar ligero.»

Se la cortó; ella estuvo más quieta que un cordero.

 

El sangrador pasaba, venía de sangrar.

Dijo: «El colmillo de ésta bien puede aprovechar

y a quien sufre de muela o quijada, aliviar.»

Sacóle el diente y ella, quieta, sin rechistar.

 

Pasó una vieja, a quien comiera su gallina.

Dijo: «El ojo de aquesta sirve de medicina

a mozas con mal de ojo que padecen madrina.»

Se lo arrancó y la zorra, sin moverse, mezquina.

 

El médico pasaba por aquella calleja.

Dijo: «¡Qué buenas son orejas de vulpeja

para aquél que está enfermo con dolor en la oreja!»

Cortólas y ella estuvo más quieta que una oveja.

 

Añadió el cirujano: «Corazón de raposo

contra palpitaciones es bueno y provechoso.»

Gritó ella: «¡Al demonio id a pulsar, hermoso!»

Levantóse corriendo y escapó por el coso.

 

Dijo: «Todas las cuitas es posible sufrir;

mas dar el corazón y muerte recibir

no lo puede ninguno ni debe consentir,

pues ya no tiene enmienda ni cabe arrepentir.»

 

Debe pensar el hombre con seso y con medida,

ver si lo que hacer quiere tiene siempre salida,

antes de que la cosa le resulte torcida:

el que teme ser preso asegure guarida.

 

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, Libro de Buen Amor §§ 1412-1421

 

26)   Explica los recursos que utiliza la zorra para persuadir al cuervo, en el Ejemplo V de El Conde Lucanor

27)   En el Ejemplo XXIX, ¿la paz es un valor absoluto o debe subordinarse a otros, según Patronio? De no ser así, ¿qué pasaría?

 

Sintetizando: la idea de progreso

Con su salto, la zorra no llega a las uvas. En cambio, el hueso lanzado por aquel primate de 2001: Odisea en el espacio se ha convertido, después de varios millones de años, en una nave espacial que sigue evolucionando hacia el infinito:

 

 

Esta expansión desmesurada de los límites humanos supone, para Finkielkraut, el paso de la edad de la perfectibilidad a la del desbocamiento, de la epopeya (que todavía late en la película de Kubrick) a la ciencia-ficción posthumana: la biotecnología y las vacas locas, la energía atómica y las catástrofes nucleares, la inteligencia artificial y los desastres ecológicos…

 

El propio Pirata esproncediano es, a pesar de todo, un hombre Moderno, en marcha siempre hacia adelante (“Asia a un lado, al otro Europa”), que ignora las fronteras y rehace continuamente su vida, como el Corsario de Byron. Es un hombre de acción, cuya“furia es de temer” (prueba de ello es que “más de cien naciones” han sido incapaces de torcer su rumbo), cuya única ley es “la fuerza” (“la razón pertenece a quien la gana sobre los demás y el límite de nuestra fuerza marca nuestra ley” ―afirma también Franz Moor en Los bandidos, de Schiller) y prefiere “el son violento del trueno”, “el estrépito de los cables”, “los bramidos del mar” y “el rugir de los cañones” a la harmonía, equilibrio y prudencia de los Antiguos.

 

Haller, el protagonista de El lobo estepario, es, en cambio, un superviviente; es decir, alguien que echa de menos algo importante que la Modernidad se ha llevado por delante. Otro superviviente fue Vassili Grossman, en cuya novela Vida y destino muestra cómo un Estado totalitario funciona con los mismos principios que la física moderna; que tanto uno como la otra están más interesados por la multitud y el número que por los seres individuales, más por las probabilidades y la fuerza que por las consecuencias y los procesos que son capaces de desencadenar.

