Apunts Jota'O

Material de suport de l'assignatura de filosofia per alumnes de primer i segon de batxillerat

 

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IMMIGRACIÓ I INTEGRACIÓ

Enllaços

Introducció

Danilo Martucelli: Modelos y filosofías de integración social en Europa.
- 1. El modelo americano
- 2. El modelo republicano francés.
- 3. El modelo británico.
- 4. El modelo alemán.
- 5. El modelo de los pilares: Países Bajos o de Bélgica

- Conclusiones.

Qüestionari

-Quadre comparatiu dels articles de premsa sobre la immigració

http://www.tv3.cat/videos/1397699
Introducció

L’emigració no és un fenomen nou, però sí que s’ha accelerat dins del procés d’integració global. Es calcula que prop de 200 milions de persones viuen actualment en països diferents aquell on varen néixer: és l’equivalent al 3% de la població mundial, segons dades del 2002.

Els estudiosos han identificat quatre models d’emigració.

1)
El model clàssic, que s’aplica a països com Canadà, Estats Units i Austràlia. Aquests països s’han anomenat “nacions d’immigrants”.

2)
El model colonial d’immigració, que representen països com França i Gran Bretanya, que tendeix a afavorir els immigrants de les antigues colònies més que no pas als d’altres països.

3)
El model del treballador invitat que es dóna a països com Alemanya,Suïssa i Bèlgica. Segons aquest model, els immigrants són admesos en el país de forma temporal, sovint per tal de respondre a les demandes del mercat de treball, però no accedeixen a drets de ciutadania fins i tot després d’un llarg període d’estada.

4)
Els models il·legals d’immigració, que cada cop es fan més habituals, degut a l’enduriment de les lleis que regulen l’emigració a molts països industrialitzats. Sovint, els immigrants que aconsegueixen entrar en un país, ja sigui de forma clandestina, ja sigui emprant un estatus de “no immigrant”, aconsegueixen viure il·legalment al marge de la societat oficial

Globalització i migracions

Les migracions que ens semblen espectaculars avui en dia estan, sens dubte, relacionades amb la globalització. Però el fenomen de la globalització tal i com l'entenem no és la primera vegada que es produeix. Ja es va produir una globalització, la primera, en el segle XIX. Tant la primera globalització, la del segle XIX, com l'actual, tenen en comú les migracions internacionals. Actualment es viu en un món on la mobilitat de les persones sembla excepcional. Tanmateix, el 1913, el 10% de la població mundial estava constituït per immigrants, és a dir, en el sentit estadístic simple de persones que resideixen en un país que no és aquell on varen néixer. En canvi, en aquesta segona globalització que ara vivim el nombre de població immigrada és del 3%. És evident que aquesta xifra resulta imponent en nombres absoluts, però en relació amb la població terrestre és tres vegades inferior a la globalització del segle passat.
 


Modelos y filosofías de integración social en Europa.
(Conferència de Danilo Martucelli, Can Palauet - Mataró, 10 de novembre de 2005)
Investigador del Centre de Recerques sociològiques de França

Todos los países terminan, de manera más o menos clara o consensuada, por escoger un modelo de integración con una filosofía particular. Pero cualquiera que sea la manera como los problemas sociales se manejan, cualquiera que sea el modelo de integración, los problemas sociales son por lo general increíblemente similares en todos lados. Hay que comprender siempre juntas las dos afirmaciones. Las gestiones son diversas y los problemas terminan siendo similares. Por supuesto, que unos pueden decir que económicamente las tasas de desempleo son muy diferentes en Estados Unidos de lo que son en España o en los países escandinavos, sí, pero los fenómenos de precarización detrás del empleo tienden a ser semejantes. Por supuesto, los sistemas de salud son muy diferentes en los diferentes países, pero la parte del producto interior bruto que se gasta en los programas de salud, tiende a ser más alto en los Estados Unidos que en Europa, pero, a mediano plazo las tendencias tienden a ser similares. Y los problemas de integración o de gestión de la pobreza urbana, cualquiera que sean las filosofías que se ponen en práctica, tienden a producir fenómenos extremadamente similares en casi todas las situaciones.

Nunca lo olviden: las filosofías son diferentes, las orientaciones divergen, sin embargo, los problemas tienden a ser similares, porque son estructurales en muchos aspectos.

Segundo punto fundamental a propósito de los modelos de integración. Hablar de un modelo de integración, no es en realidad sino otra manera de designar el problema de la identidad nacional. En la relación que un país establece con los inmigrantes, está siempre jugándose, una y otra vez y siempre de nuevo, su propia identidad nacional. Esto quiere decir que el tema migratorio jamás puede ser separado de una historia nacional de largo aliento. Si ustedes olvidan eso, uno termina por no comprender una serie de fenómenos sociales: el hecho por ejemplo de saber por qué en tal o tal tipo de país, es tal tipo de problema que se convierte en un problema fundamental de debate y no en otros lados. Es en función de la identidad nacional que ciertos temas pueden ser más o menos sensibles.

