Ovidi

Ovidi, Tristia 3.4b [VVoce]

Proxima sideribus tellus Erymanthidos Ursae
me tenet, adstricto terra perusta gelu.
Bosphoros et Tanais superant Scythiaeque paludes
vixque satis noti nomina pauca loci.
Ulterius nihil est nisi non habitabile frigus:
heu quam vicina est ultima terra mihi!
at longe patria est, longe carissima coniunx,
quicquid et haec nobis post duo dulce fuit.
Sic tamen haec adsunt, ut quae contingere non est
corpore: sunt animo cuncta videnda meo.
ante oculos errant domus Urbsque et forma locorum,
acceduntque suis singula facta locis.
Conjugis ante oculos sicut praesentis imago:
illa meos casus ingravat, illa levat;
ingravat hoc quod abest, levat hoc quod praestat amorem,
impositumque sibi firma tuetur onus.

Vos quoque pectoribus nostris haeretis, amici,
dicere quos cupio nomine quemque suo;
sed timor officium cautus compescit, et ipsos
in nostro poni carmine nolle puto.
Ante volebatis, gratique erat instar honoris
versibus in nostris nomina vestra legi;
quod quoniam est anceps, intra mea pectora quemq
alloquar, et nulli causa timoris ero,
nec meus indicio latitantes versus amicos
protrahet. Occulte, si quis amavit, amet.
Scite tamen, quamvis longa regione remotus
absim, vos animo semper adesse meo,
et qua quisque potest, aliqua mala nostra levate,
fidam projecto neve negate manum –
prospera sic maneat vobis fortuna, nec umquam
contacti simili sorte rogetis idem.

Habito una comarca próxima a la constelaciónde la Osa de Erimanto, tierra endurecida por el frío glacial.

Más allá se ven el Bósforo, el Tánais, los pantanos Escíticos y algunos pocos lugares de nombres desconocidos.

Detrás nada, sino campos inhabitables por el rigor del clima. ¡Ah, cuán vecino soy de la última tierra del orbe! Mi patria está lejos, lejos mi carisma esposa, y cuanto me es amado después de la una y la otra.

Pero si vivo apartado de tales seres, si no alcanzo a percibirlos por el sentido, los veo cómo se reproducen en mi imaginación, y pasan ante mis ojos la casa, la ciudad, el aspecto de los lugares y los varios sucesos en ellos representados.

La cara de mi esposa la tengo como presente a la vista; ella agrava mis padecimientos, y ella los alivia: los agrava por su ausencia, y los alivia con el amor que me profesa y la entereza en soportar la

carga que la abruma.

También vosotros, amigos,vivís impresos en mi corazón, y desearía nombrar a cada uno en particular; pero un temor prudente reprime mis ímpetus; sospecho que no queréis ser nombrados individualmente en mis escritos.

Antes lo deseabais, considerando como un alto honor que vuestros nombres se leyesen en mis poemas. En esta incertidumbre, hablaré a cada cual en lo íntimo del pecho, y no daré motivo a vuestros temores; mis versos no revelarán quiénes son los amigos que prefierenpasar ignorados. Los que me amaron en secreto, que continúen amándome todavía.

No obstante, sabed que aun relegado a este lejano país, os tengo siempre presentes en el alma. Según lo que alcance cada cual, esfuércese por endulzar parte de mis amarguras, y no me rehuséis en el destierro vuestra mano generosa. Así os sonría siempre la próspera fortuna y no tengáis que implorar el auxilio ajeno fustigados por mi suerte cruel.