 

Lee la poesía siguiente y contesta:

 

Debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato.
Debajo de las divisiones
hay una gota de sangre de marinero.
Debajo de las sumas, un río de sangre tierna;
un río que viene cantando
por los dormitorios de los arrabales,
y es plata, cemento o brisa
en el alba mentida de New York.
Existen las montañas, lo sé.
Y los anteojos para la sabiduría,
lo sé.  Pero yo no he venido a ver el cielo.
He venido para ver la turbia sangre,
la sangre que lleva las máquinas a las cataratas
y el espíritu a la lengua de la cobra.
Todos los días se matan en New York
cuatro millones de patos,
cinco millones de cerdos,
dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,
un millón de vacas,
un millón de corderos
y dos millones de gallos
que dejan los cielos hechos añicos.
Más vale sollozar afilando la navaja
o asesinar a los perros en las alucinantes cacerías
que resistir en la madrugada
los interminables trenes de leche,
los interminables trenes de sangre,
y los trenes de rosas maniatadas
por los comerciantes de perfumes.
Los patos y las palomas
y los cerdos y los corderos
ponen sus gotas de sangre
debajo de las multiplicaciones;
y los terribles alaridos de las vacas estrujadas
llenan de dolor el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.
Yo denuncio a toda la gente
que ignora la otra mitad,
la mitad irredimible
que levanta sus montes de cemento
donde laten los corazones
de los animalitos que se olvidan
y donde caeremos todos
en la última fiesta de los taladros.
Os escupo en la cara.
La otra mitad me escucha
devorando, cantando, volando en su pureza
como los niños en las porterías
que llevan frágiles palitos
a los huecos donde se oxidan
las antenas de los insectos.
No es el infierno, es la calle.
No es la muerte, es la tienda de frutas.
Hay un mundo de ríos quebrados y distancias inasibles
en la patita de ese gato quebrada por el automóvil,
y yo oigo el canto de la lombriz
en el corazón de muchas niñas.
óxido, fermento, tierra estremecida.
Tierra tú mismo que nadas por los números de la oficina.
¿Qué voy a hacer, ordenar los paisajes?
¿Ordenar los amores que luego son fotografías,
que luego son pedazos de madera y bocanadas de sangre?
No, no; yo denuncio,
yo denuncio la conjura
de estas desiertas oficinas
que no radian las agonías,
que borran los programas de la selva,
y me ofrezco a ser comido por las vacas estrujadas
cuando sus gritos llenan el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.

 





5




10




15




20




25




30




35




40




45




50




55




60




65




70

 

 Federico García Lorca, “New York (oficina y denuncia)”, en Poeta en Nueva York

 

28)   ¿Es una defensa del vegetarianismo o su autor es el portavoz de la Sociedad Protectora de Animales? Si no es así, ¿de qué nos habla? Justifica tu respuesta

29)   Mira este vídeo. ¿De qué parte se pondría García Lorca: de la del toro o la del torero? ¿Por qué?

 

 

Los Antiguos imaginaron a los dioses a imagen y semejanza de los hombres (antropomorfización). Nosotros hacemos hoy lo mismo con los animales, por ejemplo, en los dibujos animados (como recuerda el torero).

En una de las Fábulas de La Fontaine, titulada “La bellota y la calabaza”, un aldeano llamado Garo considera que Dios ha hecho mal el mundo: las encinas debían de criar calabazas y no bellotas. Pero cuando se echa a dormir a la sombra de una encina, le cae una bellota en la cara y Garo tiene que reconocer que la Naturaleza no ha hecho nada inútil ni superfluo, sino que obedece a algún tipo de sabiduría:

 

El  amo. – ¿Conoces la fábula de Garo, Jacques?

Jacques. – Sí.

El  amo. – ¿Qué te parece?

Jacques. – Muy mal.

El  amo. – Pronto me respondes.

Jacques. – Y más pronto os lo demuestro: si en lugar de bellotas la encina hubiera dado calabazas, ¿creéis que ese animal de Garo habría elegido la sombra de una encina para tumbarse a dormir? Y de no haberse tumbado a dormir bajo una encina, ¿qué repercusión puede tener, para la salud de su nariz, el que de ella caigan bellotas o calabazas? Leédselo a vuestros hijos.