Y en fin, tercer punto, lo que les dije hace un momento, lo que se juega a nivel nacional o a nivel de Estado, nunca es lo mismo que lo que se juega a nivel local. Un país puede tener tendencias nacionales inquietantes y tener acciones locales extremadamente exitosas. Y en sentido inverso, experiencias locales exitosas, pueden ser en todo momento desequilibradas por el contexto nacional. Pero, nunca lo olviden, en la dinámica entre lo global y lo local siempre hay márgenes de acción. Pero desgraciadamente, si los problemas se agudizan, si la tensión identitaria nacional se incrementa, esa experiencia piloto local exitosa puede ser, de alguna manera, anulada en sus efectos positivos. Todo esto trae como consecuencia, por supuesto, una enorme frustración entre los trabajadores sociales, los profesores o los responsables políticos locales que, después de años de esfuerzo, tienen el sentimiento que todo lo que se hizo durante años ha sido borrado en una sola noche de revueltas. Lo cual es injusto y es falso, pero ¿cómo no comprender el sentimiento de frustración de tantos actores locales, desestabilizados por esos movimientos estructurales o por incidentes explosivos? Algo tanto más importante en sus efectos a largo plazo, que muchas de las más exitosas experiencias locales en el fondo se apoyan casi exclusivamente sobre energías personales.

Vengo al tema principal. Yo quisiera presentarles rápidamente las grandes líneas de las filosofías nacionales de integración, diferenciando los modelos americano, inglés, francés, alemán o belga/Países Bajos. Porque me parece que es importante que comprendan cómo los países escogen a través de una historia institucional y de una identidad nacional, un modelo de integración de sus inmigrantes.



1. El modelo americano.

Comienzo con el modelo que es el más alejado, el de los Estados Unidos pero que tal vez tiene más éxito en los medios de comunicación de masas, y que ejerce una fuerte seducción. En los Estados Unidos ha habido durante mucho tiempo un modelo que se llamaba el “melting pot” y que en realidad, hoy en día, cada vez más se reconoce que es el de una “salad bowl” (una ensaladera). Quiere decir un país en el cual la gente tiene diferentes rasgos que conviven sin disolverse entre sí: donde tomate, lechuga, cebollas, papas y otras cosas se mezclan pero cada uno conserva la naturaleza de su producto. Es decir, que bajo la impronta de este modelo, uno se integra en Estados Unidos, no transformándose en otra cosa, sino que cada uno debe integrarse en la ensaladera americana conservando sus raíces. Uno se integra entonces como afro americano, “hispano”, ítaloamericano, etcétera, etcétera. Es decir, cada uno se integra en la nación americana guardando sus raíces y es un tema importante porque quiere decir que en la ensaladera, cada uno forma parte del todo, y es en virtud de lo que es individualmente. Son los individuos, y sus pertenencias culturales, que participan en el imaginario de la nación americana.

Este modelo tiene sus aspectos positivos y aspectos negativos. El aspecto más positivo es que los Estados Unidos (pero esto está ligado a su historia política y a su hegemonía económica, militar y cultural) es hoy en día lo que unos llaman un “país-mundo”, es decir, un país asociado, en su imaginario, con una increíble diversidad étnica, y ello con una velocidad impresionante. En Estados Unidos prácticamente el 30 por ciento de americanos, hoy en día, no son, entre comillas, blancos. Hay ya 13% de hispanos, un 12% de minorías negras, entre un 4 o 5% de asiáticos, un porcentaje menor de poblaciones indígenas, a lo cual tal vez habría que añadir otros grupos nacionales – por ejemplo, los italianos – que no son asimilados a los WASP (White anglo-saxon protestant). Estados Unidos es pues en los hechos y en su imaginario un mosaico de colores.

Y bien, este neo-universalismo americano, este sentimiento de “país-mundo”, da un sentimiento de apertura de expectativas muy grandes. No es nuevo, por supuesto, pero esto entronca con la tradición americana. Los Estados Unidos, todo el mundo lo sabe, es un país de inmigración, tradicionalmente de inmigración, que inventó el mito de la nación americana a través del tema de la inmigración, como pueden haberlo hecho Australia o como puede ser el Canadá. Quiere decir que la nación americana es inseparable del hecho inmigratorio y que esta realidad está aceptada identitariamente en tanto que tal. Y que por lo tanto, un inmigrante que llega a los Estados Unidos, si se naturaliza, cuando juramente, es alguien que termina formando íntegramente parte de la comunidad americana. Por supuesto, esto no evita la xenofobia y las discriminaciones. Pero tiene un peso político muy fuerte.

La manera más simple de hacerles comprender esto no es otra que la imagen misma de la estatua de la libertad, que fue el obsequio de la Tercera República francesa a los americanos en el centenario de su independencia para que nunca olviden que hay que mirar a la libertad que viene de Europa y que, con el tiempo, se transformó, ustedes lo saben perfectamente bien, en la experiencia de la libertad que los inmigrantes europeos refugiados encontraban cuando pisaban la costa americana.

Bien, los Estados Unidos es eso, la capacidad de invertir e inventar mitos políticos y de construir una nacionalidad gracias al dinamismo de la sociedad, e imponer la imagen de un país capaz de acoger a todos los grupos sociales. Por supuesto que los sociólogos se divierten, desde hace más de cuarenta años, en mostrar, por ejemplo, que, en contra de lo que supone el “sueño” americano, la tasa de movilidad social real en los Estados Unidos, es tan alta o es tan baja – léanlo como quieran – como la que existe en las sociedades europeas. Es decir, contrariamente a lo que creen 8 americanos sobre 10 (si me apoyo en una reciente encuesta de opinión), si ustedes nacen pobres en los Estados Unidos, tienen tantas oportunidades como en España, Francia o Alemania... de quedarse pobres. Pero, frente al pesimismo que aqueja en este punto a tantos españoles, franceses o alemanes, muchos americanos piensan, y ello en contra de los hechos, que van – o pueden – volverse ricos. Y eso da, es innecesario decirlo, una dinámica social muy particular.

