Automóviles La Cuadra

Tras el automóvil de Bonet no tenemos constancia de la construcción de otro vehículo hasta 1896 cuando el ingeniero electricista español Ramón Gabarró y Julién construye uno dotado de motor eléctrico. El vehículo fue construido en Londres pero bajo las indicaciones de nuestro ingeniero, y fue hecho por encargo para la misma reina de España. Este coche fue bautizado con el nombre de "Julián".

En 1899 se funda la primera empresa en España que se dedica a construir automóviles para su venta. La "Cía General de Coches y Automóviles E. La Cuadra S. en comandita" fue fundada en este año por el Capitán de Artillería D. Emilio de La Cuadra Y Abiol.

Nacido en 1859 en Sueca (Valencia), el teniente La Cuadra era un
apasionado de ese fenómeno nuevo que surgía con el nacimiento del nuevo
siglo, y que era la electricidad. Tanto es así, que construyó una central
eléctrica en Lérida llevando por primera vez la luz a la capital catalana. El
éxito de este nuevo invento produjo para La Cuadra una sustancial renta.

Al igual que Bonet La Cuadra también visitó la Exposición Universal de París, y se interesó por los motores Benz pero para aplicarlos a la energía que era su pasión, la energía eléctrica. Convencido de que el automóvil tendría un futuro muy prometedor, vende la central eléctrica, y con lo que obtiene de ella se traslada a Barcelona y funda la Compañía General de Coches y Automóviles E. La Cuadra en Comandita. De esta forma en setiembre de 1898 La Cuadra inicia la fabricación de coches eléctricos. El proyecto incluía producir desde un turismo a un microbús de pasajeros y un camión. Todos los intentos resultaron un completo fracaso, porque los vehículos, muy pesados, agotaban las baterías a los pocos kilómetros de uso, llegando a recorrer 5 kilómetros en el mejor de los casos.
 

 
Si bien en estos años no había ningún automóvil Español, sí circulaban por las carreteras de nuestro país ya un número importante de automóviles traídos del resto de Europa, principalmente de Francia.

D. Emilio con la ayuda de D. Domingo Tamaró diseñan algunos vehículos para aplicarles los motores eléctricos creados por Velino. El principal talón de Aquiles de esta empresa fueron estos motores eléctricos, que no dieron más que problemas y contribuyeron a llevar a la empresa a la quiebra en 1901.

El primer automóvil La Cuadra fue una especie de Ómnibus. Se pretendía crear un vehículo para el transporte colectivo de personas. Se puso mucho empeño en este proyecto, y utilizaron para ello los mejores materiales. Un día del mes de agosto se hizo la presentación del vehículo al público y a la prensa; su motor eléctrico solo permitió que andara unos pocos metros parándose en seco y no pudiendo reanudar la marcha. Tras esta catastrófica prueba se lo llevaron de nuevo a la fábrica para desmontarlo.

Después de este primer descalabro, al comprobar la poca eficiencia de la energía eléctrica aplicada a los automóviles, Emilio de La Cuadra se desplaza a París, donde conoce a D. Mark Birkigt, famoso ingeniero de Ginebra, a quién logra convencer para que le diseñe un nuevo modelo de motor.

La construcción de motores eléctricos cesa en 1900, año en que Velino abandona la empresa. A partir de entonces Birkigt se encarga del diseño de los nuevos motores de gasolina.

Mark Birkigt llegó a Barcelona en agosto de 1899 e inmediatamente se puso a trabajar en el diseño de vehículos con motor de explosión.

Para el 10 de diciembre del mismo año Birkigt tenía preparado un automóvil con un motor de un cilindro y carrocería de dos asientos, que fue probado en Barcelona, sobre un recorrido de cuatro kilómetros, con total éxito.

A finales de 1899, se construyó el automóvil que se muestra en la fotografía el cual aún se encuentra en orden de marcha, propiedad de la familia Mateu, y es el único ejemplar que se conserva de esta marca. Se trata de un La Cuadra, de 4 CV y medio, con una cilindrada de 1.100 c.c. y dos cilindros, con válvula automática de admisión. Fue matriculado en Soria en el año 1900, con el distintivo SO- 2. Su primer propietario fue D. Javier Olozábal Ramey.

Otro de los automóviles La Cuadra del que pudimos saber algo, fue matriculado el 29 de agosto de 1907 en Lérida, siendo su primer propietario D. Juan Pallisó. Le fue asignada la matrícula L-1. Suponemos que este vehículo no ha llegado hasta nuestros días ya que no existen noticias de él.

Se tiene constancia de que fueron unos cinco ejemplares los que construyó la empresa "La Cuadra" en total, cantidad no poco despreciable teniendo en cuenta que en aquellos años todo se fabricaba de forma artesanal.

Una famosa huelga organizada a finales de 1901, que continuó hasta el año siguiente, hizo que los recursos del señor de La Cuadra se terminaran, teniendo que ceder a sus acreedores como pago las instalaciones de la empresa. La Cuadra tras finalizar sus relaciones comerciales reingresó en el ejercito como comandante y fue destinado a Ceuta, posteriormente volvió a Cataluña. Murió en Valencia en 1930.

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