Denis Diderot, Jacques, el Fatalista, p. 317

 

30)   ¿En qué coinciden La Fontaine y el toro de la Controversia del toro y el torero?

 

Lee la siguiente

 

Entrevista a Álvaro de Rújula, ex director del Departamento de Física Teórica

del CERN (Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire)

José Manuel Nieves, ABC, 03/04/2011

 

Si vaciamos esta habitación hasta que nos parezca que no queda nada, seguirá habiendo dos cosas: el campo gravitatorio y el campo de Higgs. Si nos alejamos de la Tierra, el primero se irá haciendo más débil y desaparecerá. Pero vayamos donde vayamos en el Universo, no importa lo lejos que sea ni lo vacío que parezca, el segundo, el campo de Higgs, seguirá estando ahí. El vacío no es la nada. Y de eso estamos hechos todos, de partículas [hay cuatro partículas importantes para que luzca el Sol, para hacer una paella, para enamorarse... todo eso lo puedes hacer con sólo cuatro partículas:  el electróns, el quark up, el quark down y el neutrino] que sufren la influencia de ese vacío [el campo de Higgs], en el sentido de que es él quien les da la masa. Esa es, precisamente, la hipótesis que queremos comprobar.

 […]

De la masa total del Universo, sólo un 4% corresponde a la materia ordinaria, cerca de un 20% a la materia oscura y el 76% restante a algo misterioso y casi desconocido que los físicos han llamado “energía oscura”. ¿Significa eso que sabemos mucho menos de lo que pensamos y que la inmensa mayor parte de lo que es el Universo está aún por conocer?

Sí, así es... […] La energía oscura es, precisamente, la densidad de energía del vacío . [Por eso,] no podremos estar seguros de nuestras ideas hasta que encontremos el bosón de Higgs, la partícula responsable de la masa de todas las demás partículas.

¿Me puede decir en una sola frase qué pasaría si lo encontramos y qué si no lo encontramos?

Lo peor que puede pasar es que lo encontremos y no encontremos nada más, ninguna otra cosa sorprendente.

¿Como qué?

Como la supersimetría, la materia oscura, las dimensiones extra... Si encontramos el Higgs y nada más, entonces habremos aprendido algo que ya está en los libros, y ese no es el escenario más interesante. Los físicos casi preferimos equivocarnos a no equivocarnos.

¿Está diciendo que el verdadero descubrimiento sería no encontrar el bosón de Higgs?

El verdadero descubrimiento sería no encontrar el Higgs, y tampoco nada que lo sustituya. Entonces sí que habríamos hecho un gran hallazgo, y tendríamos que ir a los políticos y decirles: "Eureka, no hemos descubierto nada, esto es un éxito fabuloso". Si lo descubrimos, estaremos constatando algo que ya sospechábamos. Si no, estaríamos ante algo completamente nuevo y fascinante.

 

31)   Análogamente, en el siguiente pasaje de su diario, Josep Pla dice de los compañeros de universidad (quienes acabarán la carrera y un día se ganarán cómodamente la vida) que “no llegarán a nada”. ¿Qué sentido tiene esta paradoja?

 

Amb el cap baix, caminant, penso que no arribaré a escriure mai més i que m’hauré de dedicar a la carrera. Per davant del meu esperit passa el grup anodí, inexistent, dels meus companys de curs. És un grup de xicots simpàtics, amables, intel·ligents, que no tenen cap fibra. La immensa majoria no arribaran a res. M’hauré de dedicar a la carrera… Quan hi penso tinc una sensació d’ésser tan poca cosa, que em ve fred.

[Camino cabizbajo, pensando que no conseguiré escribir nunca más y que tendré que dedicarme a la carrera [de abogado]. Ante mi estado de espíritu pasa el grupo anodino, inexistente, de mis compañeros de curso. Es un grupo de muchachos simpáticos, amables, inteligentes, sin el menor carácter. La inmensa mayoría no llegarán a nada. Tendré que dedicarme a la carrera… Cuando lo pienso, tengo una sensación de ser tan poca cosa, que me entra frío.]