Ahora bien, la emigración en los Estados Unidos se dio a través de dos, tres grandes olas de inmigración y por un cambio fundamental en las políticas sociales. La primera ola migratoria, la de finales del siglo XIX- comienzos del siglo XX, fue el de una población esencialmente europea, de mano de obra que se insertó por el trabajo, esencialmente en el sector industrial, y que fue asimilada con enormes dificultades – contrariamente a lo que se cree. Los italianos, los polacos, los alemanes, etc. tuvieron enormes problemas de integración en Estados Unidos, hasta el punto que en los años, 1920, -30 esto fue un tema importante del debate público. Un síntoma: en esos años había trabajadores sociales que iban a las casas de los inmigrantes a enseñarles a comer americano, para que incluso el paladar termine adaptándose a los gustos nacionales americanos... O sea que, contrariamente al mito, hubo un fuerte proceso de asimilación, de americanización casi forzada, de muchos inmigrantes.

La segunda ola de inmigración es diferente, se produce en los años 60, es una inmigración en la cual se ponen en cuestión las cuotas étnicas raciales que existían hasta ese momento y se pone en práctica la política del reagrupamiento familiar. Fue una manera, para los Estados Unidos, de al mismo tiempo salir de una política que ya no podía ser aceptada en el marco democrático (la de escoger los inmigrantes por el color de la piel), y que al mismo tiempo trató de hacer una trampa, entre comillas, porque se pensó que el reagrupamiento familiar iba a hacer que solo venga a los Estados Unidos grupos étnicos esencialmente europeos que ya estaban instalados en el país. Lo que sucedió es que el reagrupamiento familiar fue utilizado masivamente por los hispanos (los mejicanos comienzan a cruzar de manera importante la frontera desde los años 70) y sobre todo por los asiáticos. Y estos dos grandes grupos, han sido en consecuencia los que más se han incrementado numéricamente hablando en los últimos 30 años.

Llega la tercera ola, la de los 90, cuando Clinton cambia la filosofía de la inmigración en los Estados Unidos para organizarla esencialmente en función de las necesidades del mercado de trabajo, que es la política migratoria que Inglaterra y cada vez más países europeos tratan de poner en práctica. Es decir, se selecciona a los inmigrantes en función de las demandas de la economía americana. La proposición parece sensata. Pero en una economía moderna sometida al cambio permanente, tecnológico tanto a la de la demanda, es un problema espinoso determinar a ciencia cierta la demanda laboral futura de la economía, sin contar con problemas de índole técnica (cómo esta “demanda” remonta al ministerio, cómo se fijan las cuotas, su número y sus perfiles, etc.).

Bien, esta última ola de inmigración, en su flujo legal e ilegal, ha sido particularmente importante en los Estados Unidos. Entre el año 90 y el año 2005 los Estados Unidos han sido, más que nunca, una tierra de inmigración. En Europa hay menos conciencia de esta realidad porque lo esencial de la inmigración europea hacia los Estados Unidos se dio hace mucho tiempo, pero para muchos individuos en el mundo, más que nunca, los Estados Unidos ha sido la “América”.

Estas tres olas de inmigración deben ponerse en relación con el modelo social. Y aquí también es necesario advertir que la filosofía de la integración en Estados Unidos cambió radicalmente en los últimos 30, 40 años – por dos grandes razones. La primera es el movimiento de las minorías negras, que se sublevó contra la segregación y la discriminación de la cual era objeto, y que llevó al movimiento de derechos civiles y más tarde a las políticas, no de cuotas, pero a lo que los americanos llaman la “afirmative action”. El punto es importante. En términos estrictos, nunca ha habido cuotas, mejor dicho, hubo una política de cuotas que se instauró en algunas universidades de élite en Estados Unidos y que solo duró algunos semestres. En ningún otro lado hubo políticas de cuotas porque, inmediatamente, fueron declaradas anticonstitucionales. Es decir, el hecho de que se reserve un número de plazas fijas antes que el concurso tenga lugar, a gente de tal o tal tipo de color de piel, solamente existió durante algunos semestres, lo repito, en algunas universidades de élite americanas. Lo que existió fue la voluntad -en Inglaterra es similar- de adaptar las instituciones americanas, para darles una presencia más importante a los grupos minoritarios. No se trata pues de una cuota fijada por la ley, pero es gracias a la voluntad de ampliar los criterios de selección que se obtiene el incremento de la presencia de miembros de grupos minoritarios. Se trata de abrir el abanico de los criterios de selección para que la sociedad sea más justa. Eso fue un resultado importante de la lucha de los años 60-70 que ha dado como resultado, en el caso americano, la aparición de una muy importante clase media negra y clase media hispana, y desgraciadamente, una crisis profunda en los hiper-guetos americanos o una fragilización de las clases medias bajas americanas.

Ahora bien, esta política de cuotas ha sido sistemáticamente puesta en cuestión por los gobiernos republicanos. ¿Y cuál es la decisión de los Estados Unidos? Hoy en día es, básicamente, una voluntad, después del atentado del 11 de septiembre, de regresar a una política de americanización. Todo esto crea un corto-circuito extraño. Hasta antes de las revueltas recientes, el modelo francés fue de alguna manera seductor en los Estados Unidos, porque algunos vieron en él un modelo que asimilaba a los inmigrantes, no permitía la construcción de comunitarismos y por lo tanto era un modelo que se suponía podía evitar los riesgos de desliz integristas.

La realidad es que el gobierno republicano, como el gobierno de Blair como lo diré en a continuación, de alguna manera pone en práctica medidas políticas que tienden a aumentar el sentimiento de unión nacional a través de una política de americanización. Es decir, los programas que financian las lenguas nativas de los inmigrantes o que tratan de mantener redes comunitarias, tienden hoy en día a ser parcialmente “desaceleradas” en Estados Unidos, en beneficio de programas que tratan de activar el inglés y el sentimiento de pertenencia a la nación americana.

Aun así, cómo olvidar que los Estados Unidos es un país de inmigración, donde la nación es inseparable de la inmigración y donde el problema fundamental es menos la presencia en sí misma de los extranjeros que la manera como se maneja la gestión social y los grupos más subalternos de la sociedad. Es un modelo donde el dinamismo de la sociedad esconde una serie de conflictos – y de precarizaciones – que aparecen detrás de las cifras.

2. El modelo republicano francés.

Comienzo esta rápida presentación de modelos sociales en Europa a través del modelo francés. Es un modelo, ustedes lo conocen bien, que supone una fuerte asimilación. Un extranjero cuando llegaba en Francia, (pero el proceso era el mismo para un francés autóctono del campo), tenía que desprenderse de todos sus elementos culturales idiosincrásicos “primitivos” afín de ingresar en la universalidad francesa. Es una concepción inseparable de la historia francesa: de un país con tradición colonial fuerte, extremadamente orgulloso de su cultura y que durante mucho tiempo pensó que la mejor – sino la única – manera de penetrar en lo universal y por lo tanto en la historia, era siendo un ciudadano francés. Para muchos franceses, lo universal habló la lengua francesa durante décadas.

Esta filosofía de asimilación fuerte, permitió un modelo de integración muy activo cuando los mecanismos institucionales lo permitieron, cuando la escuela, el trabajo y la segregación urbana eran de tamaño tal que permitieron la paulatina integración efectiva de los inmigrantes españoles, italianos, polacos. En el fondo, pues, fue más un modelo de sociedad que una filosofía social, lo que permitió el éxito del modelo francés.
Hoy en día, la filosofía no ha cambiado sustancialmente (se sigue promocionando la separación entre el Estado y la religión, la laicidad, o la necesidad de asimilar a los extranjeros), pero lo que ha canviado es la manera como las instituciones trabajan hoy en Francia. Es decir, lo que dificulta la integración de los inmigrantes (y de las capas populares “autóctonas”) es hoy por hoy la segregación urbana que no existió en los 60, la aparición de extremas desigualdades en la sociedad, y el hecho que un conjunto de instituciones, básicamente la escuela o la familia conozcan transformaciones profundas, cuyos programas institucionales se han debilitado y donde la escuela se convierte ya no sólo en un factor únicamente de integración sino en un mecanismo central de la selección social.

Esta transformación de los mecanismos sociales en Francia explica porqué la filosofía francesa de asimilación, que sigue siendo en principio el modelo de integración nacional, se encuentra hoy en día debilitado. De ahí el debate que se suscita, que no siempre tiene la serenidad necesaria; hay cada vez más actores que se dicen favorables a un “aggiornamento” del modelo de integración francés. Entre otros, el actual ministro del interior ha propuesto, por ejemplo, el voto de los extranjeros en las elecciones locales (un tema tradicionalmente movilizado por los partidos de izquierda). Ha propuesto que el estado francés financie la creación de mezquitas, en fin, ha hecho una serie de propuestas que se alejan más o menos del modelo tradicional de asimilación francés.

Pero el debate, por supuesto, y como siempre, excede al solo colectivo inmigrante. La nación francesa hoy en día se encuentra en cuestión, se interroga sobre el sentimiento de ser o no ser francés. Y detrás de las discusiones sobre la asimilación o no de los extranjeros, se halla la realidad de un país que duda sobre su identidad nacional. Y que duda por razones internas, de inmigración, de pérdida – real o no – de competitividad de la economía francesa, pero que duda también desde el punto de vista exterior, por la perdida del francés frente al inglés o la pérdida de la capacidad de influencia política francesa en los contextos mundiales. Entonces, ustedes comprenden bien, que este cuestionamiento identitario nacional, y que este interrogante sobre el peso de Francia a nivel mundial, excede en mucho al tema de los inmigrantes.

Y como hablamos de Francia, y la escuela fue la cuna de la nación, todo esto tiende a ser focalizado en el ámbito escolar y en lo que ha sido uno de los últimos mitos de la República francesa: es decir, la capacidad de la escuela de lograr hacer ingresar en la modernidad a las chicas magrebies, permitiéndoles que se desliguen del “oscurantismo primitivo religioso” de sus padres. Cuando algunas de esas chicas, repito una pequeña minoría, se pone el velo, hay una triple crisis: la de los profesores que “fracasan”, la de la escuela francesa en su capacidad de liberar a las mujeres y por supuesto la de la nación francesa que no sabe que lugar debe darles a esas francesas que llevan un velo. Es solo en este trasfondo nacional como puede y debe comprenderse la importancia del debate sobre el velo en el caso francés.