Josep Pla, El quadern gris, 4 de febrer de 1919

 

Ejemplificando: Tristram Shandy, de Laurence Sterne, y C.D. Friedrich

32)   ¿A qué se parecen más las cábalas que hacen todos los que han oído la exclamación de Putatorio: a una discusión bizantina o al huevo de Colón? ¿Por qué?

33)   ¿Por qué es más difícil interpretar la exclamación de Putatorio que los ladridos de los perros, en el siguiente texto de Galdós?

 

Una noche, en un cortijo, orilla del Jándula y cerca de Andújar, dormíamos sin vigilantes por la escasez de gente. El cortijero me dijo que de nada servían escuchas ni centinelas, porque los perros nos advertirían cualquiera novedad. En efecto, él interpretaba los ladridos con una exactitud maravillosa. Oyendo a los perros, me decía: “Le ladran a una lechuza”. “Pasa un lobo”. “Está saliendo la luna”, etcétera. De repente, se oyó un ladrido lejano y el hombre se puso en pie, gritando con susto: “¡La Guardia Civil!”... Salimos y, a los pocos minutos, vimos llegar un paisano enteramente solo y sin armas a la vista; pidió un vaso de agua y entre sorbo y sorbo, nos manifestó que había servido en la Guardia Civil seis años. Llevaba la licencia en el bolsillo. Sin duda, conservaba el olor del Instituto, puesto que los perros avisaron su paso.

Benito Pérez Galdós, La Primera República II

 

En el bote de vela, Friedrich recuerda el viaje que hizo con su flamante esposa, Caroline Bonmer, entre Greifswald y la isla de Rügen durante el verano de 1818. El espectador del cuadro tiene la sensación de estar a bordo, en la popa del barco, gracias al encuadre y la perspectiva. Pero a la vez que está viendo la escena y participando en ella, también está viendo mirar (Friedrich y Caroline son figuras contemplativas). De manea que Friedrich parece querer compartir con el espectador aquello mismo que Cernuda expresa en los versos citados más arriba: que “la mirada es quien crea, / por el amor, el mundo”.

Mar de hielo tiene que ver con una experiencia anterior. A los trece años, Friedrich cayó en las aguas de un lago, después de resquebrajarse el hielo bajo sus pies. Su hermano lo rescató, pero murió ahogado.

James Cameron emplea ambas escenas en su película sobre el Titanic: a) la condición divina del ser humano, capaz de dar sentido al mundo a través del amor, conjugada con b) su condición trágica, expresada mediante el poder aniquilador de la Naturaleza.

 

34)   ¿Cómo se expresan a) y b) en el vídeo sobre el Titanic?

 

Planteando cuestiones: la razón práctica

Estas tres citas coinciden en afirmar que podemos trascender nuestra fragilidad y futilidad como seres vivos mediante la lucha y la alegría a un tiempo: la alegría de tener una pasión, por humilde que sea (como la quimera del tío de Tristram Shandy), y la lucha para dedicar nuestra vida a realizarla, salvándonos en ella.

 

35)   Compara la última frase de R.L. Stevenson con

 

¿Qué tienen en común?

 

En la película de James Foley, basada en una obra de teatro que fue premio Pulitzer en 1984 y cuyo autor (David Mamet) también lo es del guión de la película, vemos cómo un equipo de agentes inmobiliarios de una empresa de Chicago son obligados, en un ambiente de rivalidad, desprecio y agresividad sorprendentes, a vender terrenos como sea para que no los despidan. “Como sea” significa no sólo embaucar a los clientes, sino también estar dispuesto a perder la dignidad, sometiéndose a toda clase de presiones e injurias; carecer de escrúpulos y servirse del colega de trabajo más débil (Shelley Levene) para destruirlo.