3. El modelo británico.

La experiencia británica es, de alguna manera, a la vez similar y diferente al modelo americano. Lo más importante es que el Reino Unido, Gran Bretaña o incluso Inglaterra tienen la conciencia de su antiguo imperio y que han tenido una política colonial muy distinta al caso francés. A la diferencia de Francia, en el mundo británico había diferentes maneras de ser británico, en una especie de círculos concéntricos y hasta hace muy poco tiempo habían distintos niveles de “anglicanidad”. Y esa gestión imperial, hizo que los ingleses trataron menos la gestión de los inmigrantes por un problema de asimilación cultural y mucho más por un tratamiento civil y político de los problemas sociales.

Es pues una filosofía de tratamiento civil de los fenómenos sociales asociados a la inmigración lo que caracteriza a los ingleses, es decir, cómo hacer para que grupos étnicos de culturas diferentes cohabiten en un espacio común gracias a una política de derechos. Y fue la gran sabiduría administrativa del imperio británico la de lograr con muy escasos funcionarios manejar un increíble imperio.

En todo caso, Inglaterra escogió rápidamente la vía de un control de la inmigración. Fue el compromiso entre conservadores y laboristas en los años 70: el control migratorio iría a la par con políticas activas de integración que pasaron, muy concretamente, por un sistema de derechos, muy importante, que van a permitir luchar activamente contra las discriminaciones. Y los ingleses apostaron, por un lado, por una cultura activamente multiculturalista, donde todo el mundo tiene derecho a expresar su diversidad.

Londres es hoy una ciudad increíblemente multicultural, probablemente la ciudad europea más multicultural. (No se si lo vieron ustedes, pero de los “clip” para la presentación de los juegos olímpicos de 2012, entre Londres, New York, Madrid, Paris y Moscú, el “clip” de la campaña de Londres, es anecdótico pero tiene su importancia, fue increíblemente multicultural. Era un joven de color que se lanzaba a una piscina y que jugó sobretodo con la imagen de gran apertura cultural de Inglaterra hacía el mundo exterior). Se trata en verdad de una imagen colectiva que los ingleses hoy tienen y promueven de su país.

El modelo inglés tiene dos grandes características. Por un lado, un proyecto multicultural fuerte, y por el otro, como un mecanismo necesario afín de permitir la convivencia de esta diversidad cultural. Se puso en práctica un sistema muy importante de lucha contra las discriminaciones. Se hacen, así por ejemplo, “testings” de discriminación en las escuelas, los alojamientos o el empleo. Hay, así, funcionarios públicos – o asociaciones – que hacen pruebas para saber si en tal empresa se discrimina o no, si en tal escuela se discrimina o no, que si en tal barrio tal tipo de propietarios alquilan una vivienda a grupos minoritarios o no y, en función de los resultados, se castiga activamente toda práctica de discriminación. El modelo inglés apostó, pues, por una integración por la legislación y a través la lucha contra la discriminación.

Este modelo inglés, con sus éxitos y sus fracasos, vive una crisis profunda, incluso más profunda que la que se dio tras el 11 de septiembre, cuando se dieron los atentados del 7 de julio de 2005 y los que hubo unos días después. Es decir, una parte de la opinión pública inglesa se plantea cada vez más el problema fundamental: si no han ido demasiado lejos en el modelo multicultural, y si no es necesario regresar a medidas que permitan “rebritanizar” a los extranjeros o a las minorías. Y Blair, que ya había comenzado una política de este tipo en el año 2002, en la secuela de los atentados de Nueva York, ha activado cada vez más este tipo de medidas tratando, por ejemplo, de hacer que los inmigrantes que quieren nacionalizarse ingleses o que van a residir en Inglaterra, tengan que conocer un conjunto de reglas, pasen una serie de exámenes, a fin de asegurarse de la vitalidad de su sentimiento de britanidad.

En términos simples, quiere decir que de alguna manera, los ingleses se aproximan a un modelo asimilacionista francés, en el momento mismo, en que en Francia el modelo republicano clásico conoce aperturas en favor de políticas de discriminación positiva. Les digo esto para insistir en la mezcla práctica de modelos más allá del antagonismo de las filosofías nacionales.

4. El modelo alemán.

Cuarto ejemplo, el modelo alemán. Alemania es hoy en días, entre los seis países grandes de la UE, el país que tiene el número más importante de inmigrantes con un porcentaje que llega a más del 9%. La inmigración en Alemania se inscribe en el seno del “milagro” alemán de la posguerra, pero también en la oposición entre las dos Alemanias durante la Guerra fría (una manera de mostrar la bonanza de la Alemania occidental contra la Alemania del este). En todo caso, lo que primó durante décadas fue la fuerte inserción socioeconómica de los inmigrantes y la escasa o débil integración cultural. De ahí incluso la denominación de los inmigrantes como “trabajadores extranjeros”, o mejor; “trabajadores invitados”. Es decir, los trabajadores llegaban contratados por empresas alemanas, que requerían importantes contingentes de mano de obra, ganaban buenos salarios, tenían condiciones de vida perfectamente decentes pero vivían en sociedades paralelas – que no fueron percibidos como guetos porque por definición se suponía que se trataba de trabajadores invitados que tenían vocación a regresar a sus países de origen.

La historia de la inmigración comenzó paulatinamente a cambiar de rostro al perpetuarse. Se dieron algunos matrimonios mixtos, no muchos pero algunos, otros empezaron a hacer proyectos para quedarse indefinidamente en el país, hicieron venir a sus mujeres e hijos a través de reagrupamientos familiares, comenzaron a nacer hijos, en suelo alemán, de estos primeros trabajadores inmigrantes.