Ricky Roma (Al Pacino) es el mejor vendedor. En esta escena lo vemos persuadiendo a una presa, James Lingk (Jonathan Price). “Todos los compartimentos del tren huelen un poco a mierda ―dice. Y al final, ni te importa.” En efecto, la última escena de la película será la de un tren alejándose.

 

36)   ¿Qué puede simbolizar el tren? Más allá de la finalidad inmediata (venderle una finca), ¿de qué está tratando de persuadir Ricky a James con su discurso?

37)   Observa cómo lo hace: mediante preguntas y respuestas que él mismo se hace; pero ¿cómo están construidas las respuestas? ¿Son realmente respuestas?

38)   El final de este monólogo es tan cínico como el resto, pero mucho más inesperado. ¿Por qué no se lo espera James? ¿Acaso la última frase de Ricky cambia el sentido de todo lo que le ha estado diciendo? Explícalo

 

 

Lee ahora este fragmento de Josep Pla:

 

Veure els efectes de la guerra en les persones concretes és un espectacle de deliri. Hi ha una quantitat considerable de persones, de nou-rics, que es fan posar dent y queixals d’or, de plata o de porcellana ―dentadures enteres. […]

No fa pas gaires dies que el senyor C. em deia amb una càndida vehemència:

Sí, sí, no li ho podria pas negar. Amb aquesta guerra hem guanyat quartets… I no diria mai què vaig dir a la meva senyora… Doncs li vaig dir: “Emília, hem de posar un wàter.” “Pensa-t’hi bé, Artur, pensa-t’hi bé…”, digué la meva esposa. Vaig trobar que era un excés de prudència. Va ser joc de poques taules: vaig cridar el lampista i el wàter fou instal·lat en un no res.

 

Josep Pla, El quadern gris, 3 de setembre de 1918

 

 

Ver los efectos de la guerra en las personas concretas es un espectáculo delirante. Hay una cantidad considerable de personas, de nuevos ricos, que se implantan dientes y muelas de oro, de plata o de porcelana ―dentaduras enteras. […]

 

No hace muchos días que el señor C. me decía con una cándida vehemencia:

Sí, sí, no se lo puedo negar. Con esta guerra hemos ganado dinerillo… Y no adivinaría usted nunca lo que le dije a mi señora… Pues le dije: “Emilia, tenemos que poner un váter.” “Piénsalo bien, Arturo, piénsalo bien…”, dijo mi esposa. Me pareció que era un exceso de prudencia. Fue coser y cantar: llamé al fontanero y el váter se instaló en un santiamén.

 

Josep Pla, El cuaderno gris, 3 de septembre de 1918

 

39)   ¿A qué guerra se refiere Pla?

40)   ¿Qué tienen en común (en el contenido y en la forma) la escena de Al Pacino y Jonathan Price, y el diálogo de Josep Pla?

 

Actividad de desarrollo: la libertad y las creencias

El amo. – Sin embargo, en mi interior siento que soy libre, del mismo modo que siento que pienso.

Jaques. – Mi capitán solía decir: “Sí, porque ahora no deseáis nada; pero haced el favor de desear caeros del caballo”.

El  amo. – ¡Está bien! ¡Me precipitaría al suelo!

Jacques. – ¿Ah, sí? ¿Y lo haríais a gusto, sin repugnancia, sin esfuerzo, como cuando os da por bajar a la puerta de una posada?

El  amo. – No exactamente; pero eso no importa con tal de que me precipite y demuestre que soy libre.

Jacques. – Mi capitán decía: “¡Pobre hombre! ¿No os dais cuenta de que sin mi contradicción, jamás habríais tenido el capricho de romperos la crisma? Si lo tomamos al pie de la letra, es como si empujándoos por el estribo yo mismo os derribara de la silla. Si vuestra caída prueba algo, desde luego no prueba que seáis libre, sino más bien que estáis loco”. Añadía mi capitán que el goce de una libertad que pudiera ser ejercida sin motivo alguno, sería el auténtico síntoma del maníaco.