Y progresivamente, antes que se dé la unificación alemana del año 89-90, el problema comienza a plantearse: ¿qué se hace con esos jóvenes que nacieron en el suelo alemán y que no tienen, porque el derecho de suelo no estaba reconocido en Alemania, la nacionalidad alemana?

El problema será acuciante con la reunificación. La nación alemana, ese país particularmente inquieto sobre su identidad nacional, se encuentra nuevamente sacudida por los pánicos de la historia. ¿Cómo crear un nuevo sentimiento nacional alemán, una nueva germanidad, en dos países que habían vivido en dos bloques políticos que se opusieron durante casi 50 años? La “solución”, como algunos de ustedes lo saben, la encontró, al menos intelectualmente, Habermas, cuando insistió en que el nuevo sentimiento nacional alemán debía forjarse alrededor de lo que él llamo el “patriotismo constitucional”: ser alemán exige el respeto de la constitución alemana. Dada la historia nacional alemana del siglo XX, era una solución por lo menos respetable. Pero en el seno de esta caracterización, se reactiva el problema de nacionalidad de los grupos extranjeros que residían, de los jóvenes que ya habían nacido en Alemania. Es así como ha habido un importante debate en Alemania para saber si se puede aceptar el derecho de suelo (y no solo el derecho de sangre) como elemento que dé acceso a la nacionalidad.

La legislación que adoptó el gobierno, el ex-gobierno socialdemócrata y verde en Alemania, señala que entre 18 y 23 años, los jóvenes nacidos en Alemania de padres extranjeros, pueden guardar las dos nacionalidades, la alemana y la de la del país de origen de los padres, esencialmente turcos. Pero que a los 23 años tienen necesariamente que escoger una de las dos nacionalidades. Medida bi-céfala que borró, digamos con una mano, lo que otorgó con la otra. Si la posesión de la nacionalidad es un factor fundamental en un proceso de integración de inmigrantes o de minorías, el hecho que se obtenga en un proceso de desgarramiento interior o familiar reduce o complica su efecto.

Esto es, si en Alemania existen para los inmigrantes problemas de índole económica, el principal eje de la discusión porta sobre la identidad alemana, como se la redefine hoy en día frente al fenómeno migratorio. Esto no quiere decir por supuesto que en Alemania, como en tantos otros países europeos, no haya dificultades en las políticas sociales (sobre todo en el sistema de salud y de educación que atraviesan fases difíciles), a lo cual se añade, a causa, entre otras cosas, de presupuestos públicos más reducidos, la aparición de divisiones sociales importantes entre los mismos alemanes, y sobre todo en los nuevos “lander” del Este. Alemanes que consideran así, por ejemplo, que la ayuda hacía los extranjeros en situación regular en Alemania es indebida y que habría que reorientar el gasto social hacía ellos.

Entonces, a un problema de definición de la nacionalidad, se comienza lentamente a añadir un problema fundamental de índole social y económica. Y uno puede temer que la asociación de las dos cosas, dé en Alemania, una situación tan tensa como la que ha habido en Francia. Por el momento, el sistema político alemán se ha mostrado mucho más sólido que el sistema de partidos en Francia para evitar la aparición de movimientos extremistas a la izquierda, pero sobretodo a la extrema derecha.

5. El modelo de los pilares: Países Bajos o de Bélgica

El último modelo del cual quisiera decirles algo, es un modelo particular, que creo yo que está muy alejado de la realidad española o catalana, que es el modelo de los Países bajos o de Bélgica, que se llama el modelo de los pilares. ¿Por qué el modelo de los pilares? Porque esos dos países tienen un modelo en el cual, aunque les puede parecer un poco extraño desde el exterior, toda la sociedad esta dividida en grupos. En el caso de Bélgica, es entre católicos, socialistas o liberales y en el caso de los Países Bajos es, esencialmente, entre protestantes y católicos. Quiere decir que, desde el aparato de representación pública, pasando por los hospitales, por las escuelas, por los lugares de trabajo, ustedes están en un pilar católico, socialista o liberal. Y que las tres sociedades son grupos casi estancos y que todo se negocia en función de los puestos a acordar a uno u otro pilar. O sea, que si el puesto o la plaza en concurso, esta pre-asignada para un católico, un liberal o un socialista, es un equilibrio de fuerzas que hay que respetar – un elemento fundamental del compromiso político de los Países Bajos o Bélgica.

Ustedes comprenden bien que en ese modelo, los inmigrantes no tienen un lugar sino subalterno, a menos que se conviertan en un miembro de uno de esos pilares, o, mucho menos probable, en un nuevo pilar. Y bien, voy a resumir a muy grandes rasgos la historia de la inmigración en estos dos países: en el caso belga, por ejemplo, durante mucho tiempo los inmigrantes se integraron esencialmente por la red católica o socialista.

Cuando el mecanismo de integración por el trabajo o por los sindicatos se debilitó, necesariamente, los grupos extranjeros o de origen extranjero residentes en Bélgica empezaron a tener el sentimiento que el juego de los pilares los dejaba fuera. El modelo que define el pacto político entre los grupos sociales dentro de Bélgica empezó a resquebrajarse. Al debilitarse la unidad social, la identidad nacional se encontró afectada. Muchos individuos ya no encontraban más, en medio de ese juego de los pilares, la manera de poder hacerse un lugar dentro de la sociedad belga.

A lo cual se añade el hecho que Bélgica es un país dividido en dos grandes bloques culturales: entre la parte valona y una parte flamenca, que son como dos sociedades que viven, desde hace unas décadas evoluciones sociológicas radicalmente diferentes, casi en todos los ámbitos. Lo cual hace que hoy en día, Bélgica es como dos países, con un modelo de los pilares que disfunciona en ambos lados. Al punto que según algunos solo quedan dos elementos de unidad al país: el rey y Bruselas. Y si no hubiera el problema de Bruselas, que es una ciudad francófona en tierra flamenca, el país se habría probablemente dividido hace años, según ciertos análisis. En todo caso, sin hacer predicciones sobre el futuro, hoy en día estadísticamente hablando, son ya dos países radicalmente distintos, que hablan dos lenguas, que se separan cada vez más y que tienen cada vez menos elementos en común. Es en este contexto que se ubica el tema actual de la inmigración.

Y bien, los Países Bajos, con especificidades propias comparten algunos aspectos de este modelo con dos grandes pilares protestantes y católicos. ¿Por qué estos dos grandes grupos? Porque la guerra de la religión funda los Países Bajos, en los siglos XV-XVI, ninguno logró imponerse militarmente contra el otro, y como nadie logra ganar, se tiene que encontrar un pacto político, como pacto de no agresión, que permita a unos y otros compartir el poder.

Ese modelo funcionó durante mucho tiempo y ustedes comprenderán fácilmente que, en un modelo de este tipo, la regla fundamental es la tolerancia. Yo tengo que tolerar al otro porque si yo no lo tolero, yo pongo en cuestión el pacto fundamental en el cual está basado el compromiso político que asegura nuestra convivencia colectiva. Eso les dio a los Países Bajos sus mejores momentos de gloria, entre otros, cuando se dio la persecución de las minorías judías en Europa.

Pero hoy en día, la minoría musulmana cuestiona de alguna manera el pacto político entre los protestantes y los católicos y exigen una parte más importante dentro del juego político. Imposible entonces obviar este marco general para comprender las tensiones actuales. Piensen, por ejemplo, en la importancia de la discusión alrededor del tema de la tolerancia tras el asesinato del cineasta Van Gogh y la reacción a la que dio lugar – una parte de la población holandesa autóctona agredió a ciertos miembros de las comunidades musulmanas. Es decir, el acto aislado, de un crimen por un fanático de un artista holandés (algo evidentemente injustificado pero para eso está la justicia y hay un proceso legal en curso), desencadenó una revuelta hostil, casi un “pogrom” en plena Europa.

En todo caso, el tema de la tolerancia, por razones que tienen a la historia nacional, es en los Países Bajos el tema que captura lo esencial del debate.
* * *

Resumo y termino: el tema de la inmigración se declina de manera distinta según la tradición nacional, y hay siempre que tener en cuenta la tradición de un país para comprender la naturaleza de los debates. Y en función de los países, lo que hace problema es diferente.

En el caso francés, la nación se crea en la escuela, será el velo islámico que concentra lo esencial del debate.

En el caso holandés, son los pilares, donde lo esencial de la nación pasa por la negociación política, el tema de la tolerancia será pues fundamental.

En el caso británico, donde se ha escogido un tratamiento cínico de los problemas sociales, los problemas de discriminación estarán en el centro del debate.

Y en el caso de los Estados Unidos, un país que se define cada vez mas por su capacidad de ser un país-mundo, es la apertura del horizonte americano que se convertirá en el problema fundamental de la discusión.

Pero mas allá de esta recapitulación, retomo las tres cosas que he tratado de decirles hoy en día. Uno: todas las situaciones locales tienen márgenes de acción y muchas de ellas son importantes respecto al tema nacional. Dos: la presencia de los inmigrantes, y los debates que genera, debe interpretarse sobre el telón de fondo del tema nacional. Y tres: y es una conclusión más negativa, las filosofías sociales que se inscriben en una larga historia nacional y que son distintas en todos lados, terminan por enfrentar problemas que son, en el fondo, extrañamente similares.

En España, en Cataluña, terminarán encontrando (si no lo tienen aun) su propio modelo de integración. Pero la similitud de los problemas y de los desafíos debe permitir inspirarse de acciones extranjeras. Y si no todo puede hacerse a nivel local, y cualquiera que sean los límites de la acción local, yo creo que en función de la manera como las cosas se gestionan localmente, existen capacidades de absorción de crisis más o menos importantes. Y por qué no pensar, para regresar a la primera parte de esta charla, que otra gestión de crisis habría podido evitar en Francia algunos millares de automóviles destruidos.

Qüestionari:

1) Quin seria el model d’assimilació dels EUA?

2) Explica breument el model d’integració dels Països Baixos i Bèlgica?

3) En què consisteix el model republicà francès?

4) Quin problema es plantegen actualment els britànics, sobretot després dels atemptats del 5 de juny de 2005?

5) Quin problema planteja la pregunta següent ¿qué se hace con esos jóvenes que nacieron en el suelo alemán y que no tienen, porque el derecho de suelo no estaba reconocido en Alemania, la nacionalidad alemana?

 

 
6) Indica quines són les principals afirmacions dels autors?