El  amo. – Eso me parece exagerado; y mal que os pese a ti y a tu capitán, creo que quiero cuando quiero.

Jacques. – Pues sois y siempre habéis sido dueño de vuestra voluntad, ¿por qué ahora mismo no queréis amar a un mandril? ¿Por qué no dejasteis de amar a Agathe tantas veces como os viniera en gana? Nos pasamos tres cuartas partes de la vida queriendo y no haciendo.

El  amo. – Eso es cierto.

Jacques. – Y haciendo sin querer.

Denis Diderot, Jacques, el Fatalista, pp. 318-319

 

41)   ¿Qué es para Jacques la libertad?

 

a)       Poder hacer lo que yo quiera

b)       Elegir entre distintas opciones

c)       Hacer cualquier cosa porque sí

d)       Querer hacer aquello que haga

e)       Saber a qué atenerme

 

El narrador de La cartuja de Parma (1839) opone la alegría y la juventud de los soldados napoleónicos, así como las idealizadas cortes de los Visconti y los Sforza, a los sermones de los frailes en un “pueblo que se aburría desde hacía cien años”, es decir, desde que los españoles se apoderaron del Milanesado.

 

Para Stendhal, Napoleón representaba el genio, la valentía y las luces. “Tan grandes eran la felicidad y el placer que habían llevado a Lombardía aquellos franceses”, que sólo los curas y algunos nobles se dieron cuenta de lo gravoso de las contribuciones que les imponían a todos.

 

En La cartuja de Parma nos presenta a unos generales austriacos, viejos e imbéciles, aliados a la mediocridad, la decadencia, la beatería y el mal humor que se volvieron a adueñar del Directorio, frente a unos soldados jóvenes, pobres, valientes y generosos que compartían su pan con los lugareños y habían sufrido tanto en las montañas de Génova que provocaban el llanto de la Marquesa del Dongo. Hasta que Napoleón bajó del monte San Bernardo (como Moisés del Sinaí) y entró de nuevo en Milán.

 

42)   Stendhal establece una serie de dicotomías:

 

La Revolución

ALEGRÍA

JÓVENES

GENIO

PLACER

LUCES

El Antiguo Régimen

MAL HUMOR

VIEJOS

DECADENCIA

ABURRIMIENTO

BEATERÍA

 

Sin embargo, al final, ambos grupos tienen algo en común: ¿qué es?

 

43)   ¿Alexándrovich Pechorin opinaba lo mismo que Stendhal? ¿Por qué? La primera diferencia entre la Revolución y al Antiguo Régimen era, como sus nombres indican, el tiempo durante el cual se habían podido experimentar sus respectivas “creencias”. Después de la caída del Muro de Berlín, ¿podemos seguir pensando como Stendhal?

 

Actividad de síntesis: Jonathan Swift, Los viajes de Gulliver

44)   Jonathan Swift se refiere a “la casta de políticos”, que desde Gaetano Mosca (entre 1884 y 1895) se conoce como “la clase política” (es decir, una clase social distinta de la clase media, alta o baja, el lumpen, la jet-set, etc.) También se refiere a cierto concepto de la política como “una ciencia” y, en efecto, en nuestras Facultades se enseñan Ciencias Políticas. ¿Hay algo más en este texto que sea actual? Pon ejemplos

 

¡Que un soberano en posesión de todas las cualidades que proporcionan veneración, amor y estima, de valiosas prendas personales, gran sabiduría y profundos conocimientos, dotado de talento admirable para le gobierno y casi adorado por sus súbditos, dejara pasar, llevado por un escrúpulo nimio, del que en Europa no tenemos ni idea, una oportunidad servida en bandeja que le hubiera convertido en dueño absoluto de la vida, la libertad y la fortuna de su pueblo! Y no digo esto con la menor intención de menoscabar las muchas virtudes de aquel Rey excelente, cuya imagen siento que, por lo dicho, quedará muy degradada en la opinión del lector inglés; yo creo, más bien, que este defecto se debe en ellos a la ignorancia, a no haber reducido todavía la política a una ciencia, como han hecho en Europa los ingenios más sagaces. Pues recuerdo muy bien que, conversando un día con él, al decirle yo que disponíamos de varios miles de libros escritos sobre el arte de gobernar, esto le hizo concebir, contra lo que yo esperaba, una idea muy pobre de nuestro buen juicio. Declaró que tanto aborrecía como despreciaba toda clase de misterios, sutilezas e intrigas lo mismo en príncipes que en ministros. No era capaz de entender qué quería decir yo al hablar de secretos de Estado, excepto cuando se referían a un enemigo o a alguna potencia rival. Reducía este Rey el arte de gobernar a los límites muy estrechos del sentido común y la razón, la justicia y clemencia, y a la pronta resolución de causas civiles y penales, aparte de otras cuestiones obvias, no dignas de mención. Y en su personal opinión, pensaba que aquel que pudiera hacer crecer dos espigas o dos briznas de hierba en una superficie donde antes sólo crecía una, merecía más gratitud del género humano y prestaba un servicio más esencial a su patria que toda la casta de políticos reunida.

La cultura de esta nación es muy deficiente y consiste únicamente en ética, historia, poesía y matemáticas, donde hay que reconocer que descuellan. Pero esta última disciplina se aplica enteramente a cuanto es de utilidad en la vida, al mejoramiento de la agricultura y de todas las artes mecánicas, de suerte que entre nosotros no sería muy estimada. En cuanto a las ideas, entidades y abstracciones y a los trascendentales, jamás pude lograr que tuvieran nada en sus cabezas.

Ninguna ley del país puede exceder en palabras el número de letras de su alfabeto, que consta sólo de veintidós. Pero, de hecho, pocas leyes alcanzan siquiera esta extensión. Están redactadas en la prosa más llana y sencilla, en la que aquel pueblo no tiene viveza suficiente para descubrir más de una sola interpretación.

Jonathan Swift, Viajes de Gulliver, pp. 197-198

 

45)   ¿Cómo emplea la ironía Jonathan Swift cuando habla de lo que el Rey de Brobdingnag no entiende, de su concepto de la política y del “arte” (frente a la “ciencia”) de gobernar, de la cultura de su nación, de las leyes y de las prioridades y tipo de asuntos que preocupan a sus dirigentes?

 

Actividad de ampliación: Chateubriand, Memorias de ultratumba

En el texto de la presentación, Chateubriand habla como ciudadano particular y, por tanto, con distanciamiento e independencia; el mismo distanciamiento que le permite meditar “sobre la sociedad y sobre sus males y sus bienes”. Pero alguien que desempeña una función pública objeta:

 

“¡Un  particular puede hacer con sus hijos como se le acomoda, y no hemos de poder hacerlo nosotros!”

Pues no, no podéis; porque no sois una familia divina ni una familia privada; sino una familia pública, y pertenecéis a la sociedad. Los errores del trono no sólo perjudican a éste, sino también a la nación entera: un rey tropieza con una dificultad y se va; pero ¿puede acaso irse la nación?

Chateubriand, Memorias de ultratumba XXXVII, 13

 

46)   En el texto anterior podríamos sustituir “el rey” o “el trono” por  “el Presidente” o “el Gobierno” (puesto que el Rey, en las monarquías parlamentarias actuales, reina, pero no gobierna) y también aplicarlo a los personajes famosos que venden exclusivas sobre su vida privada. En cualquiera de estas tres esferas (monarquía, gobierno, famosos) ¿recuerdas algún ejemplo donde se confunda lo privado con lo publico o se pretenda aprovechar las ventajas de ambas condiciones?

 

1. ¿Quién soy?

3. ¿Cómo es el mundo?