TRIBUNA: DAVID REHER Y BLANCA SÁNCHEZ ALONSO . El País, 18 febrer 2009
La excepcionalidad española
La masiva llegada de inmigrantes a nuestro país a partir de 2000 no obedece sólo a un momento de intenso crecimiento económico. La clave se encuentra en las leyes que facilitan su acceso a la sanidad y la educación :
(
http://www.elpais.com/articulo/opinion/excepcionalidad/espanola/elpepiopi/20090218elpepiopi_13/Tes)

7) Reflexiona i valora: L'immigració beneficia als rics o no? Per què, doncs, els partits conservadors  s'apunten a discursos xenòfobs a vegades?
-Indica les idees principals dels articles següents:

a) George J. Borjas,catedr. en Harvard; experto en inmigración. La Vanguardia. LA CONTRA 4 jun2008
“La inmigración da dinero a los ricos y quita a los pobres”:
http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2008/06/04/pagina-68/71334878/pdf.html

b) Cortar el paso a la xenofobia Anacleto
DEBATE El reto de la inmigración / MIGUEL PAJARES MIÉRCOLES, 20 JUNIO 2007. La Vanguardia:
http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2007/06/20/pagina-29/59609135/pdf.html

c) La economía valora el efecto de la llegada de cuatro millones de personas en la última década
El shock de la inmigración
La Vanguardia, 27 setembre 2006
http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2006/09/27/pagina-63/51688846/pdf.html

d) El profesor Miguel Pajares afirma que la llegada de inmigrantes ha servido para dinamizar la economía española:
http://www.ccoo.es/webcastillayleon/menu.do?Areas:Migraciones:Movimientos_sociales:Noticias:18622

e) Si en España no hubiera inmigrantes.¿Cómo nos las arreglaríamos? Miguel Pajares, 25 setembre 2005
 http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2002/12/19/pagina-28/41698340/pdf.html?search="Miguel%20Pajares"

f) Ética y economía del cayuco. César Molinas. La Vanguardia, 1 octubre 2006 http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2006/10/01/pagina-8/51740915/pdf.html?search=molinas,%20césar.%20la%20economía%20del%20cayuco

8) Comentaris:

1) Entre els dos articles hi veus semblances i/o diferències?
2) Quines? (Detalla’ls al màxim)
3) Respon:


3.1. Què va passar a la tardor del 2005 que s’anomena “oleada de asaltos de immigrantes a las vallas de Ceuta y Melilla”?
3.2. Compara el PIB espanyol del 2005 amb el de l’Àfrica subsahariana, i amb el de tot el continent africà.
3.3. Què diu l’autor respecte a si en lloc de néixer al Maresme haguessis nascut a Guinea Equatorial?
3.4. És veritat que a més pobresa més emigració? Per què?
3.5. Qui són els més interessats a fomentar l’emigració? Per què?
3.6. És necessària la immigració als països europeus? Per què?
3.7. Quina ha estat fins ara la política d’immigració espanyola?


3.1. Què va passar a la tardor del 2005 que s’anomena “oleada de asaltos de immigrantes a las vallas de Ceuta y Melilla”? Intent massiu de passar a les dues ciutats del nord d’Àfrica, ... morts, ferits, i retornats en condicions deplorables... 

3.2. Compara el PIB espanyol del 2005 amb el de l’Àfrica subsahariana, i amb el de tot el continent africà.

El PIB d’Espanya (44 M d’habitants) el doble que el de l’Àfrica subsahariana (741 M). O un 36% superior que la de tota l’Àfrica (860 M)

 3.3. Què diu l’autor respecte a si en lloc de néixer al Maresme haguessis nascut a Guinea Equatorial?

Primer que caldria felicitar-te pel fet que estiguessis viu (mortalitats infantils del 12%). Després donar-te la mala notícia que la teva esperança de vida seria de 42 anys, la meitat que al Maresme. Pura misèria. 

3.4. És veritat que a més pobresa més emigració? Per què?

No. Per emigrar calen  uns recursos mínims, econòmics ( cal pagar el viatge)i “culturals” o d’informació (cal conèixer mínimament les possibilitats d’un món exterior més pròsper.

 3.5. Qui són els més interessats a fomentar l’emigració? Per què?

Els països d’origen. Per les remeses de divises. Els governs així poden fer front al dèficit comercial, sense recórrer als mercats internacionals de capitals, als que tenen poc accés.

 3.6.És necessària la immigració als països europeus? Per què?

 Qui te cura dels nostres menuts i dels grans, qui fa les feines de neteja de moltes cases, qui fa carreteres i les cases, qui recull les collites, i les escombraries. Qui pagarà les nostres pensions. El 58% d’altes a la Seguretat Social l’any 2005 a la Comunitat de Madrid són immigrants (amb una taxa d’activitat del 90%)

El govern de la Comunitat de Madrid estima que necessitarà 800.000 immigrants al llarg dels propers 10 anys... 

És probable que Espanya en el seu conjunt en necessiti 4Milions la propera dècada.

3.7. Quina ha estat fins ara la política d’immigració espanyola?

No n’hi ha hagut cap. S’ha mirat cap un altre costat. És cert que ha això ha permès un creixement i expansió econòmica com no s’havia vist. Però el cicle econòmic pot acabar-se i .... poden produir-se conflictes socials molt greus....

9. Indica les idees principals dels següents articles:

EL RETO DE LA INMIGRACIÓN
Del ‘baby boom’ al ‘immigration boom’
Catalunya vive en el periodo 2001-2006 el mayor aumento demográfico de su historia:
http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2009/03/28/pagina-31/58103473/pdf.html?search="baby%20boom"

La Vanguardia 29 abril 2007
http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2007/04/29/pagina-32/58103449/pdf.html

Por qué llegan tantos rumanos
http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2001/01/23/pagina-13/48994110/pdf.html?search=Miguel%20pajares

 

 

 

 

Per comentaris i suggeriments: joancampeny@yahoo.es